Las fallas de memoria son comunes también. Algunos problemas de la memoria son graves, pero otros no lo son. Las personas que presenten cambios significativos de memoria, personalidad y comportamiento pueden sufrir de un trastorno cerebral llamado demencia.
¿Qué es demencia?
El término demencia describe un grupo de síntomas causados por alteraciones de las funciones cerebrales. La enfermedad de Alzheimer es uno de los muchos tipos de demencia que se conocen. Algunos los síntomas de demencia son el preguntar repetidamente lo mismo, perderse en lugares conocidos, no poder seguir instrucciones, desorientarse en el tiempo, con las personas y los lugares y descuidar la seguridad, la higiene y la nutrición propia. Las personas con demencia van perdiendo sus facultades mentales a diferentes ritmos unas de otras.
NIA dice que muchas condiciones causan la demencia, algunas pueden revertirse y otras no. Además, muchas otras condiciones clínicas pueden ocasionar síntomas parecidos a los de la enfermedad de Alzheimer, sin que este sea el caso. Algunas de estas condiciones pueden ser tratadas. Las condiciones que se pueden revertir pueden estar ocasionadas por fiebre elevada, deshidratación, déficit vitamínico y mala alimentación, reacciones adversas a medicamentos, problemas de la glándula tiroides o un pequeño trauma en la cabeza. Estos padecimientos pueden ser graves y deben ser tratados por un médico lo antes posible.
A veces, las personas mayores presentan problemas emocionales que se pueden confundir con la demencia. La tristeza, la soledad, la preocupación o el aburrimiento pueden ser más comunes en las personas mayores que están al borde de la jubilación o que deben hacer frente a la muerte del cónyuge, un familiar o un amigo. (Lea sobre “Depresión”) La adaptación a estos cambios hace que algunas personas se sientan confundidas u olvidadizas. Los problemas emocionales pueden ser aliviados con el apoyo de los amigos y la familia o mediante la ayuda profesional de un médico o consejero.
Las dos formas más comunes de demencia en las personas mayores son la enfermedad de Alzheimer y la demencia por infartos múltiples (a veces conocida como demencia vascular). Estos tipos de demencia son irreversibles, o sea, no tienen cura. En la enfermedad de Alzheimer, los cambios en las células nerviosas de ciertas partes del cerebro provocan la muerte de un gran número de células.
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer comienzan lentamente y van empeorando en forma constante. A medida que avanza la enfermedad, los síntomas progresan desde una leve pérdida e mala hasta deterioros graves en la capacidad de pensamiento, de juicio y en la aptitud para desempeñar las actividades de la vida cotidiana. Llega un momento en que los pacientes necesitan asistencia total.
En la demencia por infartos múltiples, una serie de pequeños derrames cerebrales o alteraciones menores de la irrigación sanguínea en el cerebro pueden ocasionar la muerte del tejido cerebral. El lugar del cerebro donde se producen los pequeños derrames determina la gravedad del problema y los síntomas que surgen.
Los síntomas que comienzan repentinamente pueden ser indicio de este tipo de demencia. Es probable que las personas que padecen de demencia por infartos múltiples presenten signos de mejoría o que se estabilicen por períodos prolongados, para posteriormente presentar rápidamente nuevos síntomas si se producen otros derrames.
En muchas personas con demencia por infartos múltiples, la causa es la hipertensión. Una de las razones más importantes para controlar la hipertensión es prevenir los derrames cerebrales.
Diagnóstico y tratamiento
Las personas que estén preocupadas por sus problemas de memoria deben consultar a su médico. Si el médico opina que el problema es grave, entonces se recomienda una evaluación física, neurológica y psiquiátrica completa. El examen médico completo en los casos de pérdida de la memoria puede incluir la obtención de datos sobre los antecedentes médicos de la persona, entre ellos el uso de medicamentos con o sin receta médica, el régimen alimenticio, los problemas médicos que haya tenido y su estado general de salud.Puesto que el diagnóstico correcto se basa en recordar con precisión estos detalles, el médico puede también pedirle esta misma información sobre el paciente a un familiar.
Aunque el médico diagnostique una forma de demencia irreversible, se puede hacer mucho para tratar al paciente y ayudar a que la familia se adapte. La persona con demencia debe estar bajo atención médica y puede consultar a un neurólogo, psiquiatra, médico de familia, internista o geriatra. El médico puede tratar los problemas físicos y de conducta del paciente y responder a las múltiples inquietudes que éste o su familia puedan tener.
NIA dice que muchas personas con demencia no necesitan medicamentos para tratar los problemas de comportamiento. Pero para otros pacientes, los médicos pueden recetar medicamentos para disminuir la agitación, ansiedad, depresión o los trastornos del sueño que son problemas comunes en la conducta de las personas que sufren demencia. (Lea sobre “Depresión” “El Sueño”) El uso cuidadoso de los medicamentos recetados puede hacer que algunas personas con demencia se sientan más cómodas y que sea más fácil cuidar de ellas.
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Es importante mantener una alimentación sana. Aunque no se ha comprobado que ninguna dieta o suplemento alimentario especial prevenga o contrarreste la enfermedad de Alzheimer ni la demencia por infartos múltiples, un régimen alimentario equilibrado ayuda a mantener una buena salud general. En los casos de demencia por infartos múltiples, una mejor alimentación puede ayudar a prevenir más derrames cerebrales.
Los familiares y los amigos pueden ayudar a que las personas con demencia continúen sus actividades cotidianas, ejercicios físicos y contactos sociales. A las personas que sufren demencia se les debe mantener al tanto de los detalles de su vida, como son la hora del día, dónde viven y qué está sucediendo en casa o en el mundo. Cualquier cosa que sirva para ayudar a la memoria puede ser apoyo en la vida cotidiana de los pacientes que se encuentran en las etapas iniciales de la demencia.
Algunas familias han visto que un calendario grande, una lista de las actividades diarias, notas sobre medidas de seguridad sencillas e instrucciones escritas sobre cómo usar ciertos artículos domésticos comunes resultan ser medios auxiliares muy útiles.
La información proporcionada viene del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento. Todo los materiales de Concept Communications se proporcionan para su información exclusivamente y no son ni consejos ni substitutos del cuidado médico formal. Consulte a un profesional de la salud acreditado que entienda su historia particular para sus preocupaciones individuales.
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