¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad de las articulaciones cuya frecuencia aumenta a medida que la persona envejece. Prácticamente 8 de cada 10 personas de más de 50 años se ven afectadas.
El proceso comienza en el cartílago que recubre la articulación, que va adelgazando de forma desigual sobre la superficie articular. Este proceso aumenta a medida que transcurre el tiempo pudiendo incluso desaparecer prácticamente el cartílago en los últimos estadios de la enfermedad.
Al mismo tiempo, la cápsula articular se torna más gruesa y se produce más líquido sinovial (que actúa como lubricante), por lo que la articulación puede aparecer hinchada. Además de la degeneración del cartílago, se produce crecimiento del hueso (“picos de loro” u osteofitos) que puede causar inflamación de los tejidos que rodean la articulación.
La artrosis puede afectar todas las articulaciones del cuerpo, pero se produce con mayor frecuencia en las manos (base del pulgar y nudillos de los dedos) rodillas, caderas y columna vertebral.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis?
Rigidez articular y dolor, que generalmente suele empeorar con la actividad de la articulación afectada y mejorar con el reposo.
- Dolor de espalda, si afecta a la columna vertebral.
- Disminución de la movilidad de las articulaciones afectadas.
- Posible hinchazón ocasional de las articulaciones afectadas.
- Posibles chasquidos de la articulación durante el movimiento.
- Generalmente no se asocia con enrojecimiento o calor de la articulación afectada.
¿Quién tiene mayor riesgo de padecerla?
La artrosis no es hereditaria, pero los siguientes factores aumentan el riesgo de padecerla:
- La obesidad: tener sobrepeso durante varios años sobrecarga las articulaciones y puede desgastarlas.
- La sobrecarga de las articulaciones causada por las actividades profesionales.
- La sobrecarga de las articulaciones producida por la actividad física o el envejecimiento.
- El daño en la articulación causado por fracturas previas, sobre todo cuando éstas afectan a la normal congruencia articular (las superficies articulares deben encajar una con otra) o producen una sobrecarga por quedar un miembro más largo que otro o quedar girado respecto a su eje.
¿Cómo se diagnostica la artrosis?
- La obesidad: tener sobrepeso durante varios años sobrecarga las articulaciones y puede desgastarlas.
- La sobrecarga de las articulaciones causada por las actividades profesionales.
- La sobrecarga de las articulaciones producida por la actividad física o el envejecimiento.
- El daño en la articulación causado por fracturas previas, sobre todo cuando éstas afectan a la normal congruencia articular (las superficies articulares deben encajar una con otra) o producen una sobrecarga por quedar un miembro más largo que otro o quedar girado respecto a su eje.
Cómo se diagnostica la artrosis?
- A través de la historia clínica y el examen físico realizado por un médico.
- Las radiografías permiten saber si un paciente tiene artrosis. Pero a menudo no hay relación entre la intensidad del dolor que siente el enfermo y la gravedad radiológica de la artrosis. El dolor y la limitación de la movilidad permiten orientar el diagnóstico.
- Se pueden realizar análisis de sangre para descartar otras enfermedades inflamatorias que también presentan dolor articular y que tienen una causa y un tratamiento diferente.
¿Cómo se trata la artrosis?
- Aplicar calor para aliviar el dolor durante 20 minutos tres o más veces al día, sobre las articulaciones dolorosas y rígidas. Se pueden utilizar distintas fuentes, como bolsas de agua caliente, mantas eléctricas, lámparas de infrarrojos, baños de agua caliente.
- Nadar en agua caliente puede ser beneficiosa.
- La artrosis seria de cervicales pude aliviarse llevando un collarín blando durante algunas horas del día.
- El masaje de la musculatura que hay alrededor de las articulaciones puede aliviar el dolor.
- Dormir en un colchón firme, que no se hunda, puede disminuir el dolor en la columna vertebral.
- La enfermedad leve a moderada puede tratarse con éxito mediante analgésicos que no precisan receta médica como aspirina o paracetamol (si tiene o ha tenido problemas estomacales debe consultar con su médico).
Si el dolor es más intenso, el médico de cabecera puede prescribir un anti-inflamatorio (si lo considera adecuado para el paciente) o un analgésico más potente que lleve codeína asociada al paracetamol.
Si la enfermedad avanza hasta llegar a afectar seriamente la movilidad del paciente, el médico de cabecera o el reumatólogo pueden considerar la cirugía para reemplazar la cadera o la rodilla afectadas.
Después de la cirugía, el paciente deberá permanecer en el hospital alrededor de 2 semanas y será necesario un periodo de fisioterapia y rehabilitación para recobrar la fuerza muscular.
Se espera que las articulaciones artificiales modernas puedan funcionar correctamente durante más de 20 años.
Previsiones
A pesar del gran progreso realizado con las articulaciones artificiales, desgraciadamente todavía muchas personas tienen que vivir con su artrosis y el dolor diario que ésta les causa. De vez en cuando, los pacientes deben visitar a su médico para valorar la enfermedad y hablar sobre el plan del tratamiento. Los médicos generales pueden dar consejos para ayudar al paciente a entender la enfermedad y a ser capaz de afrontarla.
¿Cómo se puede prevenir la artrosis?
Generalmente no es posible prevenir completamente la enfermedad. Para reducir la gravedad y los efectos que la artrosis causa se recomienda controlar el peso en valores normales para la altura y la estructura corporal, mantenerse físicamente activo y evitar la sobrecarga excesiva en las articulaciones a medida que se envejece.
Autor: Revisado por Dra. Ana María Rodríguez García, especialista en Reumatología