Hay situaciones cotidianas en la vida del adulto mayor que hacen que el cuidador familiar comience a pensar en la opción de una residencia.
Cuando un mayor dentro de la familia empieza a perder autonomía, su situación puede representar una amenaza para él.
A continuación, presentamos las situaciones más comunes:
Alimentación y medicación irregular
“A mamá la tengo que llamar siempre para recordarle que se alimente y que tome sus medicamentos. Aun así, se equivoca o no lo hace. Esto provoca inestabilidad en su salud física y mental”.
Julia Martínez
Vicente López
Alimentarse, hidratarse e higienizarse, por ejemplo, son actividades que cualquier persona realiza sin ninguna dificultad, pero que comienzan a hacerse complejas, conforme va avanzando la edad. Cuando un adulto mayor pierde autonomía y no es capaz de cuidarse, es momento de pensar en asistencia profesional, ya sea en casa o en una residencia.
Caídas
“Mi esposo se cayó 4 veces este año. Nuestra casa no está adaptada para su condición, y, por su peso, me cuesta mucho levantarlo”.
Sol Vázquez
Villa Urquiza
Las caídas son causadas por problemas de visión, equilibrio, deterioro funcional, y efectos secundarios de los medicamentos. El miedo a caerse puede ser un factor que conduzca al aislamiento social, puede producir depresión, así como sentimientos de vulnerabilidad. Cuando esta situación se agudiza, lo mejor es evaluar la opción de una residencia.
Asistencia personalizada para el adulto mayor
“Mi tía necesita asistencia las 24 hs. Es muy difícil socorrerla porque vive lejos y no podemos afrontar el pago a cuidadoras y enfermeras”.
Isabel Lezama
Villa Ballester
Una asistencia de 24 horas requiere al menos 3 cuidadores para diferentes turnos. Sin duda representaría un costo significativo. El pago por una residencia sería menor y además, allí el personal está mejor preparado y son supervisados constantemente.
Trabajo y cuidado
“Ya vamos por la sexta cuidadora para mi madre en menos de un año. En este momento estamos transitando un juicio laboral con una de ellas. Es muy complejo encontrar personas de confianza para luego formarlas y coordinar los horarios. Y ni hablar cuando faltan. Es un lio”.
Matías Herrera
Belgrano
El manejo de las relaciones laborales en situaciones de absoluta necesidad y delicadeza puede llegar a ser un gran desafío. Uno de los mayores beneficios de una residencia es que pueden manejar con facilidad cualquier imprevisto, y son ellos los que se hacen cargo de los riesgos de la contratación.
Evitar la soledad
“Mi abuela está sola casi todo el día. Pasa muchas horas frente al televisor y solo cruza una pocas palabras con su enfermera. Quisiera que esté más acompañada para que no se deprima.
Isabella Santorini
Adrogué
Debido a fallecimientos en el círculo social, combinado con una disminución en la movilidad, la soledad es muy común entre los adultos mayores. Por lo general, sus hijos y demás familiares están muy ocupados y, aunque se esfuercen, no les pueden dar toda la atención que necesitan. Uno de los mayores beneficios de los centros de día y las residencias es la estimulación y el contacto social: claves de una vejez plena.
Beneficios de una Residencia Geriatrica
- Alimentación regular y nutritiva siguiendo recomendaciones médicas y del nutricionista.
- Medicación controlada y regular bajo supervisión de un médico
- Actividades recreativas para el desarollo y la estimulación
- Contacto social e interacción frecuente con otras personas
- Supervisión las 24 hs y cuidado profesional
- Instalaciones pensadas en la seguridad del adulto mayor
- Posibilidad de volver a casa o de hacer un hospedaje temporario durante un periodo.