La Universidad Católica Argentina (UCA) cuenta con 15 facultades, dicta más de 60 carreras y tiene sede en Buenos Aires, Mendoza, Paraná y Rosario.
“La Universidad Católica, en cuanto Universidad, es una comunidad académica, que, de modo riguroso y crítico, contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y de la herencia cultural mediante la investigación, la enseñanza y los diversos servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales. Ella goza de aquella autonomía institucional que es necesaria para cumplir sus funciones eficazmente y garantiza a sus miembros la libertad académica, salvaguardando los derechos de la persona y de la comunidad dentro de las exigencias de la verdad y del bien común.” (Ex Corde Ecclesiae, Parte I)
¿Cúal es el perfil de enfermero al que apuntan en la UCA?
Nuestro perfil es el enfermero que lidera, que tiene la capacidad de pensar. Intentamos formar profesionales con conocimiento racional. De los que se anotan, no todos van a ser enfermeros; yo puedo tener la capacidad de formarlos, pero hay personas que no dan con ese perfil.
Ofrecemos una educación muy individualizada, conocemos a cada alumno con nombre y apellido. Cuando veo que alguno está medio perdido, lo invito a tomar un café. Siento que si bien no es mi función, es importante demostrarle que soy enfermera y dentro de la enfermería el valor humano va ante todo.
¿Cuál es el enfoque de la carrera?
Nuestro enfoque se basa en las necesidades insatisfechas. Trabajamos con las necesidades humanas, más allá de la patología que acompañamos. Hacemos hincapié en el profesionalismo.
¿Cómo son las prácticas?
En el primer semestre los alumnos tienen una materia donde se los entrena desde el conocimiento para poder hacer la práctica.
Las prácticas las realizan en el Hospital Británico, que es un hospital escuela y como tal está acostumbrado a trabajar con alumnos, eso es muy importante.
Cuando los alumnos van al campo práctico, tienen que estar en la sala diez minutos antes. Es muy importante recibir la guardia porque si nos perdemos eso, no sabemos qué pasó.
Después se les pregunta «¿qué anotaste?», «¿qué entendiste?» y ahí empezamos a construir lo que le pasa al paciente, por qué está internado. Esos diez minutos son un montón de conocimiento.
Las prácticas del grado de Enfermería son una parte fundamental de la formación de los futuros profesionales, ya que constituyen una primera toma de contacto con el trato con los pacientes y familiares, con el entorno hospitalario y sanitario y con el que va a ser su trabajo cuando concluyan sus estudios. Este período representa para los alumnos la oportunidad de poner a prueba los conocimientos que han ido adquiriendo sobre las diversas materias.
A los alumnos de primero se les busca pacientes adultos mayores para que aprenden a hacer higiene y confort, acompañamiento, asistencia en la dieta, en la movilización y en la comunicación.
A los alumnos de segundo año (que ya vieron patología), se les busca un paciente más complejo (alguno que tenga sondas u otro tipo de dispositivo).
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¿Cómo fue la cursada en la virtualidad?
La carrera era nueva y la pandemia fue un desafío. Armé un mini hospital en mi cuarto, con muñecos de RCP, sondas, esqueletos.
Otra de las estrategias consistió en que los alumnos vayan haciendo sus propios dispositivos, «¿cómo colocamos la vía periférica?» ;«bueno, con lo que tengo en casa armo un brazo» Y armaban simuladores divinos con telgopor, medias elásticas, algodón, porcelana, guata, etc. Con tubos de nebulizadores hacían para canalizar las venas, un súper desafío.
Cuando volvimos no estaba habilitado el hospital, pero si se había habilitado la simulación clínica, entonces la hacían allá. Era muy difícil recibirse sin las materias prácticas. En simulación hicimos todo, pudimos convalidar horas de campo práctico también.
La simulación clínica es una metodología utilizada para formar profesionales de la salud, que recrea un contexto similar al real. En Enfermería permite exponer a estudiantes a la práctica de manera temprana, para que adquieran habilidades y competencias profesionales antes de llegar al paciente.
Durante la práctica, los participantes interaccionan y toman decisiones de manera análoga a como lo harían en el mundo real, pero sin ningún riesgo para el paciente. Además, la simulación incluye un proceso de reflexión posterior a la práctica (debriefing) como técnica educativa innovadora.
“Intentamos formar profesionales con conocimiento racional”.
Ivanna Saldívar, directora de la Carrera de Enfermería de la UCA.
¿Cómo crees que fue cambiando la enfermería respecto de lo que era hace 30 años?
Hoy estamos en ebullición entre el saber y el hacer, antes era mucho el hacer. En enfermería se trabaja mucho con protocolos. Si llega un paciente infartado, primero tenés que tener conocimientos de cardiología, son minutos críticos donde uno está solo. Tenemos procesos donde trabajamos bajo lenguajes estandarizados donde el enfermero diagnostica desde su disciplina.
Lo técnico es importante, pero el conocimiento es el peso sustentable. El conocimiento tiene que ir de la mano con el hacer, pero el saber va sobre todo. Una persona que es profesional en el área de enfermería que no sabe desarrollar su pensamiento crítico, del porqué lo hago, no está preparado para ejercer.
Otra cuestión importante es la tecnología, tenemos que ir capacitándonos porque, por ejemplo, el respirador que yo utilizaba ya no existe. Ahora hay respiradores que apretás un botón y te hablan. Hay que aprender a programar eso, porque si está funcionando mal lo ves en el paciente.
“Desde que entrás en contacto con el paciente todo es un desafío”.
Ivanna Saldívar, directora de la Carrera de Enfermería de la UCA.
¿Cómo está la enfermería en Argentina?
En Argentina falta empoderarnos en la atención primaria, básicamente por falta de presupuesto. El día que las grandes esferas tomen conciencia sobre el empoderamiento de un enfermero en el primer nivel de atención, como en los países desarrollados, va a haber un cambio abismal en el segundo nivel, en el hospital, no vamos a tener hospitales colapsados.
En la atención primaria hay enfermeras trabajando en la comunidad, haciendo prevención y promoción, por ejemplo, en las escuelas. En la UCA tenemos una materia que se llama Salud Comunitaria y siempre les digo a los alumnos que está en ellos hacer el cambio. Las nuevas generaciones tienen que hacer el cambio para empoderar la Salud Pública, darle el lugar que se merece.
Hay que hacer hincapié en la atención primaria porque un paciente hospitalizado con un infarto o con un ACV luego se va con secuelas. Hay que hacer prevención, promoción, educación para la reinserción de ese paciente a su hogar, a su comunidad, ya que no se va el mismo paciente que ingresó.
La atención básica en enfermería se clasifica en:
Comprende estrategias que promuevan la buena salud y la prevención de enfermedades mediante charlas educativas dirigidas al individuo, la familia y la comunidad. Esta atención es más educativa que asistencial.
Comprende la atención hospitalaria y va dirigida al enfermo por lo que es más asistencial. En este nivel el paciente debe ser atendido de manera personal y humanitaria, respetando sus derechos a la intimidad y a sus creencias. Es importante que el enfermero o enfermera hable con el paciente para que le transmita confianza y seguridad eso favorece una exitosa recuperación.
Comprende el proceso de rehabilitación al cual el paciente debe ser sometido después de haber recibido un tratamiento o intervención quirúrgica. Esta rehabilitación puede ser psicológica o de fisioterapia de acuerdo a la patología tratada y busca en lo más posible recuperar la vida normal que tuvo el paciente antes de enfermarse. Una buena labor de enfermería favorecerá en gran medida el éxito de la rehabilitación del paciente.
¿Cómo impactó la pandemia en la carrera de enfermería?
Así como la enfermería creció en la visibilidad, no creció en el reconocimiento. El Consejo General Mundial de Enfermería está preocupado porque hay más de un 40% de enfermeros que va a decir basta, están sobresaturados por un montón de cuestiones políticas, socioeconómicas, etc.
“En Argentina falta empoderar la atención primaria”.
Ivanna Saldívar, directora de la Carrera de Enfermería de la UCA.
¿Cuáles son los principales desafíos del enfermero?
Es un desafío grande, tenemos mucha responsabilidad en nuestras manos. Detrás de un paciente siempre hay un ser humano: no es «el de la cama 36», tiene nombre y apellido. Desde que abrís la puerta y entrás en contacto con el paciente, todo es un desafío. No es para cualquiera, a uno le puede gustar mucho ser enfermero, pero no todos pueden ejercerlo, hay que hacerlo con calidad.
Desde que la persona nace hasta que muere, estamos ahí, acompañando. La muerte es el final de la vida, pero con la mirada de que es una etapa más. Acompañar al paciente al buen morir es una de nuestras funciones fundamentales. Es muy difícil y hay que entrenar a los alumnos. De hecho, ellos ven Ética desde esa mirada biologicista, ver la muerte como parte de la vida. ¿Nos va a doler? Si. Como duele ver a una madre despidiéndose de su hijo de siete años en pediatría. El año pasado una alumna me dijo: «no puedo entrar». Está bien, uno tiene que entenderlo. Yo entré, y también me hizo mal, iban a sedar a una mujer y el enfermero tiene que estar ahí, acompañando. No está mal después salir y llorar.
Este trabajo es en equipo, en la terapia muchas veces nos sentamos y hacemos una reflexión de cómo actuamos como grupo: ¿nos entendimos?, ¿nos pudimos comunicar?, ¿fue un fracaso?, ¿por qué? Es muy importante no mirar el error, sino pensar en qué se puede mejorar.
En el proceso del buen morir se busca que la persona que está por fallecer lo haga en paz, desde la presencia, la tranquilidad, y rodeada de mucho amor. La participación de los seres queridos es vital, por lo que también se les guía para que puedan manejar su propio duelo, y acompañar de corazón al que está por partir.
“Con la pandemia la enfermería creció en visibilidad pero no en reconocimiento”.
Ivanna Saldívar, directora de la Carrera de Enfermería de la UCA.
¿Cuál crees que es el fuerte del enfermero argentino?
El enfermero argentino tiene mucha formación. Son cinco años de formación holística donde se estudia al individuo en todas las etapas de la vida, se ve todo el ciclo vital completo (el neonato, el niño, el adulto, la embarazada, del adulto mayor) y se pasa por todos los sectores (hemodinamia, hemodiálisis, endoscopia, etc.) Luego cada uno elige una especialidad: docencia, investigación, clínica, etc.
Hay personas que son muy teóricas, pero cuando la llevás de la teoría a la práctica, no tiene empatía, no se puede comunicar bien. Y tal vez esa enfermera pone todo de sí y puede ser una muy buena investigadora, que tanto nos hace falta, ese es su fuerte.
De hecho en la Universidad de Buenos Aires tuve un montón de alumnas con este perfil, y hoy son grandes investigadoras de laboratorio, son necesarias en ese ámbito. La enfermería es muy amplia y no tiene techo. Una elige donde quiere estar y donde te hace feliz. Donde no te hace feliz, no tenés que estar.
“Un profesional de la enfermería que no sabe desarrollar su pensamiento crítico no está preparado para ejercer”.
Ivanna Saldívar, directora de la Carrera de Enfermería de la UCA.
Licenciatura en enfermería: 5 años
Enfermero/a universitario/a (título intermedio): 3 años
Las inscripciones se realizan en marzo y todas las materias son cuatrimestrales
Derecho de inscripción $5,628.00
Arancel (1 matrícula y 11 cuotas) $15,195.00
Sobre Ivana Saldívar
Se recibió de Enfermera Universitaria y luego completó la Licenciatura en la Universidad de La Plata.
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