La mayoría de los familiares quieren lo mejor para sus seres queridos y harán todo lo que sea necesario para que esto suceda. Lamentablemente, discernir qué es lo mejor para una persona mayor suele ser más fácil de decir que de hacer.
En muchos casos, los propios deseos (o demandas) de un ser querido pueden en realidad poner en peligro su salud, erosionar su independencia y disminuir su calidad de vida.
Los cuidadores deben caminar por esa delgada línea entre ayudar lo suficiente a los destinatarios de los cuidados y permitir malos comportamientos que puedan perjudicar a ambas partes.
Las decisiones sobre el cuidado de un ser querido son de por sí bastante difíciles. Pero ¿cómo se puede saber cuándo se está dejando que un ser querido se deslice por el camino más fácil en lugar de ayudarlo con algo que realmente necesita? La verdad es que rara vez es una decisión fácil y la respuesta puede diferir de un día para el otro.
A continuación, abordaremos dos dilemas relativamente comunes que causan mucho dolor a los cuidadores familiares. Tengan en cuenta que cada situación familiar y de cuidado es única, y mantener la línea entre ayudar y autorizar a un ser querido puede implicar cosas muy diferentes.
Cómo lidiar con una persona mayor que quiere que lo asistan por completo
Algunas personas mayores se niegan rotundamente a aceptar ayuda, incluso cuando realmente la necesitan. Esto plantea un conjunto de desafíos.
Otros adultos mayores, en cambio, adoptan el enfoque opuesto. Su objetivo es retirarse de la vida y dejar que sus familiares se encarguen de todos sus asuntos. Algunos incluso esperan que sus cuidadores estén disponibles en todo momento para satisfacer sus necesidades.
¿Cómo manejar a los adultos mayores en este caso?
Bueno, dependerá de las razones detrás de ese comportamiento. En algunos casos, Ud podrá por supuesto intervenir para dar una mano y mimar a su ser querido cuando este sufrió un problema de salud o un accidente. El problema ahí es que, lo que comenzó como un mimo puede muy rápidamente salirse de control.
Algunas personas mayores se acostumbran a que las atiendan de pies y cabeza, independientemente de su salud y capacidades. Si un ser querido es frágil y se encuentra en un estado de salud delicado, la curación y la recuperación pueden llevar mucho tiempo. Pero parte de ayudar en la recuperación de una persona mayor es permitirle hacer las cosas por sí misma y restablecer sus antiguas rutinas tanto como sea posible.
Estar demasiado disponible y ayudar sin límites cruza la línea de la habilitación. De hecho, esto puede obstaculizar el progreso de una persona mayor, en algunos casos de forma permanente. Odiamos ver a nuestros mayores luchar o soportar el dolor o la vergüenza, pero a veces esos tiempos difíciles son necesarios para que se recuperen, se concentren en mejorar y se adapten a nuevas circunstancias.
En otros casos, sobre todo si los cuidadores contratados no fueron especialmente cariñosos con ellos, algunas personas mayores terminarán dependiendo de sus familiares, justamente porque anhelan atención. El cariño transmite afecto, por lo que un anciano aislado o egocéntrico puede forzar esta situación pidiendo (o exigiendo) ayuda en y para todo, ya sea necesaria o no. Y esto puede resultar muy rápidamente molesto para los familiares, y por otra parte generar algunas de las consecuencias no deseadas en los adultos mayores descritas anteriormente.
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En cualquiera de estos escenarios, lo mejor que se puede hacer es establecer algunos límites. Esto puede ser difícil, pero cumplirlos es lo mejor para ambas partes. Intentar por ejemplo aprovechar la filosofía de “ignorar el mal comportamiento y recompensando el bueno”.
Presionando a tu ser querido para que haga lo que pueda por sí solo (siempre que sea seguro) y darle por otro lado la seguridad de que estarás disponible para tareas y emergencias específicas. Si el problema es la atención, asegúrense de visitarlos regularmente solo para socializar y ver cómo están. Esto seguramente servirá para reforzar la idea de que no necesitan exigir tu atención y afecto para conseguirlo.
Cómo manejar el comportamiento adictivo de una persona mayor
Ahora bien, existe un tema aún más serio: el comportamiento adictivo de algunos adultos mayores. Este comportamiento abarca un amplio espectro: desde cigarrillos o alcohol hasta medicamentos recetados o alimentos poco saludables. Cuando un miembro de la familia se hace cargo de un ser querido con problemas de adicción esto puede generar mucho dolor a ambas partes.
Las preguntas más frecuentes que se hacen estos cuidadores son ¿Qué papel deberían desempeñar frente a las adicciones de sus seres queridos? ¿Deberían negarse a involucrarse? ¿Deberían habilitarlos selectivamente a consumir? ¿Deberían encargarse de ayudarlos a poner fin a este comportamiento autodestructivo?
Tabaquismo, adicción al cigarrillo en el adulto mayor
Algunos dirán que sólo hay una respuesta correcta: quitarles la sustancia dañina o al menos no ayudarlos a obtener más. Otros tendrán otra postura respecto de este tema. Si tomamos por ejemplo el caso de los cigarrillos: muchos cuidadores se sienten tironeados entre la necesidad de fumar de sus mayores y el conocimiento público de que fumar es increíblemente nocivo para la salud. Nuestra opinión es que, a menos que haya una manera de ayudar a una persona adicta (humanamente hablando) a dejar de fumar, no nos queda otra que aceptar que la persona mayor seguirá fumando con o sin nuestro consentimiento o el de su cuidador. Además, intentar cambiar el hábito en alguien en la última etapa de su vida probablemente no tenga ningún un impacto significativo en su longevidad.
Otros plantearan alternativas como por ejemplo reemplazar el cigarrillo convencional por el cigarrillo electrónico. Pero en este caso solo se estaría eliminando el consumo de tabaco mientras que los niveles de nicotina inhalados seguirían siendo los mismos. Este aparato que es un inhalador electrónico vaporiza una solución líquida de nicotina en un aerosol. Se parece a un cigarrillo y el acto físico de inhalar simula el acto de fumar tabaco. Y si bien este dispositivo no es considerado “saludable” algunos sostienen que ayudaría eventualmente a los fumadores a dejar el hábito. Por nuestro lado, sabemos que quedó demostrado que la efectividad del cigarrillo electrónico a la hora de convencer a los adultos mayores de dejar de fumar ha sido prácticamente nula.
No hay una receta única y las opiniones son variadas.
Alcoholismo, el abuso es un tema grave en los adultos mayores
El alcohol es un tema completamente distinto. El alcoholismo y el abuso de alcohol son problemas graves entre la población de edad avanzada. El alcohol puede interactuar con los medicamentos, contribuir a las caídas, alterar el cuidado personal normal y las rutinas domésticas, causar problemas interpersonales, interferir con el sueño, suprimir la función inmune y aumentar el riesgo de problemas de salud como cáncer, deficiencias nutricionales, enfermedades cardíacas y varios tipos de deterioro cognitivo.
Obtener ayuda a través de la desintoxicación médica y/o de Alcohólicos Anónimos sería ideal para un adulto mayor adicto al alcohol que esté, aunque sea medianamente, predispuesto a someterse a un tratamiento. Uno mismo podría intentar intervenir con la ayuda de un terapeuta profesional en adicciones, pero se recomienda fuertemente la estrecha supervisión de profesionales médicos para controlar adecuadamente cualquier síntoma de abstinencia.
Sin embargo, la realidad es que muchas personas mayores están demasiado avanzadas en edad para abandonar su comportamiento adictivo. Por lo que sólo encontrarán consuelo y contención entre sus seres queridos. Diluir el alcohol con agua (si es posible acceder a él) podrá ayudarlos a ingerir menos alcohol y minimizar algunos de los efectos negativos de esta bebida.
Si un ser querido no puede o no quiere dejar de fumar, tomar, comer comida chatarra o abusar de los medicamentos recetados, intentar preservarlo y resguardarlo lo más posible seguramente sea la única opción realista. Ustedes (y él) saben que se está dañando el cuerpo y poniendo en riesgo su salud e independencia. Pero para la mayoría, eventualmente no hay otra alternativa…. ¡¿A menos de encerrarlos?!)
Además, todo va a depender mucho de la edad y del estado físico y mental del adulto mayor: obligar por ejemplo a una mujer de noventa años que se acerca al final de su vida a dejar de fumar probablemente no tenga ningún impacto significativo en su esperanza de vida. Si continúa disfrutando de sus cigarrillos y es supervisada mientras fuma, este es un caso en el que, en nuestra opinión, permitirlo está bien. En el otro extremo del espectro, cuando se trata de cantidades ilegales de analgésicos y otras drogas, no deberían ayudarlos a continuar con ese tipo de adicción. Sí tendrían que buscar ayuda médica de inmediato en caso de abstinencia e intentar no juzgar. ¡Nunca arriesguen su propio futuro en un esfuerzo por obtener sustancias ilegales para un adulto mayor!
Una de las cosas más difíciles que debe aceptar un cuidador en este tipo de situación es que una persona mayor con todas sus facultades tiene derecho a tomar sus propias decisiones… incluso si son malas. Ustedes sólo podrán tomar la decisión de cooperar, ignorar o negarse rotundamente a ser parte de la adicción de su ser querido. La triste realidad es que habrá consecuencias sin importar lo que elijan hacer.
Debemos ayudar o fomentar la independencia del adulto mayor
Cuando se trata de caminar por la delgada línea entre ayudar o habilitar, rara vez se presentan soluciones fáciles. Casi todos los cuidadores se enfrentarán regularmente al dilema de determinar si están ayudando o perjudicando a sus seres queridos vulnerables al proporcionar un servicio en particular o el acceso a alguna sustancia.
Sin embargo, incluso los ancianos más vulnerables pueden tener áreas en las que pueden ayudarse a sí mismos.
Si hay alguna manera de que el adulto mayor pueda ejercer y gozar un poco de su independencia, entonces debe fomentarse. Los días buenos podrán requerir menos ayuda, mientras que los días malos requerirán mucha más atención del cuidador. Ayudar en lugar de permitir es solo un objetivo móvil más que hace que los cuidadores se cuestionen a sí mismos, así que deberán elegir sus batallas.
Asegúrense de no dejar que la culpa domine sus decisiones de atención. Ya sea que intervengan y eviten que un anciano participe en algo que realmente disfruta a pesar de los riesgos que conlleva, o que cedan y le den rienda suelta, seguramente sentirán una culpa inmerecida de cualquier manera.
Sobre todo, traten de no dudar de Uds. mismos. Acepten que no todas sus decisiones serán perfectas. En su lugar, confíen en tomar decisiones basadas en la mejor información que tengan en ese momento y sigan adelante.