Dado que proteger la salud mental es tan importante como proteger la salud física, les dejamos consejos y recursos para afrontar el estrés que puede generar esta pandemia.
No obsesionarse con la productividad (1)
Estamos viviendo una pandemia, no un concurso de productividad. No hay que sentirse mal por no lograr estar 100% activo. Cada uno hace lo que puede.
Mejorar el diálogo interno (2)
Ser flexible para lograr una mejor adaptación a una situación nueva, en muchos desconocida.
Una forma de ejercitarla es poner en práctica diferentes maneras de resolver una situación. Esta flexibilidad también se refleja en un espíritu compasivo, en primer lugar, hacia uno mismo, y luego, hacia los demás.
Ser paciente consigo mismo, no castigarse. Tanto usted como su entorno están en proceso de adaptación. El ponerse en los zapatos del otro, siendo empático con él, también lo ayudará a flexibilizar su espíritu.
Piense siempre que las personas tienen diferentes motivaciones para actuar, y que muchas veces, no coinciden con la que se pueden inferir. Pregunte y trate de entender la postura del otro.
El altruismo es un factor protector de la salud mental, no sólo porque permite descentrarse de uno mismo, sino porque también proporciona bienestar el contacto con otros y el hacer algo por ellos.
Verse capaz de estar atento a la necesidad del otro y ser capaz de hacer algo por ellos es muy gratificante, así como también dejar que otro haga algo por uno.
El sentirse en comunidad ayuda a disminuir el estrés y a generar emociones positivas .
Revisar estrategias que se hayan utilizado en el pasado para gestionar situaciones de estrés.
Aunque el escenario sea diferente, las estrategias utilizadas anteriormente pueden ser beneficiosas para el momento actual.
Publicidad
Recordarse que es de duración limitada (3)
Aunque no se sepa cuánto durará esta pandemia, hay que tener presente que nada es para siempre y que todo tiene una duración limitada.
Esta vida de encierro no será eterna, por eso trate de pensar en todas aquellas cosas que a partir de ahora va a valorar más . Como por ejemplo, dar un paseo, sentarse en una plaza, o merendar en un lindo café.
Cuidado con la información que se consume (4)
En cuarentena, la única forma que uno tiene de informarse es a través de los medios de comunicación e Internet.
Hay que tener en cuenta que, con el afán de obtener una mayor audiencia o más visitas, muchas veces esta información es presentada con una mirada dramática, alejándose así, de la realidad.
También es necesario no tomar las situaciones de otras personas como propias. Cada realidad es diferente.
No sobreexponerse a las noticias sobre el virus e informarse por canales oficiales.
Leer o escuchar algunas noticias e información o estar expuesto a demasiada información puede generar ansiedad o angustia.
Además, dado que hay mucha desinformación circulando, se aconseja informarse a través de fuentes confiables de información, como sitios web del gobierno e instituciones públicas de salud.
Muchas veces las redes sociales pueden causar ansiedad. Se puede optar por tomar un descanso de ellas o llevar a cabo las siguientes acciones:
Silenciar palabras clave que pueden ser desencadenantes en Twitter y dejar de seguir ciertas cuentas . También se pueden silenciar ciertos grupos de WhatsApp y ocultar publicaciones y feeds en Facebook si los encuentras demasiado abrumadores.
Enfocarse en las noticias positivas
Saber que no todas serán malas noticias ya que siempre habrá alguna noticia positiva. Como por ejemplo, personas contagiadas recuperadas, acciones solidarias de la comunidad, etc.
Nutrirse de buena información sobre psicología (5)
Desde el PORTALGERIATRICO, le recomendamos seguir a las siguientes cuentas ya que ofrecen excelentes herramientas y consejos prácticos para lidear con la ansiedad.
Seguro van a percibir que lo que sienten no les pasa solo a ustedes y van a aprender muchísimo.
Hablar con la familia y los amigos (6)
Mantener el contacto con familia y amigos, por teléfono o por internet, intentando no hacer de la pandemia un monotema.
Pueden recordar anécdotas para reírse y, si realizan videollamadas, jugar al tuti fruti o al dígalo con mímica, por ejemplo.
Este tiempo en casa también es una buena oportunidad para llamar a aquellos familiares o viejos amigos a los cuales les tienen mucho aprecio pero no suelen hablar en el día a día.
La importancia de la rutina (7)
Organizar la jornada
Establecer una nueva rutina con espacio para el ocio y el ejercicio (asegurarse de que cada día sea un poco diferente). La rutina ayuda a mantener el ritmo, ordena la cotidianeidad y nos permite darle previsibilidad a la jornada. De ese modo nos brinda un sentido de confianza y seguridad, funcionando como un organizador de nuestra salud mental.
Intentar incorporar buenos hábitos
Comer bien, mantenerse hidratado y procurar dormir lo mejor posible durante la noche tanto en calidad como en cantidad de horas.
Mover el cuerpo para calmar la mente
Realizar ejercicio, yoga o meditación es excelente para el cuerpo y la mente. Desde el sitio, le recomendamos las siguientes cuentas:
Intentar despedirse de los malos hábitos
Tener en cuenta que el uso de tabaco, alcohol y otras drogas, afectan al rendimiento a corto plazo y empeoran el bienestar mental y físico a largo plazo.
Reír te salva (8)
Procurar darle lugar a espacios lúdicos y de divertimento que le permita generar emociones positivas. Como por ejemplo, ver vídeos graciosos en internet, jugar juegos de mesa, jugar a las cartas, etc.
Conectarse con la Naturaleza (9)
Continuar en contacto con la naturaleza y con la luz solar en caso de que sea posible. Exponerse 15 minutos al sol (con protector solar) es muy positivo.
Pensar en el lado bueno de estar en casa (10)
Pensar en todas aquellas pequeñas cosas que el quedarse en casa permiten: dormir más, leer, ver películas y series, cocinar, etc.