Ataxia de Friedreich
Siendo la ataxia hereditaria más frecuente y presentando comúnmente entre los 5 y 15 años los primeros síntomas, obtenga más información aquí sobre la Ataxia de Friedreich.
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Siendo la ataxia hereditaria más frecuente y presentando comúnmente entre los 5 y 15 años los primeros síntomas, obtenga más información aquí sobre la Ataxia de Friedreich.

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Ataxia de Friedreich

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La Ataxia de Friedreich es una enfermedad heredada que ocasiona daño progresivo al sistema nervioso ocasionando síntomas que oscilan entre debilidad muscular y problemas de dicción, por un lado, y enfermedad cardíaca, por el otro.

Se le llama por el nombre del médico Nicholas Friedreich, que describió inicialmente la condición en la década de 1860. “Ataxia”, que se refiere a los problemas de coordinación, tales como movimientos torpes y falta de estabilidad, ocurre en muchas enfermedades y condiciones diferentes.

En la Ataxia de Friedreich, la ataxia resulta en la degeneración del tejido nervioso en la médula espinal y de los nervios que controlan los movimientos musculares en los brazos y en las piernas.

La médula espinal se hace más delgada y las células nerviosas pierden algunos de sus cubrimientos de mielina (la capa de aislamiento en todas las células nerviosas que ayuda a transmitir los impulsos nerviosos).

La ataxia de Friedreich, aunque rara, es la ataxia heredada más prevaleciente que afecta a una de cada 50,000 personas en los Estados Unidos. Hombres y mujeres se ven igualmente afectados.

¿Cuáles son los signos y síntomas?

Los síntomas comienzan comúnmente entre las edades de 5 y 15 años, pero pueden en raras ocasiones aparecer tan pronto como a los 18 meses o tan tarde como a los 30 años de edad. El primer síntoma en aparecer es generalmente la dificultad en caminar o ataxia del caminar. La ataxia empeora gradualmente y se propaga lentamente a los brazos y, luego, al tronco.

Los signos iniciales incluyen deformidades de los pies tales como pie en forma de porra, flexión de los dedos de los pies (movimientos consistentes en doblar los dedos de los pies involuntariamente), dedos gruesos de los pies en forma de martillo e inversión de los pies (desvío hacia adentro).
En el curso del tiempo, los músculos comienzan a debilitarse y a atrofiarse, en especial en los pies, las partes inferiores de las piernas y las manos y aparecen deformidades.

Otros síntomas incluyen pérdida de reflejos de los tendones, en especial en las rodillas y en las muñecas y los tobillos. A menudo hay una pérdida paulatina de sensación en las extremidades, que puede propagarse a otras partes del cuerpo. Aparece disartria (lentitud en la dicción o dicción indistinta) y la persona se cansa con facilidad. Son comunes los movimientos rítmicos, rápidos e involuntarios del globo ocular (nystagmus). La mayoría de las personas con ataxia de Friedreich adquieren escoliosis (encurvamiento de la espina dorsal hacia un lado) que, si es aguda, puede dificultar la acción de respirar.

Entre otros de los síntomas que pueden ocurrir figuran dolores de pecho, falta de respiración y palpitaciones cardíacas. Estos síntomas son el resultado de distintas formas de enfermedad cardíaca que a menudo acompañan a la ataxia de Friedreich, tales como la cardiomiopatía (alargamiento del corazón), la miocarditis (inflamación de las paredes del corazón), la fibrosis miocardial (formación de material parecido a fibras en los músculos del corazón) y el fallo cardíaco.

También son comunes anomalías rítmicas del corazón tales como taquicardia (latir rápido del corazón) y bloqueo del corazón (conducción dificultada de los impulsos cardíacos dentro del corazón). 20 por ciento, aproximadamente, de las personas con ataxia de Friedreich adquieren intolerancia a los carbohidratos y 10 por ciento de ellas adquiere diabetes mellitus. Algunas personas pierden la capacidad de oír o de ver.

La manera en que progresa la enfermedad varía de una persona a otra. Por lo general, dentro de 15 a 20 años después de aparecer los primeros síntomas, la persona queda recluida en una silla de ruedas y, en las etapas posteriores de la enfermedad, las personas quedan totalmente incapacitadas.

La expectativa de vida se ve grandemente afectada y la mayoría de las personas con Ataxia de Friedreich mueren en los primeros años de la vida adulta, si existe además enfer-medad cardíaca seria, la causa más común de la muerte. No obstante, algunas personas con síntomas menos agudos de Ataxia de Friedreich viven por mucho más tiempo.

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¿Cómo se diagnostica la Ataxia de Friedreich?

Los médicos diagnostican la Ataxia de Friedreich realizando un cuidadoso exa-men clínico, que incluye un historial médico y un minucioso examen físico. Las pruebas que pueden realizarse incluyen lo siguiente:

  • electromiograma (EMG), que mide la actividad eléctrica de las células musculares,
  • estudio de conducción de los nervios, que mide la velocidad a la que los nervios transmiten los impulsos,
  • electrocardiograma (EKG), que da una presentación gráfica de la actividad eléctrica o patrón de pulsaciones del corazón,
  • ecocardiograma, que registra la posición y movimiento del músculo del corazón,
  • exploraciones de imágenes de resonancia magnética (MRI) o tomografía computarizada (CT), que proporciona una imagen del cerebro y la médula espinal,
  • derivación o punción espinal para evaluar el líquido cerebroespinal,
  • pruebas de sangre y orina para evaluar los niveles elevados de glucosa, y
  • pruebas genéticas para identificar el gen afectado.

¿Cómo se hereda la ataxia de Friedreich?

La Ataxia de Friedreich es una enfermedad recesiva autosomal, que significa que el paciente ha de heredar dos genes afectados, uno de cada uno de los padres, para que la enfermedad se desarrolle. Una persona que tiene sólo una copia anormal de un gen para una enfermedad genética recesiva, tal como la ataxia de Friedreich se denomina portador.

Un portador no adquirirá la enfermedad pero podría transmitir el gen afectado a sus hijos. Si ambos de los padres son portadores del gen de la Ataxia de Friedreich, sus hijos tendrán 1 en 4 posibilidades de poseer la enfermedad y 1 en 2 posibilidades de heredar un gen anormal que ellos, a su vez, podrían pasar a sus hijos. Aproximadamente 1 de cada 90 norteamericanos de origen europeo llevan el gen afectado.

Los seres humanos tienen dos copias de cada gen (uno heredado de la madre y otro del padre). Los genes están situados en lugares concretos en cada uno de los 46 cromosomas del individuo, que son cadenas de ADN (DNA) en forma de espiral apretadas que contienen millones de productos químicos llamados bases. Estas bases (adenina, timina, citosina y guanina) se llaman en forma abreviada A, T, C y G. Ciertas bases siempre se “aparean” (A con T; C con G) y combinaciones diferentes de pares de base se unen en juegos de tres para formar mensajes codificados.

Estos mensajes codificados son “recetas” para fabricar aminoácidos, los bloques de construcción de proteínas. Al combinarse en secuencias largas, como los números de teléfonos largos, las bases “apareadas” indican a cada célula cómo reunir diferentes proteínas. Las proteínas constituyen las células, los tejidos y los e-zimas especializados que nuestros cuerpos necesitan para funcionar normalmente. La proteína que se ve alterada en la Ataxia de Friedreich se llama frataxina.

En 1996, un grupo internacional de científicos identificó la causa de la Ataxia de Friedreich como un defecto en un gen situado en el cromosoma 9. Debido al código anormal heredado, una secuencia en particular de bases (GAA) se repite demasiadas veces. Normalmente, la secuencia GAA se repite de 7 a 22 veces, pero en las personas con la Ataxia de Friedreich, ésta se repite de 800 a 1,000 veces.

Ese tipo de anormalidad se denomina expansión de repetición triple y ha sido im-plicada como la causa de varias enfermedades dominantemente heredadas. La Ataxia de Friedreich es la primera enfermedad genética recesiva conocida que es ocasionada por la expansión de repetición triple.

Aunque un 98 por ciento de los portadores de Ataxia de Friedreich tienen una expansión triple repetida genética en particular, ésta no se encuentra en todos los casos de la enfermedad. Una proporción muy pequeña de personas afectadas tienen otros defectos de codificación genética que son responsables de la enfermedad.

La expansión triple repetida perturba aparentemente la conversión normal de aminoácidos a proteína, reduciendo enormemente la cantidad de frataxina que se produce. La investigación indica que sin un nivel normal de frataxina, ciertas células en el cuerpo (especialmente las células del cerebro, de la médula espinal y de los músculos), no pueden soportar cantidades normales de “tensión oxidativa” que producen las mitocondrias, las plantas productoras de energía de las células.

Esta indicación sobre la posible causa de la Ataxia de Friedreich se descubrió después de que los científicos realizasen estudios utilizando una proteína de levadura con una estructura similar a la de la frataxina humana. Encontraron que la falta de esta proteína en la célula de levadura conducía a una concentración tóxica de hierro en las mitocondrias celulares.

Cuando el excedente de hierro reaccionaba con el oxí-geno, se producían radicales libres. Aunque los radicales libres son moléculas esenciales en el metabolismo del cuerpo, pueden también destruir las células y ocasionar daño al cuerpo.

¿Puede curarse o tratarse la Ataxia de Friedreich?

Al igual que muchas enfermedades degenerativas del sistema nervioso, actualmente no hay una cura eficaz o tratamiento para la Ataxia de Friedreich. Sin embargo, muchos de los síntomas y complicaciones asociados a esta enfermedad pueden ser tratados con el fin de ayudar a los pacientes a mantener un funcionamiento óptimo por el mayor tiempo que sea posible. La diabetes, si se halla presente, puede tratarse con dieta y medicamentos tales como la insulina, y algunos de los problemas cardíacos pueden tratarse con medicamentos también.

Los problemas ortopédicos tales como las deformaciones de los pies y la escoliosis pueden tratarse con soportes o cirugía. La terapia física puede prolongar el uso de los brazos y las piernas. Los científicos esperan que los adelantos recientes en la comprensión de los aspectos genéticos asociados a la Ataxia de Friedreich puedan conducir a avances trascendentales en el tratamiento.

¿Qué servicios son útiles para los pacientes de la Ataxia de Friedreich y para sus familias?

Se dispone de pruebas genéticas en algunos laboratorios especializados y pueden ayudar al diagnóstico clínico, al diagnóstico prenatal y a determinar si el individuo es un portador de la enfermedad. Los asesores genéticos pueden ayudar a explicar cómo se hereda la Ataxia de Friedreich y cuáles son los efectos sobre los pacientes y las familias. El asesoramiento psicológico y los grupos de apoyo para las personas con enfermedades genéticas también pueden ayudar a los pacientes y a sus familias a hacerle frente a la enfermedad.

¿Qué investigación se está realizando?

En el gobierno federal, el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Apoplegía (NINDS- National Institute of Neurological Disorders and Stroke), uno de los componentes de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), tiene la responsabilidad principal de patrocinar la investigación sobre los desórdenes neurológicos. Como parte de esta misión, el NINDS realiza investigación sobre la Ataxia de Friedreich y otras formas de ataxias heredadas en sus instalaciones de NIH y también apoya estudios adicionales en centros médicos de todo los Estados Unidos.

Los investigadores se muestran optimistas de que pronto estarán más cerca de comprender las causas de la enfermedad, lo cual facilitará el diagnóstico de los pacientes, asistirá a quienes asesoran a las familias y, con el tiempo, ayudará a los científicos a crear tratamientos eficaces y estrategias de prevención para la Ataxia de Friedreich.

Los estudios con proteínas de levaduras que tienen una estructura química similar a la frataxina humana (véase la sección en este documento “¿Cómo se hereda la Ataxia de Friedreich?”) condujeron a estudios adicionales en ratones y en seres humanos. Estos estudios pusieron de relieve que la frataxina (como la proteína de la levadura) es una proteína mitocondriaca que debería hallarse presente normalmente en el sistema nervioso, el corazón y el páncreas.

Sin embargo, en los pacientes con la enfermedad, la cantidad de frataxina en las células afectadas de estos tejidos se ve seriamente reducida. Pruebas adicionales de que la frataxina puede funcionar análogamente a la proteína de levadura fue el resultado de niveles anormalmente elevados de hierro en el tejido del corazón de las personas con Ataxia de Friedreich.

Se cree que el sistema nervioso, el corazón y el páncreas pueden ser especialmente susceptibles a daños por radicales libres (producidos cuando el exceso de hierro reacciona con el oxígeno), debido a que una vez que ciertas células en estos tejidos quedan destruidas por los radicales libres no pueden ser reemplazadas.

Las células de los nervios y de los músculos también tienen necesidades metabólicas que pueden hacerlas especialmente vulnerables a daños por los radicales libres. Los radicales libres han sido implicados en otras enfermedades degenerativas, tales como las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer.

Armados con lo que actualmente conocen acerca de la frataxina y la ataxia de Friedreich, los científicos trabajan por definir mejor el papel de la frataxina, aclarar la forma en la que los defectos en el metabolismo del hierro pueden desempeñar un papel en el proceso de la enfermedad y explorar nuevos enfoques terapéuticos para la enfermedad. El descubrimiento por investigadores apoyados por NINDS de la mutación genética que ocasiona la Ataxia de Friedreich ha dado nuevo ímpetu a las actividades de investigación de esta enfermedad.

Preparado por: Office of Communications and Public Liaison
National Institute of Neurological Disorders and Stroke
National Institutes of Health
Bethesda, MD 20892

El material del NINDS sobre la salud se ofrece solamente para propósitos informa-tivos y no significa un endoso ni la posición oficial del Instituto Nacional de Tras-tornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares o de ninguna otra agencia federal. Cualquier recomendación sobre el tratamiento o cuidado de un paciente en particular debe obtenerse a través de una consulta con un médico que lo haya examinado o que esté familiarizado con el historial médico de dicho paciente.

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