La Enfermedad de Parkinson (EP) es una afección del sistema nervioso central causada por la pérdida de células productoras de dopamina en el cerebro.
Es considerada una condición neurodegenerativa, ya que las células nerviosas (neuronas) en el cerebro que controlan el movimiento se deterioran y se pierden.
La falta de dopamina genera que los mensajes cerebrales no se transmitan de manera apropiada, lo que tiene como resultado que los movimientos, coordinación, tono muscular y el equilibrio se vean afectados drásticamente, entre otras cosas.
También es considerada una enfermedad progresiva, lo que significa que los síntomas aparecen gradualmente y empeoran lentamente.
Hasta este momento no hay una cura para la EP, sin embargo, existen muchos tratamientos multidisciplinarios que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes, desde los fármacos, rehabilitación física, evaluación psicológica, hasta las intervenciones quirúrgicas (tratamientos avanzados) que ayudan al control de movimientos de algunos pacientes.
Historia de la Enfermedad de Parkinson
Fue descrita inicialmente en 1817 por un médico llamado James Parkinson a quien se le debe el nombre. Al principio, el Dr. Parkinson la llamó Parálisis Agitans, lo cual define los síntomas de la enfermedad, es decir, la asociación de lentitud con movimientos anormales.
En 1967 el Dr. Cotzias dio el siguiente paso importante en la historia de esta enfermedad: se dio cuenta de que al dar l-dopa (un medicamento) a los pacientes, éstos mejoraban significativamente, debido a la falta de dopamina en su cerebro.
Cinco años más tarde, este medicamento decepcionó a los científicos de todo el mundo ya que la mejoría experimentada por los pacientes iba acompañada de complicaciones: trastornos mentales, pérdida de eficacia del medicamento y movimientos anormales incontrolables. Por esta razón, se da un vuelco hacia la Cirugía Funcional del Parkinson.
En los últimos años los adelantos en el tratamiento de esta enfermedad han sido en el aspecto quirúrgico y en la creación de nuevos fármacos que mejoran el estado del paciente sin tantas complicaciones: agonistas de la dopamina, inhibidores de la COMT y otros.
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¿A quién le puede afectar la Enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson puede iniciarse desde la segunda década de la vida hasta finales de la misma, con un pico máximo de prevalecía entre la quinta y la sexta década de la vida.
Dado que puede haber parkinsonismo juvenil e infantil es un mito que la enfermedad de Parkinson sea exclusiva de la vejez.
¿Cómo se diagnostica la Enfermedad de Parkison?
La Enfermedad de Parkinson es difícil de diagnosticar porque no hay una prueba específica para la condición.
Los síntomas de la enfermedad varían de persona a persona y una serie de otras enfermedades presentan síntomas similares. Por estas razones algunas veces se hacen diagnósticos incorrectos. Si sospecha que usted, o alguien que usted conoce presenta Enfermedad de Parkinson, es importante que asista pronto con un neurólogo especialista en trastornos del movimiento, el cual le solicitará una serie de pruebas ya sean de imagen, laboratorio o genéticas que permitan tener un diagnóstico concluyente.
Los signos de la Enfermedad de Parkinson incluyen los síntomas clásicos que afectan el movimiento:
- Temblor
- Rigidez muscular
- Lentitud
Pero también incluyen:
- Síntomas que comienzan en un lado del cuerpo
- Cambio en la expresión facial (mirada fija, ausencia de parpadeo)
- Falla en balancear un brazo cuando camina
- Posición encorvada (flexión)
- Hombro congelado con dolor
- Cojera o arrastre de una pierna
- Adormecimiento
- Hormigueo
- Dolor o incomodidad en el cuello o las extremidades
- Sensación de temblor interno
- Depresión o ansiedad
Algunos de estos síntomas son bastante comunes y de ninguna forma son exclusivos de la Enfermedad de Parkinson, así que, si usted presenta alguno de éstos síntomas, puede tener la enfermedad o no, por ello lo importante de visitar a un neurólogo especialista en trastornos del movimiento.
10 signos tempranos de la enfermedad de Parkinson:
Ninguno de estos signos por sí solo significa que debe preocuparse por tener la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, si nota más de un signo, debe considerar consultar con su médico:
Temblores
¿Ha notado un leve temblor o agitación de los dedos de las manos, las manos o la barbilla?Frecuentemente, un temblor, mientras está en reposo, es un signo temprano de la EP.
¿Qué es lo normal?
La agitación puede ser normal después de hacer mucho ejercicio, si está estresado o si ha
sufrido una lesión. La agitación también puede ser causada por un medicamento que tome.
Escritura pequeña
¿Su escritura es mucho más pequeña de lo que solía ser? Es posible que note que
el tamaño de sus letras es más pequeño y que las palabras se amontonan.
Un cambio en la escritura puede ser un signo de la enfermedad de Parkinson que se denomina “micrografía”.
¿Qué es lo normal?
En ocasiones, la escritura puede cambiar a medida que se envejece, si tiene rigidez en las manos o los
dedos, o si tiene visión escasa.
Estreñimiento
¿Tiene problemas diariamente para evacuar sin sufrir estreñimiento? El estreñimiento puede ser un signo temprano de la EP y debe hablar con su médico.
¿Qué es lo normal?
Si no consume suficiente agua o fibra, puede tener problemas a la hora de ir al baño.
Además, algunos medicamentos, especialmente los analgésicos, provocan estreñimiento.
Si no hay otro motivo, como la dieta o algún medicamento que le provoquen problemas para evacuar, debe hablar con su médico.
Pérdida de olfato
¿Ha notado que ya no huele tan bien determinadas comidas? Si siente que le cuesta más oler
determinadas comidas, como bananas, pepinillos en vinagre al eneldo o licor, debe preguntarle
a su médico sobre la EP.
¿Qué es lo normal?
El sentido del olfato puede cambiar a causa de resfrío, gripe o congestión nasal, pero debe
recuperarse cuando mejore.
Problemas para dormir
¿Se agita mucho en la cama o tiene sueños vívidos mientras duerme?
En ocasiones, su cónyuge lo notará o querrá irse a otra cama. Los movimientos repentinos durante el sueño pueden ser un signo de la EP.
¿Qué es lo normal?
Es normal que todos tengamos una noche en la que demos vueltas en
vez de dormir.
De la misma forma, las sacudidas rápidas del cuerpo al dormirse o al tener un sueño liviano son frecuentes y, a menudo, normales.
Mareos o desamayos
¿Nota que a menudo se marea al levantarse?
La sensación de mareos o desmayos puede ser un signo de presión arterial baja y
puede vincularse con la EP.
¿Qué es lo normal?
Todas las personas han pasado por la situación de marearse al pararse; sin embargo, si
esto sucede habitualmente, debe consultar al médico.
Encorvarse
¿No se está parando tan derecho como solía hacerlo? Si usted o sus familiares o amigos notan
que parece estar encorvándose o inclinándose al pararse, podría ser un signo de la EP.
¿Qué es lo normal?
Si siente dolor por una lesión o si está enfermo, esto podría hacer que se pare de manera encorvada. Además, un problema óseo puede hacer que se encorve.
Problemas para moverse o caminar
¿Siente rigidez en el cuerpo, los brazos o las piernas? ¿Otras personas han notado que uno de sus brazos o ambos ya no se balancean de la forma en que solían hacerlo al caminar?
En ocasiones, la rigidez desaparece al moverse. De lo contrario, puede ser un signo de la EP. Un signo temprano puede ser rigidez o dolor en los hombros o las caderas. A veces las personas dicen que sus pies parecen “pegados al piso”.
¿Qué es lo normal?
Si se lesionó el brazo u hombro, es posible que no pueda usarlo tan bien hasta que haya sanado; también otra enfermedad, como la artritis, podría causar el mismo síntoma.
Enmascaramiento facial
¿Le han dicho que tiene una mirada de seriedad, depresión o enojo, incluso cuando no está de mal humor? Esto a menudo se llama “enmascaramiento facial”. Si es así, debe hablar con su médico sobre la EP.
¿Qué es lo normal?
Algunos medicamentos pueden hacer que tenga una mirada de seriedad o fijación; sin embargo, volverá a su expresión anterior cuando deje de tomar los medicamentos.
Voz baja o suave
¿Le han dicho otras personas que su voz es muy suave o ronca? Si se produjo un cambio en su voz, debe consultar con su médico sobre si puede ser a causa de la EP.
En ocasiones, puede pensar que otras personas están perdiendo la audición, cuando, en realidad, usted está hablando con una voz más suave.
¿Qué es lo normal?
Un resfrío u otro virus pueden hacer que la voz suene diferente, pero debe volver al
mismo sonido anterior al resfrío o a la tos.
- Si quiere descargar la información de los síntomas, puede hacerlo aquí
Las etapas del Parkinson
Cuando a una persona le diagnostican Parkinson, una de las mayores preocupaciones es la incertidumbre acerca de cómo será la evolución de la enfermedad. Existen escalas que sirven para establecer el estadio evolutivo y su progresión. Su principal utilidad es realizar un seguimiento sobre como evoluciona la enfermedad en una persona desde el momento del diagnóstico hasta la etapa en la que los síntomas se hacen más severos.
Sin embargo, es muy importante destacar que los síntomas y respuestas al tratamiento varían de persona a persona, así que no es posible predecir exactamente cómo progresará la Enfermedad de Parkinson. Para algunas personas puede tomar muchos años para que se desarrolle la condición, para otros puede tomar menos tiempo.
A continuación incluimos un desglose de las etapas del Parkinson:
Durante esta etapa inicial, la persona presenta síntomas leves que generalmente no interfieren con las actividades diarias.
El temblor y otros síntomas de movimiento ocurren en un solo lado del cuerpo y se producen cambios en la postura, la marcha y las expresiones faciales.
Los síntomas comienzan a empeorar.
El temblor, la rigidez y otros síntomas del movimiento afectan a ambos lados del cuerpo.
Pueden ser evidentes problemas para caminar y una mala postura.
La persona aún puede vivir sola, pero las tareas diarias le resultaran muy largas y difíciles.
Se la considera una etapa intermedia.
Comienzan las dificultades con el equilibrio y lentitud en los movimientos.
Las caídas son frecuentes.
La persona todavía es completamente independiente, pero los síntomas afectan significativamente actividades como el comer y el vestirse.
En este punto, los síntomas son graves y limitantes.
Es probable que la persona requiera el uso de un andador y necesite ayuda con las actividades de la vida diaria.
La persona no puede vivir sola.
Esta es la etapa más avanzada.
La rigidez en las piernas puede hacer que sea imposible pararse o caminar.
Se requiere ayuda permanente para moverse con autonomía.
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¿Por qué a mí?
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