Sube la edad de la población mundial y crece la obsesión por vivir una longevidad en donde el adulto mayor esté con plenitud física, mental y emocional.
Un ejército recorre frenéticamente los consultorios estéticos, los spa, los quirófanos, los proveedores de soluciones contra las arrugas y contra el deterioro del aspecto físico. Son las víctimas de la añorexia, un fenómeno que puede llegar a extremos patológicos, o ser sólo la consecuencia del legítimo deseo de estar bien y verse bien. La tendencia parece irreversible. “La juventud es una religión a la que uno siempre termina convirtiéndose”, escribió André Malraux.
Los añoréxicos tienen a su disposición una amplia oferta de recursos para perpetuar la juventud. Algunos son producto del marketing, otros tienen fundamentos científicos, y es importante saber diferenciarlos. Ya tiene bases sólidas en el campo de la más seria medicina este desafío a la crueldad de los años.
“Los conocimientos en medicina antienvejecimiento se duplican cada 3,5 años”, sostiene la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad. Primero fue la revolución de los antibióticos. Y ahora, a partir del desciframiento del genoma humano, la veloz carrera hacia la adquisición de conocimientos y nuevos tratamientos.}
La ciencia se ocupa de lograr que, además de vivir más años, estos años se vivan con calidad, salud y bienestar. Y no se limita a la belleza física, las cirugías estéticas o los tratamientos faciales y corporales (aunque también lo hace, si es necesario o deseado). También intenta prevenir, detener, retrasar o evitar los males que traen los años.
Algunos de ellos son:
- Deterioro de órganos y tejidos.
- Disminución del rendimiento cardíaco, físico y mental.
- Vulnerabilidad ante agresiones del medio ambiente, procesos infecciosos o malignos.
- Declinación de las funciones hormonales
“La medicina puede ayudar a que la gente viva más, y también debe trabajar para que los años de vida senior, esto es, luego de los 75, sean lo más saludables posible. Las personas que tienen 60 años de edad hoy deben pensar que ¡es posible que vivan otros 30!”, dice el doctor Carlos Javier Regazzoni, especialista en Medicina Interna y en prevención del deterioro cognitivo, del Hospital de Clínicas. Y enumera una amplia serie de recomendaciones de efectividad confirmada en estudios científicos
Hoy en día, más que del usado y abusado término “antiage”, en los ámbitos académicos se prefiera hablar de succesful ageing (envejecimiento exitoso) o de envejecimiento saludable, o mejor aún, según la elección del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), de “longevidad saludable”.
Mente sana, cuerpo joven
“Como se ha bajado mucho la mortalidad infantil, más gente pasa el primer año de vida y llega a la edad adulta —dice Regazzoni—. A su vez, como la medicina es efectiva, la gente adulta tiene muy baja mortalidad, luego mucha gente llega a edades mayores, vale decir, más de 75 años. Y aumenta el número de personas de más de 90.
Coincide el doctor Federico Quaglia, miembro de los Departamentos de Neuropsiquiatría y Psiquiatría de Ineco. “En épocas no tan lejanas, la esperanza de vida no superaba los 50 años, debido al estilo de vida y a las infecciones. La era antibiótica permitió superar esto. Después vinieron las ”epidemias” de enfermedades cardiovasculares y oncológicas.
Y actualmente nos enfrentamos con las consecuencias de un envejecimiento normal, o por el contrario, con los efectos de un envejecer patológico. Este fenómeno del envejecer ha tenido su eco y, en parte, su causa en la medicina. No sólo hemos mejorado los diagnósticos y los tratamientos; también la medicina ha entendido que debe anticiparse a las enfermedades y sus secuelas. Esto no es más que el intento de la prevención de las enfermedades, y la promoción de la Salud Física-Mental-Espiritual- Psíquica-Social.”
“Estamos preparados para vivir entre 100 y 120 años. Pero antes sólo un superhombre lo lograba”, dice el doctor Juan Hitzig, profesor de Biogerontología en la Universidad Maimónides. “Ahora hay que conseguir que el envejecimiento sea saludable, o no nos van a alcanzar los geriátricos“.
El estrés envejece
La Neuropsiquiatría interviene de manera decisiva en la “longevidad saludable”. Una persona con trastornos emocionales no envejece bien. Y no es necesario que esté rematadamente loco. Las personas que sufren depresión, por ejemplo, suelen descuidar su aspecto y verse mal y más viejos. Lo mismo sucede con otros desórdenes psicológicos. “El estrés es la principal causa de aceleración de la edad biológica”, dice Hitzig. Vale la pena repetir que los trastornos psiquiátricos pueden y deben ser tratados. El efecto antiage del bienestar mental es un efecto colateral más que deseable.
Uno de los más atractivos objetivos respecto del envejecimiento es mantener la vitalidad cognitiva, la cual tiene un impacto directo en la calidad de vida de las personas, dice el doctor Quaglia. “Es distinto el cerebro de un joven o adulto al de una persona mayor de 60 años. Sin embargo, este no pierde su plasticidad, es decir la habilidad del cerebro de adaptarse, de cambiar funcional y estructuralmente en respuesta a estímulos. Pero si bien el deterioro cognitivo es muy común con el paso de los años, esto no significa que sea una parte inevitable del envejecimiento”, agrega.
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Todas aquellas vivencias que favorezcan el distress, entendido como “el stress malo”, exacerban la producción de sustancias que son normales en nuestro organismo (la adrenalina y los corticoides que fabrica el cuerpo, por ejemplo). Estos mecanismos, cuando son sobreactivados, favorecen el envejecimiento de las células, explica el dr. Quaglia. “Y por los mismos mecanismos, los trastornos de ansiedad y de depresión favorecen el envejecimiento de las células”.
Los psiquiatras suelen recomendar algunas técnicas simples para evitar el envejecimiento del cerebro: aprender un nuevo idioma, practicar crucigramas, trivia, sudoku u otros entretenimientos de ingenio. Hacer gimnasia con el cerebro, en suma, no solo con el cuerpo.
Tarea para el hogar
“Nunca es suficiente el énfasis en evitar el tabaquismo, en la necesidad del control de la tensión arterial y de los lípidos sanguíneos, y en alentar el diagnóstico y tratamiento precoz de la diabetes. Resultan igualmente importantes el control del peso corporal y el estímulo de la actividad física regular” dice el doctor Francisco R. Klein, director del Centro de Stroke de la Fundación Favaloro.
Y a los ítems mencionados agrega: “prevenir y tratar los cambios que acompañan el período perimenopáusico, prevenir la osteoporosis, conservar una buena salud odontológica, realizar chequeos regulares de la audición y la visión así como estar atentos a los síntomas sugestivos de la aparición de fenómenos depresivos o trastornos de la memoria, para su rápida corrección o tratamiento. Esto, sumado a la detección precoz y posible de distintos tumores (mama, útero, colon, próstata, mucosa oral y piel, entre otros) son los verdaderos ”deberes” que no podemos dejar de hacer para conservar la salud y evitar el deterioro”.
Herencia y ambiente
El doctor Regazzoni aporta un dato muy importante: “Todos los estudios demuestran que la longevidad se hereda sólo en un 25%. Vale decir que la edad alcanzada por los progenitores sólo condiciona un cuarto de la edad de la descendencia. La otra parte de la longevidad es determinada por factores económico-sociales. Por ejemplo: estudiar más años se asocia a una vida más larga, y yo mismo he comprobado en un estudio realizado en el Hospital de Clínicas que las personas mayores de 75 años que fueron a la universidad llegan al hospital en mejor estado funcional y más independientes que las que no terminaron el primario.”
Por su parte, el doctor Quaglia acuña un término que complementa la idea de “vitalidad cognitiva”: la “vitalidad emocional”. Ambas deben estar presentes para que pasen los años, y muchos, pero no sus secuelas indeseables. La medicina ofrece resultados cuyo éxito crece vertiginosamente. Para alegría de la legión de añoréxicos.
Pero ser por siempre joven requiere una buena cuota de empeño, esfuerzo y disciplina. Hoy parece cobrar un nuevo significado la frase que alguna vez dijo Pablo Picasso: “Lleva tiempo llegar a ser joven.”
Fuente: www.clarín.com