La jardinería activa implica participar activamente en labores de jardinería como plantar, regar, podar, trasplantar y cosechar, adaptadas a las capacidades físicas de cada persona. A diferencia de la jardinería pasiva (solo observar o disfrutar del jardín), en este caso el adulto mayor interviene directamente en el cuidado de las plantas.

Beneficios de la jardinería activa para adultos mayores
La jardinería es una actividad altamente recomendable durante la tercera edad, no solo por su valor recreativo y su capacidad para estimular la creatividad, sino también por su impacto positivo en la calidad de vida durante esta etapa.
Sus beneficios abarcan distintos aspectos de la salud física, mental y emocional, y numerosos estudios han demostrado su eficacia como herramienta terapéutica en personas con enfermedades cognitivas, a través de lo que se conoce como terapia hortícola.

1. Beneficios físicos de la jardinería para personas de edad avanzada
Empezando por los beneficios físicos, la jardinería es una forma de ejercicio moderado especialmente adecuada para las personas mayores. Al trabajar en el jardín, se realizan tareas como trasplantar plantas, regar, podar o manejar herramientas con algo de peso, lo que implica una actividad física regular y movimientos repetitivos que estimulan el cuerpo.

Estas acciones contribuyen a mejorar la fuerza y flexibilidad muscular, así como la movilidad de las articulaciones. Además, la jardinería ofrece múltiples beneficios concretos, entre ellos:
- Estimula de la coordinación motora y el equilibrio, lo que ayuda a prevenir caídas y otros accidentes comunes en la vejez.
- Previene y/o alivia la artrosis, tanto en grandes grupos musculares como en manos y dedos.
- Estimula el sistema cardiovascular, gracias al esfuerzo físico sostenido y controlado.
- Ayuda a mantener un peso saludable y a controlar la presión arterial y la glucemia.
En definitiva, la jardinería permite a las personas mayores mantenerse activas sin necesidad de acudir a un gimnasio. Convertir esta práctica en una rutina diaria no solo fortalece el cuerpo, sino que también favorece un envejecimiento más saludable y autónomo.
Otro de los grandes beneficios que la jardinería ofrece a las personas mayores es el cuidado de la salud ósea. Con el paso del tiempo, el tejido óseo tiende a debilitarse, lo que puede derivar en huesos frágiles y propensos a fracturas. Por ello, en la tercera edad es fundamental realizar actividades que contribuyan a mantener la densidad y fortaleza ósea.
La jardinería, en este sentido, es una excelente aliada para prevenir enfermedades como la osteoporosis, gracias a varios factores que se combinan durante su práctica:
- Ejercicio físico completo: como hemos mencionado, las tareas del jardín —que implican fuerza, resistencia y flexibilidad— actúan como una forma de entrenamiento moderado. Esta actividad física estimula el fortalecimiento de los huesos y contribuye a frenar su deterioro.

- Exposición moderada al sol: al trabajar al aire libre, el cuerpo recibe luz solar, lo que favorece la producción de vitamina D, esencial para absorber el calcio y mantener una buena salud ósea. Eso sí, es importante protegerse adecuadamente con protector solar, gorro o ropa adecuada.
- Producción de alimentos saludables: cultivar frutas y verduras en casa no solo mejora nuestra alimentación, sino que también promueve una dieta rica en nutrientes clave para los huesos. Además, al consumir productos frescos, ganamos en calidad, ahorramos dinero y reducimos la dependencia de alimentos procesados.
En conjunto, la jardinería se convierte en una actividad completa que contribuye activamente a la salud ósea, al tiempo que ofrece múltiples beneficios físicos, emocionales y nutricionales.
2. Beneficios emocionales de la jardinería en personas mayores
Diversos estudios han demostrado que la jardinería tiene un impacto muy positivo en la salud emocional de las personas mayores. Esta actividad no solo ayuda a prevenir estados de ánimo negativos como la ansiedad, el estrés o la depresión, sino que también genera sensaciones placenteras y estimula el bienestar emocional, especialmente en la tercera edad.
Entre las emociones positivas que puede despertar la jardinería, se destacan:
- Estado de concentración y calma, similar al de la meditación, que permite desconectar de las preocupaciones cotidianas y reducir el estrés.
- Refuerzo de la autoestima y aumento del sentido de propósito, al cuidar seres vivos y ver los frutos del propio trabajo.
- Aumento del optimismo y la vitalidad, gracias al contacto con la naturaleza y la satisfacción de cuidar seres vivos y sentirse útil.

Una actividad que ofrece beneficios emocionales similares a los de la jardinería es dibujar mandalas. Como la jardinería, promueve la concentración, la relajación y la expresión personal. Para conocer más sobre ello, puede leer el artículo: Beneficios de los mandalas en personas mayores.
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3. Beneficios mentales y cognitivos de la jardinería
Además de sus efectos positivos en el bienestar emocional, la jardinería también ofrece importantes beneficios en la prevención y tratamiento de enfermedades mentales. En particular, la horticultura terapéutica se reconoce como una intervención eficaz para reducir el estrés y aliviar síntomas de depresión.

Numerosos estudios han comprobado que dedicar al menos media hora diaria al cuidado del jardín contribuye a disminuir los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés.
Un exceso de esta hormona no solo afecta el estado de ánimo, sino que también puede interferir con funciones cognitivas como la memoria, la atención y el aprendizaje.
Por ello, la jardinería puede ser una herramienta útil para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia o el alzhéimer.
Asimismo, esta práctica también actúa como una terapia natural contra los trastornos del sueño. Al mejorar el estado mental y emocional y fomentar una rutina de actividad física moderada, la jardinería favorece un descanso más profundo y reparador.
Además, la jardinería fomenta la paciencia y la planificación, por ejemplo, al seguir ciclos de cultivo.
Acerca de los jardines terapeuticos. Qué son, su historia y beneficios
Cursos de terapia horticola

La Asociación Argentina de Terapia Hortícola ofrece cursos online formativos de 3 meses de duración. Al finalizar el curso formas parte de la Asociación.
El Garden Club Argentino lleva adelante talleres y charlas sobre esta disciplina.
Otros:
4. Beneficios sociales de la jardinería
La jardinería también representa una excelente oportunidad para fomentar la vida social en las personas mayores si se practica en grupos, huertos comunitarios o talleres.
Esta actividad puede convertirse en un punto de encuentro con otras personas que comparten la misma afición, dando lugar a conversaciones enriquecedoras donde se intercambian experiencias, consejos y saberes.

Además, la jardinería se convierte en una excelente herramienta para promover la interacción intergeneracional si se hace con nietos o familiares.
Adaptaciones para adultos mayores
Para que la jardinería sea segura y disfrutable para las personas mayores, es importante adaptarla de distintas maneras
Herramientas
Algunas herramientas indispensables para los jardineros mayores de 60 años:
- Herramientas de mango ergonómico y largo para evitar agacharse.
- Herramientas ligeras, antideslizantes y de fácil agarre.
- Uso de guantes acolchados para proteger las manos.
- Carretilla de dos ruedas

Diseño del espacio

- Jardines elevados o mesas de cultivo para trabajar de pie o sentado.
- Sillas o bancos con respaldo.
- Buenas sombras y caminos accesibles, sin piedras, palos, que obstruyan el camino.
- Incluir puntos de descanso e hidratación.
Tareas recomendadas
- Sembrar semillas o esquejes.
- Regar con regaderas livianas o sistemas de riego por goteo.
- Cosechar frutos, flores o hierbas.
- Limpiar hojas secas o recoger frutas caídas.

Plantas recomendadas
Es mejor usar plantas que sean fáciles de cuidar, de crecimiento rápido y que estimulen los sentidos. Algunas opciones:

- Aromáticas: romero, albahaca, lavanda, menta.
- Hortícolas: lechuga, tomates cherry, zanahorias.
- Flores: geranios, caléndulas, pensamientos.
- Frutales enanos o en maceta: frutillas, limoneros pequeños.
Actividades adicionales con valor terapéutico
- Diarios de jardinería: anotar tareas, observaciones, dibujos o recuerdos.
- Arte con plantas: prensado de hojas o flores, pintura de macetas.
- Cocina de cosechas: preparar comidas con lo cultivado.
- Jardinería sensorial: usar plantas con texturas, olores y colores variados.

¿Cómo arrancar?
Aunque se trata de una actividad de baja intensidad, la jardinería requiere tiempo, constancia y un esfuerzo físico moderado. Por ello, antes de comenzar a plantar, podar o cultivar, es recomendable tener en cuenta los siguientes aspectos:
Consulta médica previa

Antes de iniciarse en la jardinería, conviene acudir a un médico para conocer sus capacidades físicas y limitaciones. Esto permitirá adaptar las tareas del jardín a su condición de salud, evitando esfuerzos innecesarios o actividades que puedan resultar perjudiciales.
Preparación física

Es fundamental realizar estiramientos antes de comenzar cada jornada de jardinería, y mantener una rutina diaria que refuerce la fuerza y la resistencia. De este modo, el cuerpo estará preparado para las tareas que vayan a realizar sin riesgo de sobrecargas.
Prevención de accidentes

Para trabajar con seguridad en el jardín, se deberán revisar los caminos y superficies para evitar tropiezos (como palos, piedras…), guardar correctamente las herramientas, y conocer bien las plantas que van a cultivar, evitando especies tóxicas o que puedan provocar alergias.
Ropa y calzado adecuados

Siempre que se manejen productos químicos, hay que usar guantes y ropa de protección indicada en las instrucciones. Aun en ausencia de químicos, se recomienda utilizar prendas cómodas y que se puedan ensuciar, además de calzado antideslizante que ofrezca buen soporte.
Acompañamiento o asistencia

Aunque la jardinería tiene muchos beneficios para las personas mayores, lo ideal es que se realice en compañía de alguien que pueda ayudar en caso de fatiga o ante un movimiento brusco, como agacharse o levantar peso.
Otras consideraciones:
- Evitar la exposición prolongada al sol. Usar protección solar, sombrero y agua.
- Supervisar si hay problemas de equilibrio o movilidad.
Dónde buscar programas de jardinería activa
En Buenos Aires y sus alrededores existen diversas iniciativas que ofrecen programas de jardinería y huerta especialmente diseñados para adultos mayores. A continuación, se detallan algunas opciones destacadas:
Talleres de Huerta en Estaciones Saludables (CABA)
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organiza talleres gratuitos de huerta en distintas Estaciones Saludables. Estos encuentros prácticos abarcan temas como compostaje, planificación de cultivos y manejo de plagas. Se realizan tanto de forma presencial como virtual, facilitando la participación de adultos mayor.
Huerta Comunitaria del Hospital Italiano (San Justo)
El Hospital Italiano de Buenos Aires cuenta con una huerta comunitaria en su sede de San Justo. A través de este espacio, se dictan talleres de capacitación en huerta orgánica y elaboración de alimentos, promoviendo la participación activa de adultos mayores.
UPAMI en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (Florencio Varela)
La Universidad Nacional Arturo Jauretche ofrece, mediante el programa UPAMI, talleres dirigidos a adultos mayores. Entre ellos se encuentran:
- Introducción a la Jardinería y Huerto Urbano: orientado a quienes deseen iniciarse en la creación de jardines y huertas sostenibles en el hogar.
- Huerta Orgánica y Reciclaje: enfocado en prácticas agroecológicas y reutilización de residuos.
- Huerto Urbano Nivel 2: para profundizar en el cultivo hogareño de hortalizas y alimentación botánica.
Programa de Extensión para Adultos Mayores (PEAM) – UNSAM (San Martín)
La Universidad Nacional de San Martín, a través de su Programa de Extensión para Adultos Mayores, ofrece talleres de huerta y agroecología. Estas actividades buscan fortalecer la identidad y promover el desarrollo integral de los adultos mayores mediante la participación en huertas comunitarias.
Escuela Municipal de Arboricultura, Jardinería y Ecología (Lomas de Zamora)
El Municipio de Lomas de Zamora cuenta con una escuela que ofrece una amplia variedad de talleres relacionados con la jardinería y la ecología. Además, dispone de seis huertas comunitarias donde los adultos mayores pueden participar activamente.
Huerta Inclusiva de San Isidro
En San Isidro, se desarrolla una huerta inclusiva donde adultos mayores y personas con discapacidad aprenden sobre las tareas y cuidados de una huerta. Este espacio no solo promueve la producción de alimentos, sino que también se convierte en una oportunidad de integración social y desarrollo personal.
Huerta Escuela Comunitaria en el Barrio Mugica (CABA)
En el Barrio Mugica, se ha establecido una huerta escuela comunitaria que sirve como espacio de encuentro para vecinos, especialmente adultos mayores. Aquí, los participantes comparten saberes y encuentran compañía, fortaleciendo los lazos comunitarios.
Talleres de Huerta en Parque Rivadavia (CABA)
En la Estación Saludable del Parque Rivadavia se realizan talleres presenciales de huerta todos los miércoles de 9 a 10 h. Estos encuentros, de 7 sesiones, están diseñados para que los adultos mayores aprendan a cultivar su propia huerta en casa.
Muchos centros de día, residencias, asociaciones y huertos comunitarios también ofrecen talleres de jardinería para mayores.

Estas iniciativas son oportunidades valiosas para que los adultos mayores se involucren en actividades de jardinería y huerta, promoviendo el bienestar físico, mental y social.
Algunos talleres también ofrecen la posibilidad de realizar propuestas más creativas y recreativas, que van más allá del trabajo directo con las plantas. Algunas de ellas incluyen:

- Elaboración de arreglos florales o collages con elementos del jardín.
- Decoración de macetas y otros objetos ornamentales.
- Fabricación artesanal de jabones o perfumes con hierbas del huerto.
- Preparación de recetas sencillas utilizando productos cultivados.

Además, se organizan juegos al aire libre, como juegos de mesa en el jardín o actividades físicas suaves. De este modo, no solo se disfruta del entorno natural, sino que los participantes pueden contemplar el fruto de su esfuerzo, sentirse realizados y entretenerse en un ambiente agradable y estimulante.

En una entrevista, la Sra. Christine Raffo, socia del Garden Club Argentina (GCA), pionera en Terapia Horticola, y Directora de esta disciplina para afiliados internacionales del National Garden Clubs Incs. y además precursora en la organización de cursos y talleres en distintos centros de la Argentina (entre ellos, el Hospital de Pediatría Dr. J. Garrahan), resume en pocas palabras las bondades y radio de injerencia de la actividad:
La jardinería es apta para todos, independientemente del nivel de capacidad mental y física; hace sentir útiles y productivos a quiénes la practican, mejora la calidad de vida; involucra a todos los sentidos, ayuda a expresar sentimientos y emociones; mejora la movilidad, aumenta la autoestima y la confianza; eleva el nivel de atención y concentración….es un cable a tierra, enseña a tener paciencia y saber esperar.
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