Existen algunos signos, sensaciones físicas, cambios en la conducta, y respuestas de los otros que nos llaman a cuestionar nuestro mundo emocional para comprenderlo mejor.
1 Preste atención a sus sensaciones corporales
Por ejemplo: sudoración, cambios en el ritmo de cardiorespiratorio, tensión muscular, enrojecimiento de la piel. El cuerpo es sabio y habla.
2 Identifíquela
Intente identificar, ponerle un nombre a todo eso que siente.
3 Acepte sus emociones
No las niegue; entiéndalas de manera consciente.
4 Recuerde que esas emociones no son permanentes
Aunque son momentos difíciles, todo va a pasar.
5 Pregúntese e investigue
Explore qué es lo que puede desencadenar esa emoción, por qué se siente así.
6 Deje ir la necesidad de controlar
Las emociones se administran, gestionan, regulan y transitan gracias a la inteligencia emocional: siempre puede estimularla y enriquecerla.