Definición de independencia
La independencia en su nivel más básico significa “tener autonomía y control sobre tu propia vida”.
Esencialmente, alcanzamos la independencia cuando adquirimos los recursos necesarios para vivir según nuestros deseos y asumir nuestras responsabilidades.
Típicamente, esto se alcanza al dejar atrás la niñez y la adolescencia. Pero a medida que envejecemos, nuestra independencia tiende a menguar, ya que es posible que necesitemos asistencia para llevar a cabo las actividades diarias debido a cambios en la movilidad, capacidad y salud.
No obstante, cuando una persona mayor comienza a perder su capacidad de ser completamente independiente, esto no significa que su deseo de serlo haya disminuido. En esta situación, la independencia implica un equilibrio entre aceptar ayuda y recibir apoyo para realizar actividades de manera autónoma.
Es esencial mantener una comunicación fluida entre la persona mayor y sus cuidadores para garantizar este equilibrio.
Para muchos adultos mayores, una parte desafiante del envejecimiento puede ser la pérdida de su independencia. La pérdida de algo que todos solemos dar por sentado puede ser frustrante y deprimente para ellos.
Debemos por lo tanto entender que la independencia también tiene diversos matices. Con lo cual es siempre importante analizar el grado de independencia en conjunto con la autonomía, que en esencia implica no solo el hecho de hacer si no que estar consciente de los actos, la conducta como también de los riesgos.
Para muchos ancianos, perder su independencia puede representar uno de los desafíos más difíciles del envejecimiento. Experimentar la pérdida de algo que solemos dar por hecho puede generar una gran frustración y tristeza en ellos.
En el siguiente cuadro tratamos de ayudar en la comprensión de la independencia y la autonomía del adulto mayor.
Es importante que los adultos mayores se sientan apoyados.
Por qué es tan importante la independencia
Fomentar la independencia en la vejez ofrece beneficios significativos para los adultos mayores. No solo contribuye a mejorar su salud física y mental, sino también que fortalece su confianza y autoestima, así como a enriquece su sentido de propósito y calidad de vida.
Además, les brinda la oportunidad de sentirse útiles, lo cual es especialmente importante si les preocupa convertirse en una carga para sus seres queridos.
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Empoderarlos con independencia en una tarea concreta puede tener un efecto positivo que se extienda a otras áreas de sus vidas. Por ejemplo, al darles la confianza para llevar a cabo actividades por sí mismos, pueden volverse más conscientes de sus habilidades y sentirse motivados para asumir nuevas responsabilidades de manera independiente.
Es importante recordar que la pérdida de independencia no implica necesariamente una falta de deseo de ser autónomos. A veces, circunstancias externas pueden obstaculizar este deseo, pero no significa que no lo valoren.
¿Cómo medir el grado de independencia de una persona mayor?
Es importante para los cuidadores saber, no solo que existen herramientas para medir el grado de independencia de una persona mayor, sino también conocer cómo hacerlo.
El conocimiento del grado de independencia se obtiene de conocer de cada paciente el estado de cada uno de estos elementos de su vida:
- Autonomía
- Capacidades Cognitivas
- Relación Social
- Dieta (o nutrición)
- Desorientación
- Caídas
¿Cómo medir el grado de “autonomía”?
Limpiar la casa, preparar la cena y ducharse son actividades esenciales de la vida diaria, (o AVD) que realizamos de forma completamente natural. Pero a medida que envejecemos, es normal que estas tareas se vuelvan cada vez más difíciles de realizar. Si como cuidadores notan que sus padres tienen problemas para completar estas tareas clave de la vida, puede ser una señal de que es hora de realizar un cambio importante en su atención.
Aprender cuál es el nivel adecuado de atención para sus seres queridos es sencillo con la orientación adecuada. Existen herramientas orientadas a determina el grado de independencia de las personas.
Para ello, distinguimos entre dos grupos de actividades
Las actividades de la vida diaria (AVD)
Son tareas básicas que una persona debe poder realizar por sí sola para vivir de forma independiente. Las AVD incluyen bañarse, ducharse, vestirse, movilidad y más.
Las actividades instrumentales de la vida diaria (IADL)
Son actividades que uno realiza para cuidar de sí mismo, su familia y su hogar. Las IADL incluyen limpieza, administración de dinero o medicamentos, compras, preparación de comidas y más.
¿Porqué son importantes para los cuidadores las ADL y las IADL?
Las listas de verificación ADL e IADL permiten controlar la salud y las capacidades funcionales de los adultos mayores.
Por otra parte, indican cuándo buscar ayuda profesional o considerar opciones de apoyo para las personas. Los cambios en las capacidades de una persona mayor para completar las AVD y las IADL pueden significar que es hora de conectarse con un médico para discutir inquietudes o considerar atención domiciliaria o traslado de los seres queridos a una residencia donde les puedan brindar toda la atención que requieren.
Las AVD básicas se miden generalmente con el índice de Independencia de Katz. En este índice se incluyen seis habilidades esenciales:
- Bañarse y ducharse: la capacidad de bañarse y mantener la higiene personal, que puede incluir tareas como cepillarse los dientes, peinarse y cuidar las uñas.
- Continencia: tener control completo de los intestinos y la vejiga.
- Vestirse: la capacidad de seleccionar ropa apropiada para el clima o la ocasión, y vestirse de forma independiente.
- Movilidad: poder caminar o trasladarse de un lugar a otro, más concretamente, dentro y fuera de una cama o silla.
- Alimentación (excluyendo la preparación de comidas): la capacidad de llevar la comida del plato a la boca y de masticar y tragar.
- Ir al baño: la capacidad de subir y bajar del baño y limpiarse sin ayuda.
Indice de Barthel
También para medir las AVD suele utilizarse el índice de Barthel
Esta evaluación cubre dos dominios adicionales, incluido el aseo y las escaleras. Es más adecuado para entornos de cuidados intensivos, ya que es más detallado y detecta mejores cambios sutiles en la salud de una persona. En esta evaluación, los niveles de las tareas están en un sistema de puntos escalados. Al igual que con la evaluación de Katz, cuantos más puntos tenga en total, más independiente será su ser querido.
Indice de Lawton-Brody
Las IADL se describen en la escala de Lawton-Brody e incluyen lo siguiente:
- Limpieza y tareas domésticas, incluido el mantenimiento y otras tareas domésticas.
- Lavado
- Administrar dinero
- Manejar los medicamentos y tomarlos según las indicaciones.
- Preparar comidas
- Ir al supermercado y otras necesidades.
- Transporte, incluido el cambio de residencia y la mudanza.
- Usar dispositivos de comunicación, incluido el teléfono o la computadora.
El Índice de Lawton es una herramienta que evalúa las habilidades instrumentales, detectando los primeros signos de deterioro en personas mayores. A pesar de la falta de escalas adecuadas para medir estas capacidades, el Índice de Lawton continúa siendo una de las más utilizadas.
Entrenados, los cuidadores pueden llevar a cabo el índice de Lawton.
¿Cómo medir la “capacidad cognitiva” del adulto mayor?
Tenemos 2 herramientas para hacer esta medición. Por un lado, tenemos el índice de Pfeiffer, y por otro, el índice Mini mental.
Índice de Pfeiffer
Se trata de un breve cuestionario que aborda aspectos generales de la vida del individuo mayor y de los acontecimientos circundantes. Ofrece indicadores precisos en términos de sensibilidad y especificidad, centrándose principalmente en la memoria y la orientación del paciente mayor. Esta evaluación de rápida aplicación sirve como un método de detección inicial del deterioro cognitivo.
Índice Mini mental
Este test cognitivo se emplea para detectar posibles signos de demencia senil en evaluaciones sistemáticas de pacientes geriátricos, así como para monitorear su progresión. Permite una evaluación más amplia de la función cognitiva. Hay dos versiones disponibles: una con una puntuación máxima de 30 y otra con 35.
¿Cómo medir el resto de los elementos que nos permiten conocer los grados de independencia de la persona mayor?
Relación Social
Se refiere a la habilidad de la persona para interactuar con su entorno cercano, incluyendo familiares y amigos.
Cuanto más se relacione con estos grupos, menos dependencia tenderá a tener. Estar rodeado de seres queridos es un signo positivo, siempre y cuando no haya una afectación cognitiva que requiera que la persona pase más tiempo en casa.
Dieta
Al mismo tiempo, este aspecto también es significativo. El envejecimiento afecta a la anatomía del individuo en general, incluyendo la mandíbula y el aparato digestivo.
Es muy importante controlar el estado de los dientes del adulto mayor de manera a evaluar correctamente el tipo de dieta de alimentación que necesita, si blanda o entera; así como también poder evaluar el estado de su sistema digestivo.
En términos generales, a medida que envejecemos, se recomienda una dieta de elaboración rápida, ligera y de fácil digestión, de fácil masticación y deglución. La buena presentación de la comida también es importante.
Además, se debe potenciar la ingesta de alimentos con fibra y derivados lácteos a la vez que se debe controlar la ingesta de sal y azúcar.
Desorientación
Este indicador revela el grado de confusión experimentado por la persona mayor, y está estrechamente vinculado a su percepción del tiempo y espacio. Cuanto más tiempo pasa solo una persona, mayor puede ser su desorientación.
La interacción diaria es fundamental para ayudar a la persona a mantener un mejor control espaciotemporal. Por lo tanto, es importante que, siempre que sea posible, la persona mayor esté acompañada de manera regular, ya sea familiares cercanos o del cuidador.
Caídas
El manejo de las caídas también nos permite evaluar el nivel de dependencia de la persona mayor. Un aumento en la frecuencia de las caídas sugiere una disminución en su autonomía. En cada situación, es necesario investigar más a fondo la causa subyacente de las caídas.
Si la capacidad de llevar a cabo las actividades diarias de sus seres queridos les preocupa, les recomendamos que se pongan en contacto con su médico de cabecera para plantearle sus inquietudes.
Es fundamental identificar cualquier limitación que puedan enfrentar sus padres, pero es aún más importante apoyarlos encontrando soluciones que ayuden a superar o mitigar esas limitaciones, así como buscar la atención que necesitan.
Si sus seres queridos requieren asistencia incluso para una Actividad de la Vida Diaria (AVD), los servicios de atención domiciliaria o mudar a sus padres a una residencia son opciones que deberán considerar.
En caso de que consideren la residencia como mejor opción para sus padres mayores, no duden en contactarse con el PORTALGERIÁTRICO. Nuestro compromiso consiste en asesorarlos y ayudarlos en encontrar la mejor alternativa para sus padres mayores, basandonos en nuestra comprensión de la situación y las necesidades únicas de sus seres queridos.