¿Cuál es el perfil de un estudiante de enfermería?

En las entrevistas, la gran parte de los postulantes nos comentan que están interesados en esta profesión porque alguna vez cuidaron a un familiar y hay algo en esa experiencia que los impactó («sufrí mucho, viví cosas feas, entonces decidí estudiar enfermería»). Otros sólo la eligen porque es una carrera corta, que si bien dura cinco años, a los tres ya se puede ejercer. Después hay un tercer grupo que quiere inscribirse porque vieron luz y entraron, pero con el tiempo abandonan, porque piensan que es un curso. Esto tiene que ver con el contexto social en el que vivimos. A mí me llaman y me preguntan: «¿Cuánto sale el curso de enfermería?» Le dicen curso, no carrera. Cuando les pregunto quién es la enfermero para ellos, me responden «es el que acompaña al médico, el colaborador». No, ser enfermero no es ser colaborador, sino que tenés una gran responsabilidad y tenés que tener una matricula.  

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¿Qué es el Hospital Alemán?

El Hospital Alemán de Buenos Aires fue creado el 26 de agosto de 1867 y está ubicado en Av. Pueyrredón 1640. Es una asociación civil sin fines de lucro y cuenta con:

Más de 800 profesionales de la salud, 105 residentes, 2.000 empleados administrativos trabajan en la institución, cuenta con 264 habitaciones (24 de ellas de alta complejidad), 11 quirófanos 60 consultorios.

Ha realizado más de 900 trasplantes, tiene 1.400 nacimientos por año y casi 28.000 internaciones anuales. Además, ofrece un plan de salud propio con más de 50.000 afiliados.

En 1946 la Cruz Roja reconoció la implementación de una filial en el Hospital Alemán y así comienza oficialmente, como Escuela de Enfermería del Hospital Alemán, Filial Cruz Roja.

En 1992 el Hospital Alemán y la Facultad de Medicina de la Universidad Buenos Aires, firman un convenio a través del cual en 1993 se incorpora a la Escuela de Enfermeras como Unidad Docente de la Carrera Universitaria, otorgando el título de Enfermero Universitario.

En 2011 el Hospital Alemán continúa en la formación de Enfermería, manteniendo una visión estratégica según las necesidades de salud de la población, mediante la firma del Convenio Marco de Cooperación Académica con la Universidad del Salvador, para la obtención del título de Licenciado en Enfermería.

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¿La carrera apunta a algún aspecto en particular?

Desde la Universidad del Salvador (con la cual el Hospital Alemán tiene un convenio de complementariedad) la carrera apunta a la docencia. Nosotros, en cambio, apuntamos a lo asistencial, como hacer prevención y promoción. Hacemos lavado de manos, prevención de accidentes en niños y en adultos, emergentología, cuestiones que tienen que ver con la comunidad en general. Nuestra mirada está puesta en lo asistencial y, más aún, porque estamos en un hospital).

¿Cúando comienzan las prácticas y dónde se realizan?

Los alumnos empiezan las prácticas en el segundo cuatrimestre del primer año.  Ellos están acostumbrados a dar más porque quieren más formación. Las horas prácticas que se exigen por programa son muy pocas. Nosotros les damos un poco más. El común tendría dos días de prácticas, nosotros tenemos tres. El común tendría dos horas, nosotros cuatro y así sucesivamente.

Nuestros alumnos hacen todas las prácticas en el Hospital Alemán, excepto en el tercer año que es cuando vamos al Hospital Moyano, al Hospital Sardá, al Hospital Gutiérrez, para que vean otro tipo de hospitales. 

¿Cómo les fue en la pandemia con la cursada virtual?

En estos años de pandemia felicité a mis alumnos por poder hacerlo en la virtualidad. Si algo tengo claro, es que la enfermería es presencial. Ellos no pudieron recibirse hasta que no tuvieran por lo menos las cien horas prácticas finales que tenían que tener, esto fue todo una lucha.  Tuve clases virtuales terribles donde me decían que en otras instituciones prestigiosas los estudiantes se recibían igual.

El Hospital Alemán me eligió por como soy como persona y enfermera, y a mí me parece que el cuidado del otro se hace desde lo presencial . Elijo no recibirlos hasta el año próximo y si alguien me dice que los tengo que recibir, me voy. Esto tiene que ver con la ética, la moral y la formación que uno tiene como enfermero, porque, reafirmo, el cuidado del otro es presencial.

No te puedo cuidar diciéndote «Hola, ¿cómo estás?» por teléfono y listo. Para mí la salud no es negociable. Mientras que pueda mostrarles desde mi profesión esto a mis alumnos, es suficiente.

¿Qué lugar se le da al adulto mayor en las carreras de enfermería?

La tercera edad no significa vejez ni deterioro cognitivo, no siempre es así. A partir del segundo año apuntamos mucho al adulto mayor en cuanto a lo que es clínico y quirúrgico. Me encantaría que los estudiantes puedan hacer prácticas con respecto a los adultos mayores.

¿Cuál es el valor agregado de la formación que brindan?

Nos caracterizamos por la importancia que le damos al alumno. Cuando estás formando, esto es fundamental, tengas diez o sesenta alumnos. Nos preocupamos por cada uno de ellos, realizamos un seguimiento personalizado y riguroso. 

Con respecto a la formación ¿en qué crees que el Hospital Alemán sobresale?

Por el programa que ofrecemos, que es de la Universidad del Salvador, una institución muy recomendada. Lo importante es cómo llevar a cabo el programa que tenga la carrera. 

Comparto mucho la idiosincrasia de la USAL, me gusta el lema «ciencia a la mente y virtud al corazón».

Ciencia en la mente es fundamental, y virtud al corazón, también. Siempre le digo a mis alumnos, «si vos no tenés ese 50 y 50, no podés ser enfermero. De nada sirve que seas un 100% con mente si no tenés corazón atendiendo a otra persona».

Dentro de lo que es el Hospital Alemán, hay egresados que se van a quedar trabajando acá y otros que no. Yo quiero que los que no, sobresalgan en otras instituciones, el valor agregado tiene que ver con eso.

¿Cuentan con una bolsa de trabajo para los enfermeros recién recibidos?

En su campus virtual, la USAL tiene un espacio para difundir empleos. El Hospital Alemán contrata a la mayoría de los egresados. Muchos  trabajan en instituciones como el Hospital Italiano, el Hospital Británico, el Hospital Austral o el CEMIC.  Hay varios alumnos de cuarto y quinto año trabajando en Swiss Medical y hay algunos que se fueron a Alemania y a España. 

¿Los estudiantes están interesados en trabajar en el exterior?

Si, lo veo.

¿Cómo ves a la enfermería en Argentina? 

Yo creo que la enfermería está cambiando gracias a la nueva generación (los millennials), que se animan a hablar, a explicar lo que no les gusta, a plantearse ciertas cosas como quedarse a trabajar después de hora.  Yo concebía quedarme dos horas después de mi trabajo, pero ellos no. Los chicos te dicen «antes era antes, no tiene por qué ser así». Me parece fantástico que esto cambie. Lo que no me gustaría es que cambie la calidad del contenido.

¿Cómo incide la tecnología en la enfermería?

La tecnología favorece. Es importante tener en cuenta que estamos en un sistema general complejo que incluye lo social, lo económico y lo político. Siempre nos movemos en ese sistema y uno tiene que poder animarse al cambio. A la enfermería le falta todavía, tiene que ver más con la imagen que fuimos construyendo en toda la historia que con lo que realmente somos y valemos.

¿Cuáles son las cualidades del enfermero latino?

Desde el exterior buscan mucho al enfermero latino por la formación que tenemos. Lo que en Europa es un máster, acá es una licenciatura, lo que allá es un enfermero, acá es un auxiliar.

¿Cuál es el mayor desafío de trabajar como enfermero?

El mayor desafío es poder adaptarse a los cambios. Como por ejemplo, al comienzo de la pandemia, cómo acercarse a los contagiados. Esto me hizo acordar al VIH, la gente perdió su eje. Luego fue «ponete el barbijo, lavate las manos y no te vas a contagiar».

Me parece que hay enfermeros que han dado todo, han sido admirables, con mucha entrega. Y también hay otros que han sido muy cautos y no por humildad, puede ser por el carácter que cada uno tenga. Yo me hago cargo de lo que sé y de lo que no sé. Cuando sé algo, lo defiendo.

Los enfermeros son profesionales y deben estar pagos como un médico. Mi trabajo es cuidar y el del médico curar, trabajamos en equipo, yo estoy a la par del médico. El paradigma es complementario, tiene que ver con aprender a trabajar en equipo. Tuve la suerte de trabajar durante diez años en terapia de quemados y esto me ayudó a trabajar constantemente en equipo con nutricionistas, kinesiólogos, etc.  Para mí no hay muchas formas de trabajo, siempre respeté al otro desde su rol. Uno no tiene que saber lo que el otro sabe. Los seres humanos a veces somos tan soberbios que eso no nos permite entender cuál es nuestro rol, qué función cumplimos en cada lado, para qué estamos y dónde termina nuestra tarea.

Sobre Etelvina Paniagua

Etelvina Paniagua estudió enfermería en el Hospital Alemán cuando brindaba la formación de escuela terciaria y luego hizo la Licenciatura en enfermería en la Universidad de Lomas de Zamora. Se formó en educación en la Universidad del Salvador y el año pasado terminó la Licenciatura en dirección, supervisión y gestión educativa en la Universidad Católica Argentina (UCA). Actualmente está realizando una diplomatura en investigación.

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