Cada año, centenas de miles de argentinos brindan atención no remunerada a sus seres queridos con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Si bien la prestación de cuidados puede ser necesaria y gratificante, también puede generar riesgos para la salud de los cuidadores familiares. De hecho, la mala salud de los cuidadores es una de las principales razones por las que las familias buscan una vida para personas mayores.
¿En qué se diferencia el cuidado de personas con demencia?
Solo el 26% de los cuidadores familiares ayudan a los adultos con demencia, lo que los convierte en una minoría incluso dentro de la comunidad de cuidadores. Sin embargo, una investigación significativa sobre la demografía apunta a desafíos específicos, incluidos el nivel de intensidad y la duración de la atención:
Es más probable que los cuidadores de personas con demencia brinden “atención de alta intensidad”, según el índice de nivel de atención, una medida que utilizan los médicos para evaluar la cantidad de atención que necesita un paciente. Esto significa que las personas que cuidan a sus seres queridos con demencia ofrecen ayuda con más actividades de la vida diaria (AVD) y dedican más tiempo cada día a la prestación de cuidados que los cuidadores que no cuidan a personas con demencia.
Más de la mitad de los cuidadores de personas con demencia brindan atención durante cuatro años o más, mucho más tiempo del que los demás cuidadores.
Las personas con demencia suelen requerir más supervisión, expresan menos gratitud por la ayuda que reciben y, generalmente, se deprimen más.
Los riesgos emocionales de cuidar a un adulto con demencia
Según un estudio del University College of London los cuidadores de personas con demencia tienen niveles más altos de estrés, más síntomas de depresión y ansiedad, y niveles más bajos de bienestar que los otros cuidadores. Ademas, los cuidadores que no se sienten preparados experimentan efectos de salud mental más significativos que aquellos que eligieron o esperaban brindar atención.
Peligros para la salud física de cuidar a alguien con demencia
En general, casi uno de cada cuatro cuidadores siente que sus responsabilidades de cuidado han empeorado su salud física. Ese número aumenta en el caso de los cuidadores que informan estar solos: casi la mitad de los cuidadores solitarios sienten que su salud se ha visto afectada negativamente. Las condiciones crónicas, el estrés persistente del cuidador y el descuido de la salud personal contribuyen al impacto físico del cuidado de personas con demencia.
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