El cuidado de personas en una Residencia Geriátrica ofrece oportunidades sociales, el compromiso cognitivo y una mejor calidad de vida para los adultos mayores sobretodo para aquellos que padecen de deterioros cognitivos y problemas con la memoria.
Según estudios internacionales realizados en 2019 las personas con demencia que reciben atención de personal altamente capacitado reportan menos síntomas y visitas médicas que las que no reciben dicha atención.
Además, los investigadores señalan que una atención fiable reduce el estrés y el agotamiento de los miembros de la familia.
Sin embargo, para beneficiarse del cuidado de la memoria, es muy importante que los adultos mayores y los miembros de su familia tengan una conversación sobre cómo hacer la transición a una Residencia.
Si bien cada persona y cada familia es diferente, recomendamos los siguientes consejos para lograr una buena conversación:
Consejo 1: Conseguir el apoyo del círculo familiar íntimo
Antes de acercarse a su padre o pariente mayor sobre la mudanza a una Residencia Geriatrica, póngase en contacto con los miembros de la familia que puedan estar involucrados en la decisión para asegurar un frente unido.
Varias estrategias pueden simplificar este proceso, particularmente si los hermanos adultos u otros parientes tienen opiniones diferentes en cuanto al cambio.
Practicar la escucha activa
¿Que es la escucha activa?
La escucha activa es una táctica de comunicación basada en la empatía. Si bien es fácil formular la propia respuesta mientras los demás están hablando, especialmente en situaciones emocionales, la escucha activa contrarresta esto y anima a los participantes de la conversación a permanecer en el presente.
Las características de la escucha activa incluyen:
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Declaraciones
Como “entiendo que esta situación es frustrante” o “puedo decir que esto es difícil para vos” permiten a los demás saber que estás considerando sus sentimientos.
Parafrasear y pedir aclaraciones
Reescribir las declaraciones de alguien no sólo muestra que estás prestando atención, sino que también les da la oportunidad de explicar más o redirigir los malentendidos.
Frases como “Suena como…” y “Entonces, lo que te escucho decir…” pueden ser puntos de entrada efectivos para resumir los puntos de un ser querido e invitar a una mayor discusión.
Use frases con “Yo”. Este consejo común se repite por una razón. Las frases con “Yo”, como “Siento que mamá no está segura en casa”, se centran en los sentimientos, en lugar de dirigir la ira o el juicio a otra persona.
Haga preguntas y sienta curiosidad. Las preguntas pueden darle claridad al punto de vista de otra persona. Algo como: “¿Qué es lo que te preocupa de que mamá se mude a una Residencia?” permite que la otra persona comparta su perspectiva.
Buscar una opinión externa y de confianza
En situaciones en las que las familias luchan por ponerse de acuerdo, una persona con experiencia en la vida de los adultos mayores o en su salud puede ayudar a llegar a un consenso.
Las familias pueden acudir al médico clínico de sus padres o a un neurólogo para obtener una opinión profesional.
Si sus padres aún no se han hecho un examen neuropsicológico o hace tiempo que no se lo hacen, ahora es el momento. Esto ayuda a determinar si el miembro de la familia muestra o no síntomas de Alzheimer o demencia, así como el grado de avance de la enfermedad.
Además, los médicos preguntarán a los cuidadores sobre cualquier cambio que hayan observado, y también usarán herramientas de examen cognitivo.
En muchos casos, una visita completa al médico puede solidificar la decisión de mudar a un padre a una Residencia.
Detallar la experiencia del cuidador principal
A menudo, pueden surgir tensiones entre el hermano que cuida regularmente del padre y sus otros hermanos adultos. Si bien los síntomas del Alzheimer y la demencia pueden no ser fáciles de observar a partir de una sola interacción, el cuidador familiar principal de un adulto mayor tiene una visión más completa.
Recomendamos a los cuidadores que lleven un diario y que compartan las actualizaciones regulares con sus hermanos.
Esto puede hacer que otros familiares estén al tanto de lo que sucede con la condición de su padre, así como ayudarles a entender por qué puede ser necesario el cuidado de la memoria y la mudanza a una Residencia.
Consejo 2: Conocer y recorrer distintas Residencias Geriátricas por su cuenta
Es importante que las familias conozcan alternativas de instalaciones antes de mencionárselo a los padres. De esta manera, pueden hacer referencia a actividades específicas de las Residencias y de los servicios que creen que sus padres o sus seres queridos mayores apreciarán.
Hay otra ventaja clave de buscar una instalación con anticipación: En caso de una caída repentina, una lesión o una situación de deambuleo peligroso, las familias pueden elegir y trasladar más rápidamente a su ser querido.
Los padres a menudo dirán, ‘No me vas a mandar a un geriátrico’. Es importante entender que la percepción del pasado no mucho tiene que ver con las Residencias para personas mayores de hoy en día.
Recomendamos la lectura del siguiente articulo:
Consejo 3: Considerar a quién incluir en la conversación
Mientras que algunos adultos mayores pueden valorar las opiniones de un grupo grande, involucrar a toda la familia puede hacer que se sientan abrumados y a la defensiva.
Consejo 4: Elegir el lugar y la hora adecuada
Una vez que usted haya decidido quién participará en la conversación, es momento de sentar las bases para que sea constructivo:
Tengan la conversación por la mañana: una conversación durante el desayuno no sólo hace más probable que los adultos mayores sean más agudos mentalmente, sino que también minimiza el potencial de agitación e ira causado por el síndrome del atardecer
Mantenga el nivel de comodidad y privacidad de su familiar: hable en un lugar donde se sienta seguro y confiado . Siempre que sea posible, es mejor hablar personalmente.
Utilice el lenguaje corporal y de señales visuales de apoyo: a medida que la demencia avanza, la confusión se intensifica y las señales físicas se vuelven aún más cruciales.
Proporcione tranquilidad durante toda la conversación haciendo contacto visual, sonriendo e incluso sosteniendo la mano de su ser querido.
Consejo 5: Establecer una línea central
En las conversaciones familiares puede pasar que cada persona use un argumento diferente cuando hable con su ser querido. Algunos posicionaran la mudanza como una solución temporal, mientras que otros dirían que su padre se está mudando definitivamente.
Del mismo modo, algunos miembros de la familia se compadecerían de las dificultades para adaptarse a un nuevo entorno, mientras que otros hablarían de los aspectos positivos de vivir en una Residencia.
Para lograr que todos sigan una misma línea aconsejamos centrarse en los beneficios de las Residencias, como por ejemplo en la amabilidad del personal, la limpieza de las instalaciones, las comidas nutritivas, las oportunidades de sociabilizacion y la gran cantidad de actividades que ofrecen.
Hablar de “por ahora” y no para siempre
Es recomendable no comunicarle al familiar que allí se quedará durante el resto de su vida. Es mejor decir “acá es donde pensamos que estarás más contenida por ahora. Ellos pueden ayudarte a mejorar”.
No quedar como el malo
Como miembro de la familia, siempre que sea posible, trata de no convertirte en el malo. Deci algo como “sé que querés vivir en tu casa, pero el doctor insiste”.
Cambiar la responsabilidad personal de la decisión puede ayudar a preservar la relación con su ser querido.
Qué hacer cuando el familiar mayor se niega a mudarse a una Residencia Geriátrica
Si usted presentó los beneficios de mudarse a una residencia, expresó su preocupación por su seguridad, consulto con médicos y expertos y sus padres siguen negándose, es normal.
Si actualmente se encuentra en estas circunstancias, le damos los siguientes consejos para aumentar la receptividad de su ser querido.
Trate de entender la emoción que hay detrás
Ninguno de nosotros quiere irse de su casa. Ninguno de nosotros quiere dejar de manejar un auto.
Es esencial empatizar con lo aterrador y desconocido que puede parecerle a un adulto mayor un nuevo hogar o un nuevo estilo de vida.
Tener esto siempre presente ayudará a tranquilizarse en cualquier conversación.
Póngase en el lugar de sus padres
Un padre con Alzheimer u otra forma de demencia actuará de manera diferente a como lo hacía antes. Puede ser útil recordar las creencias, opiniones y valores que tenían antes de que su condición progresara, y usarlos como guía al tomar decisiones.
“Necesitaba que mi mamá volviera a ser mi mamá y necesitaba ser su hija nuevamente, pero yo era su cuidadora. Ahora que tengo a otra persona que la cuida, puedo tener esa relación de nuevo. Me pregunté: “¿Qué es lo mejor para esta persona y cómo puedo mantenerla a salvo?”. Sé que mi mamá está a salvo ahora “.
Graciela Palacios, 57 años. Almagro.
Encuentre apoyo y deje ir la culpa
Hablar de una Residencia Geriátrica para sus padres puede hacer surgir emociones complejas. Así como es importante cuidar a su ser querido, también es fundamental establecer prioridades y estar al tanto de usted mismo. Recomendamos:
Unirse a un grupo de apoyo.
Hablar con un psicólogo.
Conservar su relación con sus padres o parientes, y recordar que trasladarse a una residencia es sobretodo un acto de amor.
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