Cuando respiramos, el aparato respiratorio pone en funcionamiento una serie de funciones vitales para la supervivencia. El aire inhalado entra a través de la nariz y pasa luego por las vías aéreas (tráquea, bronquios) hasta los pulmones, desde donde se distribuirá a los órganos por medio de la sangre.
Pero, como hemos visto en otras notas de este medio (ver artículos sobre Enfermedades Respiratorias en Personas Mayores), hay numerosas enfermedades que ponen en riesgo el aparato respiratorio.
Una de las más graves es el Cáncer de Pulmón, que es cuando las células cancerosas se depositan en el órgano por excelencia de este aparato o en los circundantes.
El Cáncer pulmonar es el tipo de cáncer más mortífero tanto para hombres como para mujeres. Cada año, mueren por esta enfermedad más personas que por Cáncer de Mama, de Colon y de Próstata sumados. Es más común en Personas Adultas Mayores y muy poco común en personas menores de 45 años.
El cáncer se produce por un crecimiento y diseminación descontrolada de células que invaden el tejido circundante, pudiendo provocar metástasis que alcanzan puntos distantes del organismo. Aunque en la actualidad existen numerosos tratamientos oncológicos (radioterapia, quimioterapia, cirugía), sigue siendo una enfermedad que causa gran sufrimiento (al paciente y a su entorno afectivo), discapacidad y mortalidad.
Debido a su condición, el paciente oncológico requiere de cuidados específicos desde el momento de su diagnóstico hasta su recuperación o el final de sus días.
El 17 de Noviembre de cada año se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Pulmón.
Qué es el cáncer de pulmón
Se denomina Cáncer de Pulmón –según la American Cancer Society- a aquel que se sitúa en el tejido pulmonar o de otros órganos respiratorios.
Cuántos tipos de cáncer de pulmón existen
- Cáncer de Pulmón de Células Pequeñas: Es de crecimiento rápido, produciéndose en la mayoría de los casos en las células pequeñas en forma de avena (Carcinoma de Células Pequeñas) y en menor medida en combinación con otras células (Carcinoma Combinado). Son alrededor del 15% de los cánceres de pulmones y su agresividad es tal que puede comenzar en los bronquios para no solo expandirse a los pulmones sino también al cerebro, huesos e hígado.
- Cáncer de Pulmón de Células no Pequeñas: Es el más común (entre el 85-90% de los mismos) y se disemina más lentamente por todas las células del tejido pulmonar. En el 90% de los casos es por fumar o por estar en contacto con el humo del tabaco de otras personas. La contaminación ambiental y estar expuest a agentes químicos o radiactivos también es una causa.
- Metástasis al Pulmón: Cuando los tumores cancerígenos comienzan en otra parte del cuerpo y se diseminan a los pulmones. Tiene los mismos síntomas que los anteriores.
El diagnóstico temprano contribuye al éxito del tratamiento. En estadios tempranos, este tipo de cáncer puede ser tratado quirúrgicamente con éxito de curación en el 20% de los casos aproximadamente, según datos del Ministerio de Salud de la Argentina.
Más del 50% de los pacientes con cáncer de pulmón tienen más de 65 años al momento del diagnóstico. La edad está asociada a un incremento en la incidencia de comorbilidades y disminución de la función de algunos órganos del aparato respiratorio, lo cual puede disminuir la supervivencia o llevar a una necesidad de adaptar los tratamientos oncológicos (según informe en Dialnet).
Los pacientes adultos mayores frecuentemente se diagnostican con condiciones médicas y fisiológicas especiales lo cual hace que el tratamiento óptimo deba individualizarse.
Sin embargo, una reciente investigación de Instituto Oncológico Dana-Farber, de Boston (Massachussets, Estados Unidos), muestra que el cáncer de pulmón puede ser más agresivo en menores de 50 años, que en personas mayores. Los investigadores analizaron el tejido tumoral de 2237 pacientes con el objetivo de detectar posibles alteraciones en ocho genes para los que ya se han desarrollado –o se están desarrollando– tratamientos específicos. Y los resultados mostraron que los pacientes diagnosticados antes de los 50 años tenían un 59% más de probabilidades de presentar alteraciones en cinco de estos genes.
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Cuáles son los síntomas del cáncer de pulmón
Entre los principales síntomas a tener en cuenta a la hora de sospechar esta condición debemos considerar
- Expectoración fuerte y con sangre.
- Dolor torácico intenso que se disemina a otras partes del cuerpo, sobre todo músculos y huesos.
- Tos persistente que se resiste a desaparecer.
- Pérdida de apetito y de peso, con cansancio cada vez más frecuente.
- Dificultad para tragar.
- Insuficiencia respiratoria con mareos frecuentes.
- Sibilancia, ronquidos y cambios en la voz.
- Deformación de la cara, parálisis facial y caída de los párpados.
- Aparición de tumores toráxicos que se notan a simple viste.
- Las uñas se vuelven más débiles y se rompen.
Cómo prevenir el cáncer de pulmón
- Dado que el 90% de los cánceres de pulmones se producen por el consumo de tabaco o por estar expuestos a humo de otras personas, se vuelve fundamental no fumar, exigir medidas de protección a personas no fumadores y respetar los espacios libres de humo como forma de prevención. La Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) tiene un programa de Cesación Tabáquica (con el que se pueden comunicar a: chaupucho@lalcec.org.ar).
- Como existen sustancias químicas y radiactivas que se manipulan en los lugares de trabajo, exigir a las patronales que cumplan con las leyes se higiene y seguridad en el trabajo así como medidas de protección ambiental.
- Participar activamente en campañas ciudadanas contra la contaminación del aire, por la realización de obras públicas de saneamiento y por el cumplimiento de las leyes ambientales.
- Realizarse chequeos médicos periódicos y estar atentos a los síntomas de alarma para atenderse inmediatamente.
- Cuidar la Salud Respiratoria, evitando que se cronifiquen sus patologías.
- Beber abundante agua y comer de manera saludable.
- Realizar actividad física, ya que está comprobado que una buena salud, una alimentación balanceada y combatir la obesidad reduce el riesgo de cáncer.
- Tener cuidado cuando se manipulan en el hogar sustancias potencialmente cancerígenas como pinturas, productos de limpieza o solventes. Usar mascarillas y ropa adecuada en esos casos, y mantener ventilada la casa.
- Reemplazar la calefacción a leña por gas o eléctrica ya que el humo de combustión causa efectos similares al cigarrillo.
Cuáles son las causas del cáncer de pulmón
El consumo de tabaco es la principal causa de este tipo de cáncer. Cerca del 90% de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con el tabaquismo. Cuantos más cigarrillos se fumen por día y cuanto más temprano haya comenzado la adicción, mayor será el riesgo de padecer Cáncer Pulmonar. El riesgo disminuye con el tiempo después de que se deja de fumar. No existe evidencia de que fumar cigarrillos bajos en alquitrán disminuya el riesgo.
Otras causas del cáncer de pulmón
- El tabaquismo pasivo, por inhalar el humo de otros. Esto plantea la necesidad de luchar por espacios libres de humo de tabaco.
- Exposición al asbesto y otras sustancias astringentes en el tejido pulmonar.
- Exposición a químicos cancerígenos: uranio, berilio, cloruro de vinilo, cromatos de níquel, humo de carbón, cloro y productos de combustión para vehículos diesel.
- Exposición al gas radón y a otras sustancias radiactivas.
- Antecedentes familiares de cáncer pulmonar o de otros tipos de cáncer.
- Antecedentes personales de tumores o patologías oncológicas.
- Altos niveles de contaminación del aire o beber de agua contaminada.
- Radioterapia en los pulmones de manera excesiva y sin contar con medidas de seguridad.
Para más información sobre estas causas se puede leer en Intramed y y Clínica Mayo.
Cuánto tiempo transcurre la enfermedad del cáncer de pulmón
El tiempo que transcurre la enfermedad depende del tiempo que se desarrolló sin un tratamiento, del pronóstico de la misma, del acceso que se tenga a las terapias y de la adherencia al tratamiento por parte del paciente. Por ende no puede hacerse una estimación general y se debe ver cada caso en particular.
A quién debemos consultar y que pruebas pueden realizarnos en caso de sospecha de cáncer de pulmón
Ante los síntomas que antes hemos descrito, debemos acudir a un profesional de la Salud. Si su médico de cabecera considera la posibilidad de estar ante esta condición tan riesgosa, lo derivará inmediatamente a un profesional especializado que realizará una serie de pruebas
- Una entrevista en donde preguntará sobre sus hábitos e historia de vida, sobre todo si fuma.
- Escuchar la respiración con un estetoscopio para localizar líquidos que indiquen colapso pulmonar.
- Pruebas no invasivas para comprobar el estado de los pulmones y el resto del cuerpo: Gammagrafía Osea, Radiografía de Torax, Resonancia Magnética, Tomografía Axial Computada (TAX) y Tomografía por Emisión de Positrones (PET).
- Conteo de sangre completo.
- Cultivo de esputo e hisopados para buscar células cancerosas.
- Toracocentesis: extracción de líquido de los pulmones.
- Pruebas de la Función Hepática.
- Diversos tipos de biopsias con punzado.
Además del médico clínico o general, el neumonólogo y el oncólogo que tratarán el cáncer, se necesitarán de otros profesionales intervinientes.
Para el tratamiento de dolores toráxicos, musculares y esqueléticos, así como para la debilidad, se pueden necesitar profesionales de la masoterapia, kinesiología, fisiatría-fisioterapia o terapia ocupacional.
Para los cuidados, personal de enfermería, acompañamiento terapéutico o especialistas en Cuidados Paliativos.
Dado que es una enfermedad que afecta la salud mental tanto del paciente como de su familia, se pueden necesitar profesionales de la psicología, psicoanálisis, psicoterapia o psiquiatría.
En algunos casos, personal de Trabajo Social para ayudar a cubrir gastos u obtener los insumos necesarios.
En qué consiste el tratamiento contra el cáncer de pulmón
El tratamiento para el Cáncer de Pulmón depende del tipo de cáncer, de lo avanzado que esté y de la condición de salud de la persona. Por lo general el 20 o 30% de los pacientes diagnosticados a tiempo pueden ser tratados de manera efectiva. Por lo general se lleva a cabo de la siguiente manera
- Cirugía para extirpar el tumor, que se puede hacer cuando este no se haya propagado más allá de los ganglios linfáticos cercanos.
- Quimioterapia, que consiste en la utilización de medicamentos para destruir las células cancerosas y detener el crecimiento de las nuevas células. Hoy existen entre 15 y 20 agentes quimioterápicos de comprobada eficacia.
- Radioterapia, que aplica radiación para destruir las células cancerosas.
Los tratamientos anteriores pueden y suelen realizarse de manera combinada.
Al mismo tiempo se aplican otros tratamientos para mejorar la respiración y la movilidad física. Pueden ser necesarias altas dosis de analgésicos para los dolores.
Masoterapia o aplicación de masajes también ayuda a reducir los dolores. Esto combinado con ejercicios –dentro de lo que permita su condición- de kinesiología, fisiatría, fisioterapia o terapia ocupacional
Para aumentar la eficacia de la terapia es necesario que el paciente adhiera al tratamiento. Por eso es importante que acepte rápidamente su condición y la necesidad de tratarse. Conversar con un profesional de la salud mental (psicólogo, psiquiatra, terapeuta, psicoanalista) ayudará a aliviar el estrés, planificar los pasos a seguir a partir de ahora y adherir mejor al tratamiento.
El estrés causado por la enfermedad también se puede aliviar uniéndose a un Grupo de Apoyo para el Cáncer, que suelen existir en los hospitales o en las ONGs específicas. El hecho de compartir con otras personas que tengan experiencias y problemas en común puede ayudarle a no sentirse solo.
Son necesarios también los cuidados de enfermería durante el tratamiento, rehabilitación o final de vida –en caso de desahucio-. Sobre cuidados paliativos hablamos más adelante.
En una persona mayor, el Médico Geriatra que lo atiende cumplirá una función de suma importancia trabajando en conjunto con otros profesionales.
Sobre los diferentes tipos de tratamiento se puede leer en Cancer.Net.
Cuáles son las secuelas del cáncer de pulmón
- El Cáncer de Pulmón es el más mortífero, superando en muertes anuales la suma de otros tipos de cáncer.
- Más de la mitad de las personas que padecen cáncer de pulmón son mayores de 70 años, lo que complejiza el cuadro porque suele venir añadido con patologías pre-existentes y por mayor vulnerabilidad de la salud en esta franja etaria, según un informe de la revista especializada Medicina Respiratoria.
- En Personas Mayores que han sido tratadas con cirugía, quimioterapia o radioterapia, pueden aparecer fallas o daños en órganos del aparato circulatorio (dificultad para funcionar el corazón y más riesgo de enfermedad cardíaca), renal (por los fármacos y químicos que dañan los riñones, haciendo que funcionen de manera deficiente) y hepático (con la edad disminuye la cantidad de sangre al hígado y el tratamiento oncológico empeora esto).
- Los pulmones quedan débiles por el tratamiento, por lo que es posible que se vuelvan más graves infecciones respiratorias como la gripe, catarro, bronquitis o neumonía. Además de que aumenta la posibilidad de desarrollar Enfisema Pulmonar, ASMA y EPOC.
Qué son los cuidados paliativos
Los Cuidados Paliativos podemos definirlos como la atención especializada de personas que viven con enfermedades serias que producen sufrimiento o amenazan la vida, buscando el alivio de los síntomas y del impacto emocional-social-espiritual. Los cuidados paliativos no solo trabajan con el paciente sino también con su entorno afectivo (familiares, amistades, compañeros de trabajo o estudio) y deben comenzar desde el momento en que se diagnostica una enfermedad grave.
Esto rompe el mito de que se trata solo de cuidados para personas que van a fallecer, ya que si comenzamos cuando se tiene el diagnóstico aún ignoramos como va a evolucionar la patología.
Un estudio realizado en Boston (Massachussets, Estados Unidos) demuestra que los pacientes con Cáncer de Pulmón viven más si reciben Cuidados Paliativos y abordaje oncológico, que si solo reciben tratamiento oncológico. Por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a incluir los cuidados dentro de las Coberturas Universales de Salud (CUS) y es responsabilidad de las agencias de salud públicas.
En Argentina se creó el primer equipo de cuidados para pacientes oncológicos en la década de 1980 por parte de un grupo de voluntarios de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) en la localidad de San Nicolás (provincia de Buenos Aires). Esto alentó a la creación de grupos similares en los Hospitales Garrahan, Gutiérrez y Roffo de la Ciudad de Buenos Aires. En la actualidad hay Equipos de Cuidados Paliativos en los principales hospitales nacionales, provinciales, municipales, y en las clínicas de gestión privada. Las provincias de Rio Negro y Neuquén ofrecen servicios en todo su territorio. En el resto del país los equipos suelen centralizarse en las ciudades más importantes.
Qué podemos hacer como Cuidadores o Personal de Enfermería de un paciente con Cáncer de Pulmón
- Evitar caer en los “cercos de silencio” y favorecer una comunicación empática, asertiva, honesta y amable. Si el paciente sabe lo que tiene puede adherir mejor al tratamiento. Además de que la confianza con su cuidador repercutirá en su salud.
- Cuidar su higiene, lo que ayuda a prevenir las infecciones, mejorar la circulación sanguínea y lograr relajación. Además, el arreglo personal ayuda a mejorar la autoestima del paciente y a permitir que pueda seguir realizando sus actividades cotidianas.
- Siempre hay que respetar su autonomía: si algo lo puede hacer solo hay que dejarlo, pedir consentimiento para tocar su cuerpo si es necesario higienizar alguna parte, afeitar o depilar, y respetar el pudor si no desea ser visto desnudo. Los cuidados deben partir de un Enfoque de Capacidad de la persona.
- Cuidar su alimentación: la caquexia o pérdida de masa corporal es común en pacientes oncológicos. También puede aparecer anorexia o falta de deseos de alimentarse. En estos casos no se le debe forzar a comer, pero si podemos ayudar estableciendo horarios de comidas, aumentando o disminuyendo las porciones según sus necesidades del momento, invitarle a cocinar dado que la alimentación es un acto socio-cultural, evitar las nauseas y vómitos con medidas preventivas (por ejemplo, no exponerlo a malos olores durante la comida), cuidar la buena postura y proveer un ambiente relajado para alimentarse.
- Controlar la hidratación del paciente, aún cuando haya que recurrir a hidratación subcutanea mediante sondas.
- Controlar que el paciente cumpla con la medicación recetada, estando atentos a los efectos secundarios de la misma, como son las alergias. En esos casos comunicarse con el profesional recetante para ver alternativas. Si es necesario, utilizar un pastillero con los días de la semana en que corresponde cada fármaco y la dosis correcta.
- Si la medicación es inyectable, controlar que las agujas estén limpias y aplicar en zonas de la piel no lesionadas. Controlar que los parches no dañen la piel provocando úlceras o gangrenas.
- Ver los efectos secundarios de la medicación.
- Controlar y aliviar los dolores, ya sea aplicando medicación, con masajes, meditación/relajación o consultando a un profesional especializado.
- Tener en cuenta la salud mental del paciente y de su familia, aliviando siempre que sea necesario. Que se mantenga cerca de su entorno cercano y vínculos sociales va a mejorar su estado de ánimo y ayudar al tratamiento.
En el PORTALGERIATRICO hay un interesante artículo sobre Cuidados de Enfermería para Pacientes Oncológicos.
Las patologías oncológicas suelen ser una situación potencialmente traumática tanto para la persona que lo padece como su entorno cercano (familiares, amistades, comunidad de pertenencia). El cáncer de pulmón tiene el añadido de ser el de mayor letalidad.
Sin embargo, se puede prevenir y tratar en la actualidad. En caso de resultar incurable, podemos acompañar a la persona que lo padece para aliviar sus síntomas y mejorar su calidad de vida en los últimos momentos.
Mantenernos informados, ser empáticos y comunicativos, y siempre ejercer con responsabilidad nuestra profesión de cuidadores, acompañantes o enfermeras es lo mejor que podemos hacer por nuestros pacientes y sus familias.