La sociedad está cambiando y la expectativa de vida aumenta progresivamente. Nuevos formatos de convivencia y de acompañamiento están surgiendo.
Vemos que la nueva generación de dueños y operadores tienen una visión diferente, aun más centrada en el residente y su bienestar. Por otro lado, se aplican conceptos e ideas de otros países y existe un mayor diálogo.
Todo esto conlleva a que la imagen que muchas personas tienen de las residencias sea anticuada. Existen prejuicios que no ayudan a encontrar la mejora solución para su ser querido.
Por eso, reunimos los prejuicios más comunes sobre las residencias con el fin de explicar porqué deben ser derribados.
Modernización
Esta evolución se ve reflejada en la modernización de los geriátricos. Los de hoy, ya no son los de antes. Hay que despedir a los prejuicios y abrir la mente para empezar a transitar nuevos caminos.
“Jamás dejaría a mis padres en una residencia, sería como abandonarlos”
Además, allí se crean nuevos vínculos de amistad, superando el poco contacto social que tenían antes en su propia casa.
Cuando se opta por una residencia, el adulto mayor es el más beneficiado.
En este sitio atienden todas sus necesidades, según su perfil y además es cuidado por profesionales que tienen la vocación de servir.
Cálidez
“Mi madre se deprimiría en una residencia, es un lugar muy gris“
No están compuestas por paredes blancas como los hospitales, sino que suelen ser más bien coloridas con el objetivo de ser acogedoras.
Si bien cada lugar es diferente, suelen encontrarse espacios comunes donde jugar al ajedrez, a las cartas, interactuar y usar computadoras, como por ejemplo.
También, brindan talleres, ciclos de música, cine, lectura y demás actividades acorde a los intereses.
Transitorios
“Los geriátricos son lugares definitivos, no se vuelve al hogar“
También podría suceder que un anciano acuda temporalmente a una residencia para rehabilitarse, o simplemente tenga que estar fuera de casa por un tiempo; por ejemplo porque sus hijos tomaron unos días de vacaciones.
Cercanía
“En las residencias los ancianos solo son un número, no se preocupan realmente por su bienestar”
El portalgeriatrico.com.ar ha sido testigo del cariño que se genera entre el residente y los cuidadores, al punto de tratarlos como sus propios padres o abuelos.
La atención psicológica es clave para escucharlos y acompañarlos de manera individual para resolver sus conflictos.
Salud
“Es muy probable que mi mamá empeore si la llevo a una residencia”
En casi veinte años de experiencia, hemos comprobado que hay diversos factores que ayudan a que el familiar se estabilice y hasta progrese: mayor contacto social, mejor nutrición e hidratación; higienización inmediata.
También se contemplan aspectos como el acompañamiento regular, la adecuada administración de los medicamentos y la estimulación cognitiva a través de actividades recreativas.
Conciencia
“Mi madre es muy exigente con la comida, por eso no me animo a llevarla a una residencia”
Dado que la comida es variada, sana y nutritiva, los mayores suelen comer más y mejor de lo que lo hacían en su casa.
Adaptación
“Sería muy difícil que mi padre se adapte a una residencia, está muy acostumbrado a vivir en su casa”
Las residencias cuentan con un período de adaptación que es supervisado por psicólogos. Si bien cada caso es único, hay estrategias comunes que ayudan con este tipo de transiciones.
Conclusión
- Los geriátricos han cambiado; las residencias para adultos mayores de hoy son más acogedoras y cuentan con espacios y actividades que le permiten al mayor vivir mejor.
- Allí, los mayores tienen un cuidado más profesional, pero sobre todo, un contacto social más frecuente y variado que el de su propia casa.
- Un geriátrico puede ser un lugar transitorio mientras la persona se estabiliza y regresa a su propia casa.
- El adulto mayor mejora su nutrición y el suministro de sus medicamentos. Cuenta con supervisión médica constante, por lo tanto, se siente mejor y más seguro.
- En las residencias se busca el bienestar biopsicosocial del mayor.
Se crean nuevas amistades y se establece un vínculo afectivo con el personal.
Otros países como España han empezado a transitar el camino de transformación y modernización de las residencias. Los beneficios de vivir en un geriátrico por lo tanto son universales.