La osteoporosis es la pérdida de masa ósea. Es un adelgazamiento de los huesos que los hace frágiles y vulnerables. Hay dos tipos de osteoporosis: la I, que se presenta en las mujeres después de la menopausia; y la II, que afecta tanto a hombres como a mujeres, después de los 70 años de vida. También existe osteoporosis juvenil, no muy frecuente.
Cuando los huesos se vuelven frágiles se corre un mayor riesgo de sufrir fracturas, en especial de vértebras, muñeca y cadera (estas son las más comunes). El proceso se acompaña a veces de un intenso dolor y en algunos casos se pierde estatura a causa del encorvamiento que produce la fractura de vértebras.
¿Qué la causa?
A partir de los 30 años, todas las personas inician un proceso de pérdida de la masa ósea, de manera que una mujer, hacia los 80-85 años de edad, ha perdido entre un tercio y la mitad de la densidad ósea que tenía a los 30. La osteoporosis se presenta si en los primeros años de vida no se acumuló suficiente calcio o si la pérdida es mayor a lo normal por diferentes factores.
El cigarrillo, los problemas de tiroides o de paratiroides, la cafeína, el alcohol, la vida sedentaria, el consumo de medicamentos derivados de la cortisona y la heparína (sustancia que evita la formación de coágulos en la sangre) provocan una mayor pérdida de masa ósea.
La menopausia es un factor de riesgo debido a que el metabolismo de los huesos en las mujeres depende de los estrógenos, que desaparecen en esa etapa. Con la menopausia, los huesos pierden su contenido mineral.
Diagnóstico
Existe un examen radiológico, llamado densitometría ósea, que permite cuantificar qué grado de osteoporosis se tiene, si es leve, moderada o severa y si hay riesgo de sufrir fracturas.
Sin embargo, es una prueba que no se hace masivamente porque es muy costosa. Otra prueba es el ultrasonido calcáneo.
Tratamientos
Mantener hábitos de vida saludable es el tratamiento principal, como una dieta equilibrada rica en calcio, dejar de fumar y el consumo excesivo de alcohol, también realizar ejercicio diariamente con control para evitar caídas. Además, algunas personas pueden requerir suplementos de calcio y vitamina D. Existen dos tipos de tratamientos para combatir la osteoporosis:
Tratamiento antirresortivo: evita la pérdida de masa ósea. Dentro de este grupo se incluyen fármacos como los bifosfonatos (alendronato, risedronato, zoledronato…), denosumab, moduladores selectivos de receptores de estrógenos (raloxifeno, bazedoxifeno) y estrógenos.
Tratamiento osteoformador: como su nombre indica, estimula la formación de nuevo hueso y dentro de este grupo se incluye la teriparatida. Por último, el fármaco que presenta un mecanismo de acción mixto (antiresortivo y osteoformador) es ranelato de estroncio.
Riesgo de caída
Existen algunos factores modificables que propician las caídas de los ancianos y que se pueden modificar para reducir el riesgo, como el consumo de sedantes. Estas sustancias aumentan la posibilidad de que sucedan las caídas y aparezcan las fracturas.
Otros fármacos como los antihipertensivos, los barbitúricos y los hipoglucemiantes también se han asociado al aumento de riesgo de caídas.
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Existen distintos tipos de osteoporosis:
- Posmenopáusica: la causa principal es la falta de estrógenos. En general, los síntomas aparecen en mujeres de 51 a 75 años de edad, aunque pueden empezar antes o después de esas edades.
- Senil: resultado de una deficiencia de calcio relacionada con la edad y de un desequilibrio entre la velocidad de degradación y de regeneración ósea. Afecta, por lo general, a mayores de 70 años y es dos veces más frecuente en las mujeres que en los varones.
- Secundaria: Puede ser consecuencia de ciertas enfermedades, como la insuficiencia renal crónica y ciertos trastornos hormonales, o de la administración de ciertos fármacos, como corticoesteroides, barbitúricos, anticonvulsivantes y cantidades excesivas de hormona tiroidea.
Fuentes: https://inforeuma.com/enfermedades-reumaticas/osteoporosis/, https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/musculos-y-huesos/osteoporosis.html