De que se trata un Centro de Dia
¿Qué es un Centro de Día?
Un Centro de Día es un lugar que funciona, generalmente, desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde, donde el adulto mayor realiza talleres de todo tipo. Tiene que ver con la parte cognitiva, el movimiento, la motricidad fina. Desayunan, almuerzan, toman la merienda y a las cuatro se van a sus casas.
Es un lugar para que el adulto mayor realice actividades durante el día. Casi todos funcionan en ese horario. Hay algunos que se quedan después de hora, porque la familia trabaja y no lo pueden ir a buscar a las 16 hs, pero pueden a las 18 hs . Se quedan descansando, charlando, viendo televisión.
Dentro del horario son actividades para mejorar su vida diaria y para aumentar el grado de sociabilidad, porque están con otros adultos mayores que comparten edad y problemáticas.
¿A partir de qué edad están permitidos?
A partir de los 60 años. Tienen que estar jubilados y pensionados. En general son todos adultos mayores, pero hay algunas excepciones de personas más jovenes que tuvieron un ACV, que necesitan mejorar la motricidad, o que tienen demencia senil.
Inicio y experiencia de Los Geranios
¿Cuando comenzaron con Los Geranios?
La actividad del Centro de Día la empezamos en el año 2016 con mi marido de forma privada acá en Pilar (Zona Norte del Gran Buenos Aires) y, después de tres meses, nos incorporamos en el servicio de PAMI. Lamentablemente tuvimos que descontinuarlo el 19 de marzo, cuando se decretó el aislamiento. Hoy no funciona porque el adulto mayor se tiene que trasladar dos veces por día, lo cual está desaconsejado.
¿Cómo se les ocurrió empezar con esta actividad?
Empezamos al revés. Comenzamos teniendo el espacio. Con mi marido, que somos dueños y socios en este emprendimiento, teníamos un espacio muy grande que incluía pileta, sum, y lo que hicimos fue adaptarlo para el adulto mayor.
¿Cómo fueron estos 4 años del Centro de Día?
Fueron divinos porque las personas se enganchan muchísimo. Para los adultos mayores es un paso previo a la geriatrización. Este tipo de lugares le da un aire a la familia durante el día y le permite no contratar a un cuidador, o contratar menos. El adulto mayor está con personas que son pares, que tienen las misma problemáticas, hablan de sus hijos, hablan de donde viven y comparten los mismos intereses. Están ubicados dentro de un grupo familiar y, lo positivo, es que durante algunos años pueden conservar su ámbito y su independencia. El objetivo es que los adultos mayores mejoren o no empeoren.
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El funcionamieto de un Centro de Dia
¿Los adultos asisten con entusiasmo?
Es como todo. Al principio les cuesta un poco porque no saben a que se enfrentan. Hay personas que son más vergonzosos, otros más lanzadas. Unas que se enganchan enseguida y otras que son más retraídas. El grupo que se armó es muy interesante, heterogéneo, bueno. Al nuevo siempre hay dos o tres que los trata de enganchar como para que le den ganas de venir. Es un grupo bastante grande, arriba de 35 personas y casi todas mujeres. Los varones son como los galanes del grupo.
Tenemos un grupo de WhatsApp. Todos los días nos saludamos y conversamos. Les mandamos ejercicios, adivinanzas, notas de diarios, y otras actividades para mover la cabeza.
¿Comienzan a ir por iniciativa propia o por idea de los familiares?
Hay algunos que van por iniciativa propia porque están aburridos en su casa. Ir a un lugar donde están sus pares, hacer talleres, compartir el almuerzo, hablar con alguien que tal vez conocen del barrio, les divierte. Otros vienen por idea de la familia. En estos casos, por lo general, son adultos autoválidos que necesitan rehabilitación o reactivación tanto física como social. Precisan conectarse de nuevo porque tuvieron un ACV o están entrando en una demencia senil.
¿Pueden ir acompañados?
Hay veces que vienen los familiares o los cuidadores. Son una ayuda más, nosotros lo tomamos bien, todos son bienvenidos.
¿Cuáles son las actividades que más disfrutan los residentes?
La actividad que más disfrutan en el verano es la pileta. Los pone felices meterse al agua y hacer aquagym, o aunque no lo hagan, disfrutan mucho de quedarse en el agua observando. También adoran la actividad física y lo lúdico: baile, bingo, juegos, canto, pileta. Para eso ellos están siempre listos.
Tenemos un señor jubilado que les da un taller de musica: canta y toca la guitarra. Ellos se encuentran muy a gusto porque están con un par y durante una hora hacemos un cuadernito con las letras, ellos contentisimos.
Lo que más les cuesta son actividades como el del taller de memoria, trabajar con la motricidad fina y sentarse.
¿Las actividades son obligatorias?
Ninguna actividad es obligatoria, pero el adulto mayor es medio vergonzoso, no se quiere quedar afuera. “Si estoy acá y vine, bueno juego al bingo, me siento a pintar, me siento a jugar a las cartas”. Una vez que está ahí, que pasó la barrera de que llegó, listo, no viene para quedarse fuera de la situación.
¿Si o si tienen que concurrir los 5 días de la semana?
Es totalmente libre. Pueden arreglar para venir solo de mañana e irse al mediodía o venir dos o tres veces por semana. Nosotros lo tenemos funcionando de lunes a viernes. Es como a cada uno le quede cómodo y como lo sienta. Si hay algún día que a alguien no le gusta la actividad que hay, puede no venir.
¿Con qué instalaciones cuentan?
Tenemos la pileta, un gimnasio equipado con cosas especializadas, un sum muy grande donde se realizan la mayoría de las actividades: allí almuerzan, tenemos una tv enorme, sillones para descansar o tirarse un poco después de comer.
Tenemos habitaciones para que descansen, una enfermería donde los enfermeros les toman la presión. Si hay algún inconveniente menor allí pueden asistirlos dándoles un primer auxilio.
Todos los baños que tenemos son para discapacitados, se puede entrar con bastón andador, silla de ruedas y en todos hay duchas. En todos los espacios hay aire acondicionado frío calor.
Tenemos una cancha de tejo que disfrutan un montón porque les encantan los ratos libres.
El que quiere juega y el que quiere mira, ellos disfrutan mucho mirando o acompañando al amigo o amiga que está jugando.
¿Se puede dormir en las habitaciones si lo desean?
Si, están para eso, por si alguien después de almorzar se quiere tirar. La hora de la comida es amplia. Desde las 12 hasta las 14. Son dos horas para reponer energía. El que quiere se queda dormitando o viendo television, el que quiere se va a la habitación y se tira, hay algunas personas que se llevan los tejidos.
A media mañana hay un tiempo libre más corto, de 30 minutos. Toman juego y comen galletas, es un recreo de media mañana entre taller y taller.
Si una persona necesita ayuda para comer, ¿hay personal que lo asiste?
Más allá de los talleristas, hay asistentes geriátricos. Es uno cada 15 personas. Eso está estipulado por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. Nosotros siempre tenemos dos personas extras que están sirviendo o ayudándolos.
Los menús están hechos por una nutricionista porque no todos pueden comer lo mismo. Tratamos de que coman lo más sano posible, cada adulto mayor tiene una ficha médica donde vamos actualizando que pueden comer y que no. La nutricionista hace un plan semanal para que la cocinera realice.
¿Cómo es un dia normal en un Centro de Dia?
Ellos llegan a las 9 am y tienen un ratito de 20 minutos para acomodarse, sentarse, tomar algo.
El primer taller que siempre hacemos es el de actividad física acorde al adulto mayor. La dicta un profesor que es especialista en adultos mayores. Hacen movimientos tranquilos que tienen que ver con la coordinación. Dura entre 40 minutos y una hora, como todos los talleres.
Después tienen el refrigerio.
El siguiente taller es el de memoria y el próximo de baile. El baile varía. Algunas veces viene un profesor de folklore y otro días viene una profesora más general. En pleno verano cambiamos el taller de baile por aquagym.
Luego tiene una hora de almuerzo y, por la tarde, hay algunos días que viene el profesor de música y otros tenemos el taller literario, en el cual viene una profesora a contar cuentos o a hacer alguna charla acerca de alguna noticia o de alguna cuestión de la actualidad, para que estén siempre conectados.
El último taller es el de actividades prácticas. Ellos hacen atrapasueños o cosas con papel mache. Tiene que ver con la motricidad fina. Eventualmente tenemos un bingo o alguna día salimos a jugar al tejo o traemos a alguien que de una charla, otro día traemos a una psicóloga. Ella se ocupa de valorizar al adulto mayor, dentro de la sociedad ya que a veces sienten que son una carga.
La nutricionista viene a darles charlas sobre las diferentes patologías, la diabetes, la hipertensión, presión arterial, cuestiones del corazón, etc.
¿Extrañan el Centro de Día por la pandemia?
Están ansiosos por volver. Para ellos abandonar de la noche a la mañana las actividades fue muy duro.
Lo soportaron más días que nosotros pero al ser tantos días ya necesitan salir. Algunos que viven cerca se van a saludar por la ventana cuando es un cumpleaños. Han buscado esas formas, o ponen en el grupo de WhatsApp las cosas que cocinan, con quién están pasando la cuarentena, alguna noticia de que si viene la vacuna, si falta mucho o poco.
Manejan bien el celular, es una de las primeras cosas que hicimos al principio en el Centro de Día, incorporar un taller de tecnología. Les enseñamos a usar el Facebook y el Whatsapp que son las cosas que a ellos más les preocupan. Tuvimos un taller que duró un mes, específicamente con el tema del celular. Ahora lo usan por si mandamos una clase por zoom y demás.
Consejos y desafios
¿Qué consejos le darías a una persona que va a crear un Centro de Día?
Lo primero es que tiene que tener mucho amor por el adulto mayor porque son personas especiales que te dan alegría y respeto. En todo momento están mirando lo que haces y valoran lo que haces por ellos. A medida que vos le das, ellos te devuelven, porque no están acostumbrados a que la gente se ocupe o esté con ellos. Por eso, si van a hacer un Centro de Día para un adulto mayor, que se planteen bien si se quieren dedicar al adulto mayor. Tienen que tener mucha paciencia, mucho amor y mucha dedicación.
¿Cuáles son los mayores desafíos de trabajar con adultos mayores?
Que estén integrados al grupo al que pertenecen y que se sientan valorados, escuchados, que sientan que son importantes, porque ellos no están acostumbrados a ser escuchados o valorados. A veces sienten que en la casa son una molestia, una carga o un gasto. Entonces vienen al Centro de Día, están fuera de la casa y después ellos también tienen una experiencia para compartir a la noche en la mesa con la familia, no tienen solo que escuchar, sino que pueden contar una anécdota, un cuento, conversar sobre lo que hizo en el día.
¿Qué es lo más difícil y lo más lindo de trabajar con adultos mayores?
Lo mas lindo es lo que ellos te devuelven. Son muy agradecidos y muy respetuosos, valoran mucho lo que tenes para darles. Este año nos pasó que una señora fue a PAMI a buscar un psicólogo. En vez del psicólogo porque no vas a un centro de día. La señora vino y es el día de hoy que está muy agradecida. Esta super bien, encontró un montón de amigos, se les resolvieron un montón de problemas.
Estamos muy encima de las personas. Lo difícil es que ellos se integren. A veces hay algunos adultos mayores que son mucho más retraídos, más reacios, más desconfiados. Eso es difícil. Después de un tiempo lo logras, es difícil para el que no viene voluntariamente.
Solo tuvimos un caso de un señor que vino una semana y media y que no había manera. Preferimos que no siga viniendo porque era algo que a él no le gustaba, el grupo hacia mucho esfuerzo para integrarlo y el hombre no arrancaba, recuerdo ese solo caso. Los demás, por lo general, están super encantados, se quedan y vienen.
¿Que rasgos debe tener una persona para dedicarse a esto?
La persona tiene que ser muy empática. Lo fundamental es tener empatía con la persona que recibís, que en este caso es este público puntual que es el adulto mayor. La empatía es lo primero, el respeto de su situación. Si no quiere hacer una actividad no hay problema, si la quiere hacer buenísimo. Siempre tratamos de que el adulto mayor se sienta bien en el lugar y que comparta la mayor cantidad de actividades posibles porque para eso va.
Vida y trabajo
¿Cómo haces en tu vida cotidiana para despejarte?
Tengo mis pasatiempos, juego al tenis. Además, aparte del Centro de Día, tengo un gimnasio. Lo mio es el deporte. Cuando no estoy con ellos me salgo de la rutina desde ese lugar.
¿Cómo es manejar un Centro de Día con tu pareja?
Super bien, es bárbaro. Es bueno porque cada uno se puede encargar de lo que más le gusta. Jorge se encarga de todo lo que es el mantenimiento, la hotelería, si están bien de la comida, si comen bien. Yo me encargo de toda la parte social, estoy con las señora y los señores, conozco a las familias, se los nombres, los apellidos, lo que les pasa, lo que no, cada uno hace su tarea y cumple su rol. Obvio que tenemos desacuerdos, discusiones y peleas pero hacemos lo que es mejor para el Centro de Día y para el adulto mayor.
De Centro de Dia a Residencia
¿Por qué decidieron pasar de Centro de Día a Residencia?
Lo veníamos pensando desde antes de la pandemia porque queríamos imprimirle y darle el plus que tiene el Centro de Día. Queremos que no sea una residencia más, un lugar donde la gente va a parar tipo depósito, sino todo lo contrario, buscamos hacer una residencia donde se diviertan, mejoren e interactúen.
Nosotros decidimos hacer la residencia por la experiencia que teníamos con el Centro de Día. Es muy gratificante, el adulto mayor te devuelve un montón de cosas, gratitud, respeto, y queríamos , como vemos y conocemos varias residencias, por qué no hacer una residencia con el plus del centro de día: taller, interacción, un lugar donde siempre haya algo para hacer, porque para ver television quedas en tu casa.
¿Cómo está siendo la transición?
Está siendo difícil, pero lo tomamos con mucho entusiasmo porque en definitiva estamos dentro del mismo rubro. Estamos acondicionando el lugar para que los adultos mayores se sientan cómodos y puedan pasar todo el día y no solo hasta las 16:00 hs.
A las habitaciones ya las tenemos, estamos agregando camas, mesitas de luz, apuntando a toda la parte hotelera para mejorar la estadía. Lo teníamos para que la gente vaya y venga. Ahora estamos apuntando a que sea llevadero el tema de todo el día.
Vamos a tener dos públicos diferentes. La idea es que los de antes sigan viniendo. Para el que se queda es un divertimento porque es ver a otras personas, es conversar con alguien que viene de afuera, no ver siempre las mismas caras.
¿Cómo percibes que la sociedad está tratando hoy en día a los adultos mayores?
No sé si generalizar, pero lo que se vio en la pandemia es que hay muy poca articulación entre el Estado y los geriátricos.
Al adulto mayor no lo veo como prioritario hoy en la sociedad, no es algo que comparto o que nos guste.
En el Centro de Día tratamos mucho con el adulto mayor, es bastante independiente y autovalido. Conocemos a la familia porque cuando hacen una actividad en conjunto por ahí los llamamos para que los vengan a ver, pero nuestro lazo más fuerte es con el adulto mayor.
No se puede estar tanto tiempo solo y aislado más allá del problema puntual de salud, cada uno ha buscado la forma de acercarse al adulto mayor desde algún lugar porque sino casi que entras en un abandono.
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