Se entiende por Insuficiencia Cardíaca (IC) a la incapacidad del corazón para bombear sangre en los volúmenes adecuados o proporcionar el gasto suficiente para cubrir todas las necesidades cardíacas del cuerpo. Se trata de una de las discapacidades viscerales más comunes a nivel mundial, viniendo en aumento en los últimos años.
Las causas de la IC pueden ser variadas: enfermedad arterial coronaria, pericarditis, problemas congénitos, infarto agudo del miocardio, anemia, enfermedades vasculares, lesiones causadas por consumo excesivo de alcohol, mala alimentación (alta en grasas saturadas y sal), tabaquismo o infecciones (bacterianas, virales o por parásitos).
Más allá de las causas, la prevalencia aumenta en la adultez y se va haciendo más riesgosa a medida que avanza la edad. La mayoría de los pacientes desarrolla sus síntomas durante un periodo de 5 años.
El diagnóstico debe realizarse de manera clínica mediante numerosas pruebas: electrocardiograma, imágenes, hemogramas, pruebas bioquímicas, gasometrías y demás.
Una vez confirmado el diagnóstico es importante comenzar el tratamiento, que no solo consistirá en medicaciones e intervenciones clínicas, sino también en un cambio importante de los hábitos cotidianos. Nuestra función como cuidadores será acompañar al paciente en esta transición.
Cuidados de enfermería específicos para pacientes cardíacos
Algunas recomendaciones de cuidados de enfermería para pacientes cardíacos para poder llevar adelante este trabajo con responsabilidad y profesionalidad:
Ayudar a que el paciente con insuficiencia cardíaca siga las recomendaciones médicas
Aunque esta recomendación parece innecesaria, muchos pacientes no siguen adecuadamente un tratamiento, ya sea por descuido, resistencia o ignorancia.
Nuestro trabajo como enfermeros o cuidadores no será forzar al paciente a tomar la medicación o a seguir otras recetas, ya que eso atentaría contra su autonomía y libertad de decisión, sino que le ayudaríamos a que pueda realizarlo de manera eficiente. Realizar una agenda, instalar en su celular una aplicación que le recuerde la hora de la medicación, recordarle que ya es la hora o ayudarle en caso de que no pueda ingerirla son algunas de las acciones que podemos llevar adelante como cuidadores.
También podemos informarle sobre los beneficios de llevar el tratamiento de manera adecuada y resaltar los beneficios que observamos en el mismo. Por ejemplo, señalarle que desde que comenzó con el tratamiento se encuentra en mejor estado físico, se cansa menos y ha vuelto a realizar sus actividades habituales. Esto debe hacerse siempre desde la honestidad y no inventando una realidad que el paciente puede observar que no es la propia.
Cuidar la alimentación, nutrición e hidratación es importante para personas con problemas de corazón
Los pacientes cardíacos deben llevar adelante una dieta sana y equilibrada, evitando el consumo excesivo de sales, grasas saturadas y comidas copiosas.
Debemos cuidar que su alimentación sea la adecuada, consultando a un nutricionista para estar mejor informados. Si debemos cocinar para ellos, es importante que participen en la toma de decisión de lo que van a comer y, si quieren, también en el proceso de elaboración. Es más probable que el paciente consuma alimentos saludables si fue parte de todo el proceso, desde la selección hasta su puesta en la mesa.
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La comida debe estar adecuadamente condimentada. La sal provoca suba de presión arterial y retención de líquidos, por lo que debe ser reducida o reemplazada por alternativas. Se puede acompañar la alimentación con especias suaves que no dañen la salud. Siempre consultar con profesionales acreditados por posibles alergias o efectos secundarios.
Es importante que el paciente beba abundante agua. La deshidratación es mala para cualquier persona y a cualquier edad, pero se vuelve más peligrosa en personas con condiciones cardíacas debido a la acumulación de sodio en la sangre y la posibilidad de daño en los riñones, y más aun si se trata de personas mayores o con otras condiciones de salud.
Controlar la visión del paciente con insuficiencia cardíaca
Las personas con condiciones cardíacas suelen tener problemas en la visión debido a que la presión afecta los nervios oculares y por la falta de líquidos en el globo ocular.
Los problemas de visión pueden deberse muchas veces a la falta de hidratación o a la falta de consumo de determinados alimentos que ayudan a la visión (vitaminas A, B, C y E, Omega 3, luteínas). Por eso la importancia de una buena alimentación y nutrición, consumiendo zanahorias, naranjas, brócoli, melón, chocolate, te verde, pescado o girasol.
Siempre se debe recordar a los pacientes que deben realizarse chequeos oftalmológicos periódicos y consultar a un profesional si la condición empeora.
Cuidar el consumo de alcohol y tabaco
Aunque muchos profesionales recomiendan una copa de vino tinto diaria para cuidar el corazón, hay que tener en cuenta que el consumo excesivo puede ser perjudicial.
El alcohol bebido con poca moderación puede empeorar la deshidratación y el daño a los órganos internos en pacientes cardíacos.
El tabaco siempre es perjudicial para la salud cardio-respiratoria, por lo que su consumo no está aconsejado.
Siempre consultar al profesional que atiende al paciente (generalista, cardiólogo, nutricionista) acerca de los peligros que el consumo de alcohol y tabaco.
Fomentar la realización de actividades físicas
Es un mito que las personas con insuficiencia cardíaca no pueden realizar ejercicios físicos por el cansancio que le provocan o el peligro de un ataque al corazón. Siempre se puede y se debe ejercitar, aunque teniendo en cuenta la condición del paciente.
Nuestro trabajo como cuidadores o acompañantes será planificar junto con el paciente y los profesionales que lo tratan cuáles son las actividades que puede realizar (debido a su condición de salud, pero también socio-económico y cultural) y como llevarlas adelante.
Planificar los horarios de ejercicio, acompañar al paciente a realizarlos, cuidar que no se lesione, recordarle que debe beber abundante agua y evaluar su desempeño serán algunas de las actividades que podemos llevar adelante.
Ayudarle a mantener bajos niveles de estrés
El estrés malo o distress puede empeorar la condición del paciente con enfermedad cardíaca. Como cuidadores podemos ayudarle a mantener bajos niveles de estrés mediante técnicas como la meditación o el yoga, crearle un ambiente físico agradable y relajado donde pueda sentirse a gusto, y ayudarle a planificar sus actividades cotidianas a fin de que sienta menos tensión por situaciones inesperadas y no controladas.
Para lograr eso es fundamental trabajar con la familia y las instituciones que el paciente frecuenta habitualmente (trabajo, estudio, recreación, actividades comunitarias).
Otras veces no se pueden cambiar los factores externos y lo que debemos hacer es ayudar al paciente a que comprenda que hay momentos en que no podemos controlar lo que sucede y debemos aceptarlo para poder vivir una vida más tranquila.
Recordarle que los cambios llevan tiempo y no debe esperar resultados de manera inmediata ayudará a que reduzca el estrés y la tensión.
Ante casos graves de ansiedad, depresión, problemas de adaptación, agotamiento psíquico o altos niveles de estrés se debe consultar con un profesional de la salud mental. La psicoterapia, la terapia ocupacional y las técnicas de relajación son de suma utilidad, pero a veces se debe recurrir a la medicación. En este caso es importante una interconsulta para asegurarnos que los psicofármacos que le receten no estén contraindicados para consumir junto con la medicación cardíaca.
Ayudarle a realizarse los controles correspondientes
En cualquier enfermedad es importante que el paciente conserve, dentro de lo que pueda, su autonomía e independencia personal. En el caso de los cardíacos, el realizarse chequeos periódicos es una forma de tomar el control de lo que está sucediendo en su cuerpo.
Como cuidadores podemos ayudar dándoles tips para que sepa como controlar diariamente su presión arterial, ingesta de líquidos, alimentación o control de la glucemia (en caso de necesitarlo). Siempre que pueda, debe ser el mismo paciente quién se haga los controles y los anote, dándole todo el acompañamiento que necesite.
Cuando se le acompañe a la consulta médica es importante que, de ser posible, sea el mismo paciente quién muestre sus anotaciones y explique su evolución para no limitar su autonomía. Podemos ayudar y complementar información desde nuestra experticia, pero cuidando de no hablar en su nombre.
Fomentar que el paciente cuide el reposo
Un buen descanso es importante para lograr la relajación, mejorar la presión sanguínea y el sistema inmune, reducir el estrés y cuidar la salud mental.
Si el paciente tiene problemas para dormir debemos ayudarle a que mantenga una buena higiene del sueño (en esta página hay una nota relacionada) a fin de lograr un buen descanso.
Si presenta trastornos del sueño tales como insomnio, pesadillas, terrores nocturnos, narcolepsia o parálisis del sueño, se debe consultar a profesionales de la salud mental.
Un buen descanso es importante para cualquier persona, pero se vuelve fundamental en estos casos ya que puede agravar la condición cardiaca.
Educación Sanitaria
Si el paciente tiene conocimientos de su condición podrá cuidar mejor su salud y seguir de manera adecuada el tratamiento. Sin embargo hay que tener cuidado con la bibliografía que se consulta. Internet suele ser la principal fuente de información, pero tiene la desventaja de que abundan las pseudociencias o terapias sin comprobación científica, que pueden llevar al paciente a creer que curará milagrosamente su condición si realiza determinadas actividades.
Por eso es importante que, como cuidadores, le ayudemos a buscar información correctamente chequeada.
La Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) ofrece numerosa bibliografía al respecto a través de su Biblioteca Virtual y su revista. Los sitios web de la Fundación Cardiológico Argentina (FCA) y la Federación Argentina de Cardiología (FAC) son otra opción para buscar información actualizada. Por último se pueden ver videos en los canales de YouTube del Ministerio de Salud de la Nación, Espacio CAPS o CEUNITE-ACTIVAR.
Si tenemos en cuenta estas recomendaciones, nos mantenemos actualizamos y estamos en contacto con el resto de los profesionales que trabajan con el paciente, podremos ofrecerle un cuidado y acompañamiento que ayude a mejorar su condición y bienestar físico, emocional y social.