Aceptar que su ser querido necesita un alto nivel de atención, lleva tiempo. La mayoría de las personas que decide llevar a su familiar a una residencia suele sentir culpa y vergüenza.
Sin embargo, justo en este momento deben concentrar todos sus esfuerzos en visitarlo de acuerdo a su rol familiar (hija/o,nieta/o, sobrina/o, etc) y no como el cuidador principal.
Esto es fundamental para tener una relación serena y completa durante el periodo de transición y adaptación a la vida en un geriátrico o una residencia para adultos mayores
Cantidad de visitas
La cantidad de visitas es aconsejada por psicólogos y gerontólogos, luego de evaluar el perfil del residente. Si bien varias visitas por semana pueden beneficiar a algunos, otros pueden verse perjudicados porque entorpecería su adaptación.
Es recomendable que realice visitas cuando su familiar esté realizando alguna actividad recreativa o cultural, sin que se dé cuenta. De esa manera, podrá ver cómo se desenvuelve realmente. Suele suceder que, en las primeras visitas, su familiar le comunique que no la está pasando nada bien y quiere irse, pero luego, cuando usted se va, continúe su vida tranquilamente.
Consejos para el cuidador
- Reflexione: usted no causó la condición de su ser querido. El deterioro por la edad es inevitable.
- Entienda: si bien uno puede ayudar mucho, nunca puede tener el control total del cuidado del adulto mayor.
- Comprenda: si el adulto mayor fue admitido en una residencia, es porque requiere atención constante; y constituye un entorno adecuado para él.
- Piense: vaya a cada visita con pequeñas cosas para alegrarle e ldía a su ser querido, pero luego continúe con su propia vida.
- Reconozca: como cuidador familiar, usted está en una difícil situación, con mucha responsabilidad. Enfrenta grandes decisiones, mucha presión y sentimientos encontrados.
- Sea paciente: es cuestión de tiempo para que todos estén adaptados, se asimilen las nuevas rutinas, e incluso surjan nuevas relaciones de afecto y amistad
Es importante saber que el proceso de adaptación lleva entre 30 a 60 días normalmente. Siendo este un cambio en muchos sentidos para el familiar hay que tratar de transmitir confianza tanto al familiar como a los interlocutores en la residencia. Busque un contacto positivo, de aliado en el bienestar, con la residencia para afrontar este proceso en conjunto. La residencia debe contar con mucha experiencia en este proceso por lo tanto trate de entender y ver cómo pueden facilitar el proceso como equipo.
“Acabo de mudar a mi padre que padece Alzheimer a una Residencia para Adultos Mayores. Me siento muy culpable. ¿Qué puedo hacer?”
Interiorice la idea de que acaba de dar el paso necesario para asegurarse de que su padre vivirá en un lugar seguro y cómodo, en donde dispondrá de la atención que requiere.
Tenga en cuenta que a medida que avanza la enfermedad, las necesidades aumentarán: eventualmente su padre va a requerir ayuda para alimentarse, bañarse y vestirse. Su “reloj interno” cambiará (común con el Alzheimer) y necesitará atención en momentos y horarios poco usuales.
Dentro de casa, es muy probable que usted no pueda cubrir todas sus necesidades. Realmente tomó la decisión correcta y usted seguirá siendo parte de su mundo.
Deje de ser tan duro con usted mismo, no se castigue. Es momento de enfocar toda su energía en crear nuevas y mejores ideas para compartir tiempo de calidad con su padre, ahora, dentro de este nuevo entorno.
Facilitar la adaptación a una residencia para adultos mayores.
Facilitar la adaptación a un geriátrico requiere de empatía, paciencia y un enfoque centrado en el bienestar de la persona mayor. Aquí hay algunas estrategias para hacer que este proceso sea más suave:
- Comunicación compasiva: Habla con la persona mayor sobre la mudanza al geriátrico de manera respetuosa y compasiva. Escucha sus preocupaciones y miedos, y bríndales apoyo emocional durante este cambio.
- Visita previa al geriátrico: Si es posible, realiza una visita previa al geriátrico con la persona mayor. Explora las instalaciones juntos, presenta al personal y permite que se familiarice con el entorno.
- Crear un espacio acogedor: Ayuda a personalizar la habitación del geriátrico con objetos personales y familiares. Esto puede hacer que la persona se sienta más cómoda y en casa.
- Participar en actividades: Anima a la persona a participar en actividades sociales y recreativas dentro del geriátrico. Esto puede ayudarles a conocer a otros residentes y a integrarse en la comunidad del lugar.
- Conocer al personal: Ayuda a la persona mayor a conocer al personal del geriátrico y establecer una relación de confianza con ellos. Esto puede generar una sensación de seguridad y bienestar.
- Mantener la rutina: En la medida de lo posible, trata de mantener ciertas rutinas y actividades que la persona tenía antes de la mudanza. La consistencia puede proporcionarles una sensación de estabilidad.
- Involucrar a la familia: La presencia y el apoyo de la familia son vitales durante este proceso. Realiza visitas regulares y pasa tiempo con la persona en el geriátrico para mantener un vínculo cercano.
- Fomentar la independencia: Incentiva a la persona a realizar tareas y actividades que sean adecuadas para su nivel de autonomía. La sensación de tener cierto control sobre su vida puede mejorar la adaptación.
- Comunicación con el personal del geriátrico: Mantén una comunicación abierta y constructiva con el personal del geriátrico para conocer el progreso de la adaptación de la persona mayor y para asegurarte de que sus necesidades estén siendo satisfechas.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es esencial adaptar las estrategias a sus preferencias y necesidades específicas. La empatía y la paciencia son fundamentales durante este período de cambio para ayudar a la persona mayor a sentirse más cómoda y apoyada en su nueva vida en el geriátrico.
En el PORTALGERIATRICO tenemos varios textos que ayudan a manejar mejor las emociones. Le proponemos la lectura de los siguientes textos:
Recomendamos la lectura del artículo “Un vínculo de afecto para siempre” en esta fase de transición y adaptación.
Entender las emociones para luego ordenarlas y transitarlas. En el texto de este enlace comprenderá como empezar a transitar las emociones en el contexto del cuidado con un adulto mayor
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En el siguiente enlace hablamos del primer paso que es la identificación de las emociones para luego entender mejor cuales son los principales estados emocionales por los que transitamos cuando estamos con un adulto mayor.
Entender mejor el proceso de adaptación a un geriátrico es también una buena manera de familiarizarse con los diferentes momentos y ubicarse en este contexto que requiere de mucha paciencia y empatía.
Nuestra experiencia de años y años ha demostrado que no hay un camino para todos pero la mayoría de los caminos llega a un lugar en el cual el familiar se relaja y se siente seguro.