La Gripe es una de las enfermedades virales más comunes del mundo. A diferencia de otras infecciones respiratorias, que pueden tener causas múltiples, en este caso están bien identificados los virus que la provocan.
Aunque es una enfermedad que puede causar la muerte y alcanzar proporciones epidémicas/pandémicas, hoy es fácilmente prevenible y se cuentan con vacunas para las diferentes variantes.
Qué es la gripe estacional
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos define a la Gripe como una enfermedad respiratoria contagiosa causada por los diferentes tipos de virus de la Influenza que infectan la nariz, la garganta y los pulmones.
La Gripe Estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre o tos seca, para pasar luego a otros síntomas respiratorios, musculares y fiebre. La enfermedad puede ser leve, grave e incluso mortal. La hospitalización y la muerte son más frecuentes en grupos de alto riesgo. Se calcula que las epidemias anuales causan 3 a 5 millones de casos graves y 290 a 650 mil muertes anuales.
En los países industrializados, la mayoría de las muertes relacionadas con la gripe se producen en mayores de 65 años, por lo que es necesario como cuidadores o enfermeras que tengamos en cuenta esto cuando trabajamos con personas de esta franja etaria.
Cuáles son los síntomas de la gripe
Para detectar un caso de Gripe deben tenerse en cuenta una serie de síntomas:
- Inicio súbito de fiebre, que puede superar las 38°.
- Tos generalmente seca, que se va haciendo más intensa con el paso de los días.
- Mucosidad, goteo o secreciones nasales.
- Dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta.
- Agotamiento, cansancio físico y dormir sin control.
- Intenso malestar.
- Abundante secreción nasal.
- Nauseas, vómitos, diarrea y dolores abdominales.
- Cambios o pérdidas del gusto y del olfato.
- Si se cursa con COVID los síntomas suelen ser más intensos y dolorosos, acrecentándose los problemas para respirar o las parálisis musculares.
Para más información, puede consultar el sitio web del National Institute of Aging de los Estados Unidos.
Cómo diferenciar una gripe de un resfriado
Para diferenciar una Gripe de un Resfriado común se deben tener en cuenta los siguientes síntomas
La epidemia de la gripe y cuáles son sus causas
- Ausentismo laboral y escolar, con pérdidas económicas o de contenido educativo.
- Los centros de salud (sobre todo públicos) pueden verse desbordados durante los periodos de máxima actividad de la enfermedad.
- No se conocen bien los efectos de las epidemias estacionales en los países en desarrollo –como los latinoamericanos-, pero las investigaciones indican que el 99% de las muertes de menores de 5 años con infecciones de las vías respiratorias inferiores relacionadas con la gripe se producen en esos países (datos de la OMS).
Cómo se contagia la gripe y porqué toma proporciones epidémicas
Aunque cualquier persona puede tener gripe, sobre todo en las épocas de mayor circulación viral, los grupos de mayor riesgo de complicaciones y de muerte por gripe estacional son
- Las mujeres embarazadas.
- Los menores de 59 meses.
- Las Personas Mayores, sobre todo si tienen otras condiciones de salud o de discapacidad.
- Los pacientes con enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas, neurológicas, hepáticas o hematológicas) o inmunodepresión (por VIH/Sida, quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas).
- Debido a su exposición a pacientes con infecciones respiratorias, los profesionales de la salud corren gran riesgo de infectarse por los virus de la gripe y de transmitirlos, sobre todo a personas vulnerables.
El riesgo de contagio en las personas mayores
Las Personas Mayores constituyen un grupo de riesgo por los cambios que se producen como resultado del proceso de envejecimiento
- Cambios en el Sistema Respiratorio: se pierde fuerza en los músculos que participan de la respiración, el diafragma se debilita, los alveolos pueden hincharse, disminuye el oxígeno en la sangre y se debilita la capacidad de expulsar dióxido de carbono.
- Cambios en el Sistema Inmunitario: puede debilitarse la capacidad de combatir las infecciones.
- Cambios en el Sistema Nervioso: se pueden volver menos sensibles algunos nervios que controlan la respiración.
- Cambios en los huesos y músculos: esto puede provocar atrofia y disminución de la capacidad pulmonar, pérdida de masa corporal, menor fuerza en los músculos y evolución de la columna vertebral en joroba que presiona las vías respiratorias.
La gripe estacional tiene fácil propagación y se transmite rápidamente en entornos como las escuelas, los centros de salud, los lugares cerrados de trabajo (fábricas, oficinas) y residencias de larga estadía para personas mayores.
Al toser o estornudar, las personas infectadas dispersan en el aire -a distancias de hasta 1 metro- gotículas o aerosoles infectados del virus a las personas cercanas que las aspiran. El virus también puede transmitirse por las manos contaminadas, por eso la importancia del lavado frecuente.
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Por este contagio rápido una persona infectada puede expandir el virus a su entorno, que lo llevarán a otros lados. La simplificación de las comunicaciones mediante aviones, barcos, trenes o colectivos de larga distancia favorecen entonces la propagación de los diferentes tipos de gripe.
Más información sobre la gripe en personas mayores en Atención a Mayores.
Cómo podemos prevenir la gripe
- Mantener el Calendario de Vacunación al Día, sobre todo en los meses de mayor circulación viral. No solo las vacunas contra los diferentes tipos de gripe, sino también de otras infecciones respiratorias como Bronquitis, Neumonía o COVID que pueden agravar el cuadro. Esta es una de las recomendaciones primordiales que realiza el Ministerio de Salud de la Argentina, y en su sitio se pueden consultar las fechas de colocación de vacunas.
- Las Personas Mayores necesitan ponerse una vacuna contra la Gripe todos los años por dos razones:
1) los virus de la gripe cambian por lo que es necesario actualizar las vacunas; y
2) la protección que recibe de la vacuna contra la gripe disminuye con el tiempo, especialmente en las personas mayores. Vacunarse contra la influenza cada otoño le brinda la mejor protección contra los virus que circulan ese año.
Es importante saber que la vacuna no hará que el adulto mayor se contagie de la gripe ya que los virus de la vacuna contra la gripe no están activiados. - Realizarse controles médicos periódicos.
- No fumar, ya que el consumo de tabaco aumenta considerablemente los riesgos de infecciones respiratorias y de cáncer de pulmón.
- No someterse a agentes químicos que puedan afectar las vías respiratorias: si se deben manipular productos de limpieza domésticos o pinturas se recomienda usar barbijos, cambiar la calefacción a leña por gas o electricidad, y controlar las alergias (sobre todo estacionales)
- El clima frío puede favorecer la propagación de enfermedades respiratorias, por lo que cuidarse del mismo es fundamental. También se pueden consumir suplementos vitamínicos que estén aprobados por el médico de cabecera.
- Mantener una alimentación saludable y beber abundante agua. Consumir vitaminas B, C, D y K, así como hierro, zinc y calcio.
- Mantener la higiene de las manos con agua y jabón al regresar de la calle, antes de cocinar, después de realizar la limpieza del hogar o cuando se está en contacto con agentes infecciosos. Las manos son la vía por la que se puede llevar infecciones al tracto respiratorio.
- Mantener ventilados los ambientes para evitar la concentración en el hogar de virus, bacterias, hongos, parásitos o polen. Al menos unos 15 o 20 minutos al día.
- Si es posible, evitar los entornos muy concurridos en los meses de mayor circulación viral. A veces puede ser necesario usar barbijo o mascarillas, y otros elementos de protección. Desinfectarse las manos con alcohol en gel después de tocar elementos de uso público como barras del colectivo, tren o subte, cajeros automáticos, bancas públicas o asientos de negocios.
5 razones porqué los adultos mayores deben vacunarse contra la gripe
- Mayor vulnerabilidad: A medida que las personas envejecen, su sistema inmunológico tiende a debilitarse, lo que las hace más susceptibles a infecciones como la gripe. Además, las personas mayores a menudo tienen condiciones médicas crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes o enfermedades pulmonares, que las hacen más propensas a complicaciones graves si contraen la gripe.
- Mayor riesgo de complicaciones: Los adultos mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves a raíz de la gripe, como neumonía, que puede llevar a hospitalizaciones y, en casos extremos, a la muerte.
- Protección comunitaria: La vacunación contra la gripe en adultos mayores también contribuye a la protección de la comunidad en general. Al reducir la propagación de la gripe entre los grupos de mayor riesgo, se disminuye la posibilidad de que la enfermedad se propague a personas más vulnerables, como los bebés o aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos.
- Reducción de la carga en el sistema de salud: La vacunación de adultos mayores ayuda a evitar la saturación de los servicios de atención médica durante la temporada de gripe, ya que disminuye la cantidad de casos graves que requieren tratamiento hospitalario.
- Beneficios personales: La vacuna contra la gripe también puede ayudar a los adultos mayores a mantener su calidad de vida y autonomía. Al evitar la gripe, se reduce el riesgo de debilitamiento físico y de la necesidad de atención médica constante.
Cuales son las causas de la gripe y cuándo es más frecuente
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay cuatro tipos de virus de la gripe: A, B, C y D. Los causantes de las epidemias estacionales son los virus gripales de tipo A y B.
Se clasifican en subtipos en función de las combinaciones de dos proteínas de su superficie: la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Los subtipos actualmente circulantes en el ser humano son el A(H1N1), causante de la pandemia de 2009 y que es el estacional actualmente, y el A(H3N2). Todas las pandemias conocidas han sido causadas por virus gripales de tipo A.
No se clasifican en subtipos, pero los circulantes actualmente pueden dividirse en dos linajes B/Yamagata y B/Victoria, con características particulares pero que constituyen las gripes comunes
Se detectan con menos frecuencia y suelen causar infecciones leves, por lo que carecen de importancia desde el punto de vista de la salud pública. |
Los virus de este tipo afectan principalmente al ganado y no parecen ser causa de infección ni enfermedad en el ser humano.
En los climas templados, las epidemias estacionales se producen sobre todo durante el invierno, mientras que en las regiones tropicales pueden aparecer durante todo el año, produciendo brotes más irregulares. El periodo de incubación (tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad) es de unos 2 días, pero oscila entre 1 y 4 días.
Cuánto tiempo transcurre la enfermedad de la gripe
La tos causada por la gripe puede ser intensa y durar 2 semanas o más. La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de 1 semana, sin necesidad de atención médica. No obstante, en personas con alto riesgo (como pueden ser las personas mayores con otras condiciones de salud o discapacidades) la gripe puede ser una enfermedad grave, e incluso mortal.
Por eso es importante la prevención, atención temprana y la correcta aplicación del tratamiento.
A quién debemos consultar en caso de sospecha de gripe
En la mayoría de los casos, la gripe es diagnosticada por un médico clínico, generalista o familiar. En el caso de que el paciente adulto mayor concurra a un médico geriatra, este también puede realizar el diagnóstico.
Sin embargo, otros virus respiratorios como los rinovirus, el Virus Sincitial Respiratorio (VSR), los virus de la parainfluenza, el COVID y los adenovirus, también pueden causar síntomas gripales que dificultan el diagnóstico diferencial durante los periodos de baja actividad gripal y fuera de las situaciones de epidemia o pandemia.
Para establecer un diagnóstico definitivo que diferencie la Gripe de otras condiciones respiratorias, es necesario recurrir a un especialista que puede ser un médico neumonólogo o un infectólogo, que hará las pruebas clínicas y de laboratorio correspondientes:
- Hisopado Nasal o de Garganta.
- Análisis de Sangre.
- Pruebas físicas y de capacidad respiratoria.
- Revisión de Historia Clínica.
- Puede haber radiografías o resonancias magnéticas.
En qué consiste el tratamiento de la gripe
Dado que el estado gripal suele durar una semana hasta que remita por su cuenta, el tratamiento suele ser reposo y alivio a los síntomas. Lo que suelen recetar los profesionales especializados son
- Medicamentos anti-piréticos o anti-febriles para los casos graves de fiebre, y expectorantes para la tos. También analgésicos (sobre todo aspirinas) si se agravan los dolores musculares y de cabeza.
- Guardar reposo, no tomar frío y no hacer esfuerzo físico excesivo. No se recomienda salir del hogar para no propagar la infección.
- Consumir abundante agua y comidas saludables.
- Ingerir vitamina C, ya sea en forma de frutas que la contengan o por suplementos vitamínicos.
- Beber té con limón, miel, menta o jengibre para aliviar la mucosidad y los dolores de garganta.
- Evitar el consumo de alcohol o tabaco durante el tratamiento.
Otros tipos de tratamientos que pueden ser necesarios en caso de riesgo
- Internación, ya sea en un centro de salud o domiciliaria, con cuidados especializados para evitar que se cronifique el cuadro y se vean afectados otros órganos o sistemas.
- Aplicación de medicamentos anti-virales para combatir la infección, pudiendo necesitarse también antibióticos para las bacterias u hongos que proliferan en la mucosidad o tejidos infectados.
- A veces pueden necesitarse medidas de soporte respiratorio como aparatos de oxigenoterapia o broncodilatadores.
Por eso es importante la consulta médica ante la sospecha de un cuadro gripal más grave.
Qué aparatología puede llegar a necesitarse en caso de gripe
- Broncodilatadores: Es una sustancia, por lo general un medicamento, que provoca una dilatación del aparato respiratorio para permitir la entrada de aire. Los aparatos más comunes son los dispositivos utilizados para el ASMA, pero también pueden utilizarse para otras condiciones (en este caso, para complicaciones de la Gripe).
- Nebulizadores: Es un aparato que divide los medicamentos líquidos en gotas muy pequeñas. La nube se conduce por un tubo de plástico que está unido en uno de sus extremos a la salida del aparato y en el otro a una pieza plástica que se coloca sobre la boca o se introduce en las fosas nasales por un orificio o dispensador.
- Humificadores: Son aparatos que aumentan la humedad del aire en circulación. Incluso algunos tienen fragancias y sustancias que facilitan la respiración.
Cuáles son las secuelas de la gripe
Algunas de las secuelas que puede dejar la gripe en las personas mayores son
- Puede empeorar la salud pulmonar, dejando mayor debilidad y lesiones que van a provocar infecciones futuras.
- Hay mayor riesgo de contraer a posterioridad Neumonía o Bronquitis.
- Hay mayor riesgo de que se cronifiquen condiciones pre-existentes, sobre todo en personas mayor con ASMA, EPOC, problemas cardíacos, diabetes, obesidad, enfermedades auto-inmunes o endócrinas, o neuropatologías.
- Hay mayor riesgo de internación y muerte en personas mayores.
- En personas mayores con discapacidad se vuelve más riesgosa.
Qué podemos hacer como cuidadores de personas mayores que padecen de la gripe
- En la primera fase de la enfermedad, lo importante es acompañar al paciente con medidas educativas, cuidando su alimentación e ingesta de líquidos, controlando que tome la medicación de manera adecuada y en los tiempos que corresponda, y controlando la aparición de síntomas.
- En los casos de internación domiciliaria en donde deba ser necesaria la aplicación de medidas de soporte vital, el cuidador debe saber como utilizar correctamente esos instrumentos o controlar su buen funcionamiento. A veces puede ser necesaria la presencia de otra persona más capacitada en el tema.
- Puede ser necesario mantener un ambiente húmedo para facilitar la respiración, por lo que se debe saber utilizar vaporizadores o humificadores.
- Cuidar el sonado de la nariz: si se suena con demasiada frecuencia se pueden dar sangrados y lesiones de fácil infección.
- Mantener diálogo constante con profesionales de la salud que están tratando al paciente, tales como médicos generales, neumonólogos o infectólogos, así como con familiares y personal administrativo de los centros de salud o sistemas de cobertura.
- Los cuidados siempre deben hacerse desde un enfoque de capacidad, respetando lo que la persona pueda hacer por sí misma sin afectar su autonomía y libertad, y acompañando en aquello que requiera de ayuda.
- En caso de ser necesario, colaborar con la implementación de medidas de accesibilidad o ajustes en el hogar para facilitar la vida del paciente y propender a que pueda hacer las cosas por sí mismo.
- Mantenerse informado del tema, leyendo bibliografía respaldada por estudios científicos y de investigación. En Google Académico hay interesantes artículos.
- Estar atento a los primeros síntomas de infecciones respiratorias en personas mayores.
Aunque la Gripe puede ser peligrosa y tener proporciones pandémicas, es fácilmente prevenible y tratable. Conocer más del tema nos ayudará a atender mejor a las personas mayores a nuestro cargo y protegerla de las complicaciones.