El envejecimiento de la población está en curso tanto en la Argentina como en cada rincón de este planeta. La demanda de servicios para las personas mayores no tiene límites y aumenta exponencialmente.
Hay más personas ingresando al universo de las personas mayores
Cada vez hay más personas mayores porque cuando estos nacieron la tasa de natalidad era mucho más elevada que actualmente. Si en la década de los años 1940 y 50 las familias tenían en promedio más de tres (casi cuatro) hijos significa que hay muchas más personas entrando al universo de las personas mayores. Otro aspecto que ocurre en paralelo es que hay mucho menos de ellos que fallecieron hasta este momento comparando con decadas anteriores por mejor atención medica, prevención, avances tecnológicos y medicinales.
Las personas mayores de hoy viven mucho más años que las personas mayores de ayer
Por otro lado, estos mismos avances hicieron sumado a una mejor prevención en la salud, mejores hábitos alimenticios y sobre todo una baja considerable en el consumo de tabaco hace que los adultos mayores se queden vivos por más tiempo.
En otras palabras hubo un aumento en la expectativa de vida de aproximadamente 10 años.
Hoy en día alcanzar los 90 años ya no es algo reservado a un pequeño grupo de individuos. El numero de ellos se quintuplica en menos de una generación.
En las mujeres, llegar a los 90 es casi lo normal mientras que cada vez más hombres se aproximan a esta edad.
Como consecuencia de esta evolución, año tras año hay cada vez más personas que sobreviven el centenar de años.
El grupo de personas que llegan a los 100 años se multiplica exponencialmente llegando a ser 12 veces mayor en el mismo periodo.
El universo de las personas mayores en general aumenta mucho más que el crecimiento de la población
Hemos visto que hay mas gente que ingresa al universo de los adultos mayores principalmente por que en los años 40 y 50 la cantidad de hijos por familia era mucho mas elevada pero también por que hay menos fallecimientos de jovenes adultos mayores.
Por otro lado los que ya estaban adentro del universo no egresan en cantidad como antes por que la expectativa de vida se estira en el tiempo.
Consecuencia es un universo de adultos mayores que aumenta de forma vertiginosa.
Las necesidades de cuidado aumentan exponencialmente en su duración y en la cantidad de casos
El envejecimiento es un fenómeno global y aunque las personas viven mucho más tiempo, activas, y en buena salud, en paralelo también viven más tiempo en condiciones de dependencia.
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La expectativa de vida remanente de una persona detectada con deficiencia neurocognitiva como el Alzheimer se ha duplicado en los últimos 15 años.
No sólo las personas viven más tiempo con un deterioro de sus capacidades sino sobre todo son muchas más las personas que se suman a este grupo ya que la incidencia de aspectos relacionados con el deterioro físico y cognitivo aumenta con la edad.
Casi un cuarto de las personas que llegan a los 85 años padece algún tipo de deterioro cognitivo. Y como cada vez es mayor el número de personas que llega a esta edad, los casos de Alzheimer y otras enfermedades neurocognitivas no solo se extienden en el tiempo sino que crecen en número de forma casi exponencial.
Hoy se estima que más de 500.000 personas padecen Alzheimer con alrededor de 80.000 casos nuevos por año, y en el 2050 se calcula un universo de más de 1.2 millones de personas con este padecimiento.
Esta misma dinámica se repite con prótesis de cadera, con problemas de vista y de audición y otras deficiencias que implican la necesidad de mayor cuidado.
El gráfico a continuación indica cómo la cantidad de limitaciones y necesidades aumenta de forma significativa a partir de los 75 años de edad confirmando que casi una de cada dos personas sufre de una limitación permanente llegando a los 80 años .
Conclusión: El tema del envejecimiento no es un fenómeno temporario ni local
En conclusión tenemos cada día mas personas “viejas” conviviendo que vivirán más tiempo. Este aumento de la longevidad se ve reflejada en un aumento de la probabilidad de necesitar asistencia aumenta exponencialmente. Esta asistencia se necesita por más tiempo ya que la medicina aumentó la expectativa de vida de personas que padecen de cualquier patología.
Envejecimiento poblacional. Algunos datos en proyecciones al futuro: los casos de Argentina y América Latina
Basándonos en un artículo publicado el 29 diciembre del 2021 sobre población y desarrollo en América Latina y el Caribe, rescatamos los siguientes datos de relevancia.
En su World Population Prospect. 2019, las Naciones Unidas destacan que en los próximos años aumentará la intensidad del envejecimiento demográfico en la región y que al final de la década de 2030 ningún país pertenecerá a la categoría de población con envejecimiento incipiente (véase el gráfico 3).
El peso relativo de la población mayor variará del 15% en 2020 al 21% en 2030.
De hecho, la velocidad del envejecimiento poblacional que ya se verifica en la mayoría de los países de América Latina se ve en pocos países del mundo.
Los países que tardarán más en pasar del 7% al 28% de personas mayores son la Argentina y el Uruguay, ya que experimentan una transición demográfica más larga.
En el otro extremo se encuentran el Brasil, Chile y Colombia, que a mediados de la década de 1990 alcanzaron el 7% personas mayores y, en menos de una generación completa, alcanzarán el 28% a lo largo de la década de 2060.
Por otra parte, el índice de envejecimiento nos mapea la situación actual de América Latina y el Caribe.
Este indicador, que se obtiene de tomar los tramos de 60 años y más como personas mayores y los menores de 15 años como jóvenes, nos revela que América Latina liderará el proceso de envejecimiento poblacional en las próximas décadas.
El otro hecho importante observado a partir del índice de envejecimiento se refiere a los distintos períodos y fechas en que las regiones pasarán a ser consideradas como envejecidas, es decir, con más personas mayores (60 años y más) que personas jóvenes (menores de 15 años), esto es, cuando el índice supera el valor 100. La fecha de ocurrencia de este fenómeno demográfico marca un hito a partir del cual se considera que la población se convierte en una población envejecida.
El cuadro a continuación registra esa fecha para cada uno de los países y entre paréntesis figura el peso relativo de personas mayores que se alcanzará.
El gráfico 6 ilustra el tamaño de las cohortes a lo largo del tiempo para el promedio de América Latina y el Caribe. Los puntos de cruce de las trayectorias de estas diferentes cohortes son hitos importantes en la dinámica demográfica y en la sociedad como un todo.
El gráfico 6 ilustra el tamaño de las cohortes a lo largo del tiempo para el promedio de América Latina y el Caribe.
Los puntos de cruce de las trayectorias de estas diferentes cohortes son hitos importantes en la dinámica demográfica y en la sociedad como un todo.
El análisis de los puntos de corte permite observar que América Latina y el Caribe pasará de ser una sociedad juvenil a ser una sociedad adulta joven en el período comprendido entre 2020 y 2025. Si las proyecciones se confirman a futuro, la región pasará poco tiempo en esta situación y en 2045 se convertirá en una sociedad adulta, con la mayoría de la población comprendida entre los 40 años y los 59 años.
Muy pronto, en menos de diez años, el grupo de personas de 60 años y más superará en volumen a todos los demás tramos etarios.
En 2055 habrá menos de 200 millones de personas en cada uno de los grupos etarios menores y más de 200 millones de personas de 60 años y más. Esto tiene enormes implicancias en términos de políticas públicas referidas al mercado de trabajo, a los programas y acciones en las áreas de salud y protección social, entre otros.
Estos tiempos varían entre subregiones y por países por lo que es importante que cada país conozca estas fechas, a fin de considerar el impacto de los cambios demográficos en sus acciones de planificación a mediano y largo plazo.
Las transformaciones demográficas y el rápido avance del proceso de envejecimiento que venimos señalando ubican a la región en un contexto de cambios demográficos acelerados que plantea un sinnúmero de interrogantes respecto de las próximas décadas, pero también oportunidades y retos.
Uno de los grandes retos que deben enfrentar los países de la región en este contexto de transformaciones de la estructura por edad de la población es la implementación de un sistema de cuidados, pues estos cambios en la estructura etaria tienen significativos efectos sobre las necesidades de cuidado de los diferentes grupos de población en sus ciclos de vida.
De hecho, el cambio de la estructura por edad y la composición de los hogares afecta la disponibilidad de personas cuidadoras en las familias y plantea retos entre otros desde el punto de vista de los derechos y de la autonomía de las mujeres, sobre las que suele recaer el cuidado de las personas en los hogares (CEPAL, 2016).
Por todo lo expuesto, la protección social de las personas mayores (y la defensa de sus derechos) se constituye en una prioridad que se fundamenta en el derecho a la vida, a la salud, a la no discriminación y a vivir con dignidad en la vejez (CEPAL, 2020). De forma concreta, el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, que constituye la agenda propia sobre población y desarrollo de América Latina y el Caribe desde 2013 y que, además, se alinea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en su Capítulo C. “Envejecimiento, protección social y desafíos socioeconómicos” (CEPAL, 2013b), expone sobre la necesidad de erradicar las múltiples formas de discriminación que afectan a las personas mayores, incluidas todas las formas de violencia contra mujeres y hombres mayores, teniendo en cuenta las obligaciones de los Estados con respecto a un envejecimiento con perspectiva intergeneracional y de derechos humanos.