Los ultimos resultados del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicados preliminarmente en el Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad, indicarian que el 10,2% de la población de la Argentina tiene algún tipo de discapacidad.
Definición de discapacidad
El estudio permite clarificar y deliminitar lo que es la discapacidad. Desde el punto de vista puramente teórico, según la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) publicada en 2001 por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2001), se considera que la discapacidad es toda limitación en la actividad y restricción en la participación, originada en la interacción entre la persona con una condición de salud y los factores contextuales (entorno físico, humano, actitudinal y sociopolítico), para desenvolverse en su vida cotidiana, dentro de su entorno físico y social, según su sexo y edad.
Prevalencia de las discapacidades por sexo y edad
Según la información, entonces, mas de 4 millones de argentinos o bien portan la discapacidad o bien la acompañan como pueden durante la vida cotidiana, prestando ayuda o asistencia, y compartiendo el presupuesto del hogar para la satisfacción de necesidades que muchas veces se suman a las comunes y corrientes. Es imposible ignorar a partir de aquí la trascendencia que este tema tiene para un importante sector de nuestra sociedad.
Lo que las cifras también revelan claramente es que la discapacidad afecta a las personas en todo su ciclo vital y se agudiza con el paso del tiempo. Se puede nacer con una discapacidad o se la puede adquirir en algún tramo de la vida, y además puede ser de diversos tipos, una sola o varias, y los afectados pueden ser niños, adultos jóvenes y adultos mayores. También según el informe, si bien 5 de cada 10 “viejos” padecen alguna discapacidad, tal vez uno de los datos más reveladores sea que 4 de cada 10 personas con discapacidad son mayores de 65 años.
Tipos de Discapacidades
Esta realidad que presenta el informe puede verse reforzada contundentemente por las conclusiones de otro documento, elaborado por un grupo de ONG dedicadas a este tema, y que fue presentado en las Primeras Jornadas sobre el Derecho al Acceso a la Justicia de las Personas con Discapacidad, realizadas recientemente en la Facultad de Derecho de la UBA. Efectivamente, algunas de las conclusiones a las que llega el citado documento son que entrar en la escuela, andar por la calle, conseguir un trabajo o acceder a la Justicia son actividades muy dificultosas si quienes quieren realizarlas son personas con algún grado de discapacidad.
Como muchas veces se ha señalado desde estas columnas, el acceso al trabajo es uno de los derechos más vulnerados para el sector y la desocupación está por encima del 90 por ciento, a pesar de que en nuestro país existe la ley 22.431, que establece para la administración pública un cupo mínimo de un 4 por ciento de personas con discapacidad empleadas, algo que prácticamente no se ha cumplido nunca, lo mismo que ocurre en la ciudad de Buenos Aires, donde el cupo es del 5 por ciento.
4 de cada diez hogares tienen al menos una persona con discapacidad en la vivienda.
Algo peor es, si cabe, el panorama cuando se trata de someter algún caso de incumplimiento o de discriminación ante la Justicia. Los temas que más se presentan están relacionados con el derecho a la salud y la accesibilidad física. Pero nunca hay presupuesto suficiente para hacer cumplir una medida de accesibilidad física para un lugar, por ejemplo, un organismo público o una universidad. Como los jueces no pueden actuar de oficio y los afectados la mayoría de las veces no reclaman porque desconocen sus derechos, se cae en un verdadero círculo vicioso del cual resulta casi imposible salir.
Finalmente, lo que ambos documentos demuestran es que, con los datos objetivos en la mano, se logra contar con un instrumento inmejorable para trabajar en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias, en primer lugar, pero que este trabajo redundará a la larga en una mejora de toda la sociedad argentina en su conjunto. Será necesario, entonces, interpretar los datos y actuar en consecuencia, con voluntad y decisión política; como en muchos otros casos, el ejemplo debe partir primero desde los estamentos jerárquicos más encumbrados de la comunidad, para que el resto lo siga.
Los centros de dia tanto como las residencias para adultos mayores son concebidas para dar soporte especifico a familias con discapacidades. El portalgeriatrico.com.ar desde sus inicios busca soluciones para el cuidador familiar de los adultos mayores dentro de este contexto.